—June—giré mi cabeza al escuchar el susurró de mi amiga Patil.
—Mande—susurré devuelta esperando que la profesora McGonagall, jefa de la casa de Gryffindor y profesora de Transformaciones, no nos viera.
—Necesito la respuesta 8, anda.
Negué mi cabeza lo más disimulado que pude.—¡Cleary, Padma!—ambas nos sobresaltamos al escuchar teatros apellidos en los labios de la profesora—. ¿Algo que quieran compartir con la clase?
Ambas negamos con nuestras cabezas.
—Me temo que no puedo creerles será mejor que pasen a mi oficina después, continúen su examen.
Di una mirada penetrante a Patill, ella devolviendo una de disculpa y continúe contestado lo que podía de mi examen.
Terminando dejamos que los demás abandonaran la sala hasta que estuvo vacía y solo era mi amiga azabache y yo.—Me parece que fui clara cuando dije nada de conversación.
Asentimos temerosas.
—Se lo mucho que ambas se esfuerzan por lo tanto dejaré pasar esta vez y no suspenderé su examen—nos dijo—. Pero no puedo dejarlas absueltas, tendrán que cumplir con una hora de castigo diario por esta semana fuera de clases, si no quieren que empeore la situación, les recomiendo que asistan.
—Si profesora—susurramos ambas.
—Retírense.
Fuera del oído de la profesora Patil se disculpó conmigo, resignada acepté el castigo y rogaba que no fuera algo demasiado estricto. Al día siguiente me presenté en la oficina de McGonagall.
—¿¡Qué?!—Me parece que fui bastante clara, señorita Cleary.
—¡Pero profesora!—mostré mi ceño fruncido y estaba claro que no estaba contenta.
—Pero nada Cleary es esto o de una buena vez le voy avisando que suspendo su examen.
—¡Profesora!
—Punto—con paso autoritario salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí, con mi mirada siguiéndola hasta donde hace unos instantes estaba, contuve la respiración mientras apretaba el trapo que me había otorgado para limpiar la estancia.
—Siempre me a parecido una excelente profesora.
—En estos momento no creo poder verlo.
—Pues yo si, tiene un buen ojo para lo que no sabemos, por ejemplo esto, gracias a ella tú y yo podemos estar juntos y así.....bueno podrás estar con tu enamorado. Deberías agradecerle en vez de enojarte tanto Juny.
Giré mi cuerpo en dirección al pelirrojo que se apoyaba sobre la pared cruzado de brazos, con un trapo igual que el mío y esa su sonrisa ladina tan suya, no llevábamos más que unos meses en esta escuela y el y yo parecíamos tener una química algo bastante extraña y chocante. En realidad no hay una razón en particular, a mi me molesta que el no piense en nada más que bromas para gastarlas a los demás y yo a él pues....probablemente sea porque....no lose, tendrá sus razones. Rodé mis ojos, tomé la cubeta llena de agua para pasar de él y limpiar el mueble, como castigo me dejo limpiar a partir de hoy la cocina una vez que los elfos hubieran terminado la cena de diario, al principio pensé que no era tan mala idea hasta que vi el rostro del gemelo que más detestaba, George era mi favorito después de todo convivíamos ya que contábamos con una amiga en común, Agnes, pero en cuanto se trataba de Fred, ambos no podíamos estar en el mismo lugar sin terminar peleando y discutiendo. Éramos la misma agua y aceite en persona.
—¿Vas a simplemente ignorarme?
Así lo hice, se escuchó su risa, escuche sus paso acercarse y restregué el trapo con más fuerza sobre la estufa. Después sentí unas gotas de agua salpicarme el rostro, mi mandíbula se tensó, volteé violentamente a verlo.—JAJAJAJ—su risa resonaba en la estancia—. Deberías ver tu rostro, me encanta tu expresión de enfado.
—Y tú deberías ver tu rostro cuando te deje el ojo morado—con el trapo golpee su rostro dejándole mojado.
—Que irrespetuosa eres, debería decirle a Flitwick que les enseñe mejores modales a los Ravenclaw, incluso tu hermano es más tranquilo que tú—con su suéter seco la poca agua que resto en su rostro y sin dejar de sonreír de acercaba a mi.
—Debería decirle lo mismo a McGonagall, yo no se cómo les permite a ustedes continuar estudiando aquí con todas las bromistas que gastan a todo el que se les cruza.
Me alejé un paso atrás al momento que el daba uno adelante.—Creo que ella hace bien, por eso ando castigado aquí, contigo. Aunque ya estando aquí bueno....parece más un regalo que un castigo.
—No diría lo mismo Weasley.
—Eso pensaba Juny. En cambio yo no siento lo mismo.
—Es que a ti te falta un tornillo por donde quiera que lo veas
—Para tener once años eres demasiado amargada.
—Para tener trece años eres demasiado molesto.
—Me lo dicen mucho—fui a la cubeta y sumergí el trapo en el agua con jabón, dándole la espalda al parlanchín de Fred. Me acerqué a la mesa y continué el largo castigo que me esperaba, verlo toda la semana no era nada agradable, escuche su bufido y unos minutos después junto a mi limpiaba la mesa silbando una melodía.
—Parece que nunca te callarás—le comenté mientras enfocaba mi vista en una mancha que no cedía.
—Mi mamá piensa que nací con el don de nunca guardar silencio—rodee los ojos—, exactamente es la misma expresión que hace.
Río un poco, a pesar de eso pude sentir su mirada en mi, me hice la vista gorda y voltee mi rostro cubriéndolo con mi cabello.
—Me preguntaba el por qué siempre luces tan tierna para mi cuando te ves molesta, es como mi medio de entretenimiento favorito.
—Ni que fuera un comercial.
—¿Comercial? ¿Qué es eso?
—Es un...pfff....olvídalo—me encogí de hombros.
—Ahora me explicas Juny, anda....anda.....Juny no pienso dejarte en paz.....
Aparte mi cabello y lo fulmine, parpadeo repetidas veces intentando ser tierno.
—Ash, si te lo digo ¿me dejarías en paz terminar este castigo?
—Claro—una sonrisa se extendió en su rostro.
—Bueno, es algo de muggles, mi mamá lo es por eso se cosas del mundo no mágico—puse una expresión pensativa intentando encontrar las palabras—, es como un anuncio que ves en la tele ya sea para promocionar algo que venden y así.
Ante su mirada extrañada, suspire.
—Una tele es un aparato que usa electricidad para reproducir ese tipo de cosas o también nose...programas y eso....
—¿Y qué tipo de programas?
—De risa, miedo, suspenso y todo eso, es como nose, si vieras una serie.
—¿Serie? Suena a números.
—No, no....es....
La conversación se alargó hasta el punto que terminamos la cocina dejándola impecable y en ningún momento Fred se calló y yo ni me di cuenta que lo único que hizo fue alargar la conversación intencionalmente, para mi suerte la tortura fue suficiente pero para mi no tan buena suerte. Mañana lo vería de nuevo y si me seguía preguntando cosas del mundo muggle mi cabeza explotaría antes de siquiera lavar el primer plato.
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BLUDGER
FanfictionSiempre andando con su actitud despreocupada, esa cabellera roja tan irritante y chillona, yendo de broma en broma por la vida, como si fuera un juego. -¡Eres como la Bludger Fred! Si me distraigo recibiré un buen golpe de tu parte, no tengo idea de...