30 Días. (HunHan 1° Temp)

• Capitulo 3.2

-¿Por qué no ha venido papá Lu con nosotros? –preguntó Hansol por milésima vez.

-Tenía trabajo. –Sehun suspiro, amaba a su hijo, pero le estaba comenzando a poner incomodo que por cualquier cosa le mencionara al rubio.

-Pero es domingo, además él solo cocina en la casa y me cuida.

-Tenía que barrer y trapear muy duramente esta vez.

-Pero para eso está la señora Yong.

-Simplemente no pudo Hansol, ya. –su voz había salido más dura de lo que pretendió y vio a su hijo mirarlo de una forma extraña antes de volverse a otro lado.

-Quiero ver a papá Lu, llévame ya a casa. –el remordimiento lo inundo, pero accedió a la petición de su hijo.

Eran las siete cuando llegaron a casa, la casa estaba en total oscuridad. Sehun bajo con Hansol de su auto y se dirigieron a la puerta, puso el código y entraron.

-Creo que papá Lu salió. –murmuro Hansol.

-Venga, ve a ponerte el pijama y esperemos a que venga.

-Pero a penas son las siete, papá. –puchereó Hansol.

-Y a las ocho ya debes estar bien dormido. –Hansol suspiró, sin embargo se dirigió hacía su habitación.

Sehun tomó asiento mientras prendía la tele, ¿A dónde habría ido LuHan? Su auto estaba en el ático, probablemente solo había salido a la tienda.

Siente y media LuHan se encontraba de regreso, debía estar antes de que Hansol llegara. Cuando Chanyeol aparco frente a su casa sintió su pulsó acelerarse, el auto de Sehun estaba en el ático y las luces de la sala estaban prendidas.

-Mierda. –murmuro para sí mismo.

-Llegamos. –le anunció tranquilo Chanyeol mientras apagaba el auto y las luces de este igual.

LuHan se giró para mirarle algo incomodo.

-Perdón que no te invité a pasar, pero debo agradecerte muchísimo por lo de esta tarde.

-Sí, descuida. Mañana veré a Hansol ¿verdad?

-¡Oh, claro que sí! –Chanyeol no dijo más y LuHan tampoco sabía que decir, ambos miraban hacía el frente, rodeados del silencio.

-Oye... -sus voces sonaron al unisonó mientras sus miradas se buscaban. Rieron suavemente por la situación.

-Tu primero. –le pidió caballerosamente Chanyeol. LuHan asintió y suspiró.

-Quería agradecerte por ese día, en la tormenta. Si no hubiese sido por ti, probablemente ahí me hubiera quedado hasta que me diera pulmonía. Gracias.

-No tienes nada que agradecer. –Chanyeol desvió un poco la mirada. –Gracias a ti por permitirme convivir con tu hijo.

-Es un placer para mí. –le afirmó LuHan. –Hansol te ha tomado mucho cariño, y créeme que es difícil para la gente lograr eso de Hansol.

Chanyeol sonrió abiertamente mientras sentía cierta emoción invadirlo. LuHan vio como sus ojos brillaban.

-Debo irme ya.

-Oh sí, claro. Adiós LuHan.

Sehun había visto todo desde la ventana. No había alcanzado a distinguir a la otra persona dentro del auto, pero definitivamente era un hombre. Estaba incrédulo. Claro que sí, LuHan siempre había estado luciendo como la victima solo para hacerlo sentir mal a él, mientras él salía con otro. Vaya, ¿hasta dónde llegaba su descaro? ¿Qué era lo que ganaba? Podía sentir su sangre hirviendo.