Capítulo 11.

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¿Alguna vez han estado en una situación en la que han alcanzado algo que nunca pensaron que podrían alcanzar y cuando lo logran no saben qué hacer?

Es lo que me pasa justo en este momento.

Me siento tan afortunado de que Jae haya aceptado mis sentimientos; algo más allá de las palabras. Sin embargo, me invade una preocupación de que pudiera cometer algún error y hacer que se arrepienta.

He salido del hospital hace poco, y aún voy incorporandome a las actividades. Estamos en Japón ahora mismo, en contra de los deseos de mis padres de que no viajara tan rápido. E incluso de las recomendaciones de mi doctor. La verdad, desde aquel día en que hablé con Jae, sentí que podía volver al escenario esa misma tarde. Una verdadera medicina.

Jae...

Llevo siendo su amigo tanto tiempo. Por lo que me habló de sus experiencias románticas anteriores no ha tenido muy buena suerte. Tampoco parecía alguien que le diera especial atención a esas cosas. ¿Considerará tonto si le digo que quiero celebrar ese día? Me quedé viendo el comic que fingía leer mientras seguía tratando de obtener ideas.

-¡Hyung! -Yoochun llegó desde la otra habitación, trayendo consigo un montón de bolsas de distintas tiendas.

-¿Fuiste de compras? -dejé a un lado lo que hacía para poder ayudarle ya que parecía que iba a caerse.

-¡No! Son regalos de las fans.

-¿Las enviaron desde Corea? -no solían escatimar en gastos pero esto no parecía muy práctico.

-¡De Bigeast! Las fans de Japón. -fuimos dejando poco a poco las cosas en los sillones y curioseamos los paquetes.

Peluches para Changmin, unos tennis de marca exclusivos para Yoochun, una chaqueta de cuero para Jaejoong, un reloj para mí, muchas figuras de delfines para Junsu, entre varias cosas.

-Mira esta pijama, -era de una sola pieza y en forma de Hamtaro, como la que anteriormente había causado tanto revuelo- no tiene etiqueta pero, ¿para quién crees que sea? -le pregunté irónicamente y riendo un poco. Era obvia la respuesta.

-Pues esto está más que claro para quién es. -me miró con una de sus tantas caras graciosas y me pasó una pequeña bolsa que contenía un estuche. ¿Joyería? ¿Serían unas nuevas mancuernillas?

Abrí el estuche color vino que Yoochun ya había liberado antes. Él se aproximó a un lado mío para poder ver mi reacción. Eran dos anillos de oro dorado que parecían de matrimonio. No era la primera vez que recibíamos unos pero esta era la primera vez que lo hacíamos siendo una pareja real.

-Su fanclub aquí se está fortaleciendo también. -dijo mi amigo. Yo seguía viéndolos. Todos los demás se encontraban aún guardados en algún rincón de nuestras pertenencias en Corea. De vez en cuando habíamos usado alguno de accesorio para algún evento, pero nunca al mismo tiempo ni con el significado que las fans querían darle.

-¿Crees que lo usaría? -Queremos a todos los miembros por igual, es la verdad. Sin embargo, Yoochun era especialmente unido a Jaejoong debido a que eran compañeros de cuarto y él me descubrió en mi amor secreto así que inevitablemente se convirtió en el primer miembro en notarlo y al cual le confesamos nuestra relación.

-No lo sé, hyung. Creo que el mejor para saber qué es lo que le gustaría eres tú. No pierdas la confianza. -no lo vi muy convencido de la idea de los anillos y creo que tiene razón.

A Jaejoong le gustan los accesorios costosos pero curiosamente prefiere comprarlos él mismo, no tanto porque tema que no sepan cual es su gusto sino porque recibir ese tipo de obsequios habiendo crecido de la manera humilde en que lo hizo le parece incómodo. Tal vez sea algo cursi pero los regalos que más aprecia de las fans son los ingeniosos y que demuestran lo mucho que pensaron para elaborarlos.

Unnamed Story  I. For you (Yunjae)Where stories live. Discover now