Capítulo 20.

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¿Cómo puede alguien llegar a causar tanto daño?

Mi más grande preocupación ahora era pretender que estaba bien. ¿Cómo podría hacerlo? Cada vez que recordaba lo que había visto en esas fotografías las lágrimas brotaban de mis ojos. Era un mundo tan sucio y ruin. Los seres tan puros como Jaejoong usualmente suelen salir lastimados. ¡¿Pero cómo pude permitirlo?!

Todo lo hizo por mí. Ese sacrificio tan grande sería recompensado porque si él me ama yo sé que lo hago aún más y por él estaba dispuesto a hacer lo que fuera... hasta dejarlo ir. En mi interior solo se repetía una frase una y otra vez. Lo quiero lejos de aquí, muy lejos de aquí, donde esté a salvo.

No podría lograrlo solo. Desgraciadamente no me creía con la suficiente fuerza. Entonces no tardé en saber quién sería la persona perfecta para ayudarme pero para eso tendría que ser sincero y contarle lo que había pasado. Le envié un mensaje de texto, a la vez que me comunicaba con Jaejoong para decirle que no podría ir con él y Yoochun a la fiesta de cumpleaños del amigo en común.

En el departamento solo quedaban Junsu y él, así que le dije que una vez que el otro se durmiera, me acompañara a mi cuarto para poder platicar. Consideré en salir del departamento e ir a otro lugar pero no me sentía seguro en ningún lado. Estaba paranóico.

-¿Qué sucede? -me preguntó preocupado en cuanto llegó.

-La verdad no sé por dónde comenzar. -decirlo a alguien más lo convertiría en algo más real.

-Me estás asustando... ¿tiene que ver con?...

-Lo sabe... -todos en el grupo habían visto cuando me llamaron así que él solo dedujo el resto.

-¿Y qué va a hacer? -dijo seriamente.

-Más bien que fue lo que ya hizo.

-...

-Min, tienes que ayudarme por favor. -le supliqué- Ese infeliz,... ese maldito bastardo a obligado a Jae a... -un nudo en la garganta me impidió seguir hablando.

-¡¿A qué?! -una vez que mencioné a Jae sabía que Min no se iba a quedar tranquilo tampoco.

Le conté todo, lo de las fotos, lo que aparecía en ellas. Los besos, la cara visiblemente de asco de Jae, y lo que había pasado aquella vez que lo recibí manchado de licor en el departamento. Para el final yo ya estaba llorando, tratando de no hacer ruido ya que Junsu dormía unas habitaciones a lado.

-Lo quiero lejos de aquí... lo quiero lejos... -lo decía de corazón. Claro que nunca ha estado en mis planes separarme de él pero saber que el precio que tiene que pagar al hacerlo es eso. Es repugnante. No me perdonaría jamás tanto egoísmo. De por sí ya me sentía mal porque, si me hubiera dado cuenta de las señales tal vez no hubiera llegado a tanto. Todo por sólo pensar en mis sentimientos.

-Malditos infelices. -sabía que también se molestaría. Después de todo el amor que siente por él siempre ha sido más allá que el de nuestros otros compañeros.

-Tienes que ayudarme, tenemos que salvarlo. Lo quiero lejos, no importa si mi libertad está de por medio. -Verlo libre y en paz será mi mejor regalo. Jamás dejaría de amarlo de cualquier manera.

-Lo sé, jamás se irá si eres el único que se queda. -eso sonó a un reproche de su parte, como lamentándose de la realidad.

-Sé que lo que te pido es egoísta, puedes negarte si quieres. -era malo, sabía que pedirle esto precisamente a él. A pesar de que le robé el amor de la persona que más quería y además pedirle su ayuda era cínico.

Unnamed Story  I. For you (Yunjae)Where stories live. Discover now