El Demonio de Pein

Capítulo 1: Un destino sellado

(nota del traductor:dejo las notas del autor)

N/A:Bueno, aquí está el primer capítulo de mi tercera historia. Este fue un desafío establecido para mí, así que tengo que estar a la altura de mis estándares. Soy un novato, pero parece que tengo una tasa de actualización excepcional, dentro de uno a tres días, y pienso en algunas tramas inusuales pero bien pensadas ... christ, esto empieza a sonar como un CV. Pero estoy escribiendo por diversión, así que avíseme si vale la pena continuar. Si no, tengo otras historias listas para enfocarme en su lugar.

Descargo de responsabilidad: escribir un descargo de responsabilidad es solo una formalidad, raramente utilizaré este espacio para ese propósito.

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Un destino sellado

Una gota de lluvia cae desde arriba, dejando su hogar en el cielo en el viaje a la tierra. Sucumbe a las maravillas de la gravedad, descendiendo de su lecho celestial. Un pequeño rayo de sol brilla a través, revelando todo el espectro de la maravilla dentro de este pequeño grano de agua. Pero la gota no conoce nada de su potencial, solo ve el camino por delante, sin saber realmente hacia dónde va, o por qué.

El tiempo que lleva desde el inicio de la vida de esta gota de lluvia, hasta el final, solo puede describirse como efímero. Y como para seguir ese nombre, esta gota de agua tiene un propósito que ninguno de sus hermanos ha tenido. Se desploma en el aire, lo primero que se ve son las rocas grises de la tierra. Pero a medida que se acerca, su destino parece ser una extraña forma negra que yace en el suelo debajo de él. Pero eso también es una creencia falsa, ya que la vista de las gotas de lluvia está llena de una forma redonda anaranjada, con un agujero oscuro a un lado. Es ese agujero por el que cae la gota de lluvia, rompiendo una extraña combinación de blanco, rojo y negro. Ese extraño símbolo que formaron los colores, no se parecía en nada a la gota de lluvia. Pero ese símbolo enigmático, sea lo que sea, reacciona violentamente al toque de Ephemeral.

"¿Qué piensas hacer ahora?" preguntó Uchiha Madara, "Sin el Gedō Mazo".

Levantó la cabeza, la mayor cantidad de movimiento que podía manejar debido a las barras negras atravesadas por sus brazos y piernas. Miró a la persona que estaba frente a él, un hombre con largo cabello naranja que le caía por la espalda. Este hombre tenía una cara muy perforada, con objetos negros al igual que las varillas perforando al derrotado Uchiha antes que él. El hombre miró a Madara con ojos impasibles, ojos grises y varios círculos negros alrededor de la pupila. El hombre se inclinó hacia adelante, con una mano que se estaba recuperando de su capa negra, y las nubes rojas parecían ondear con su movimiento. La mano se colocó encima de la varilla que perforó la pierna derecha de Madara, la agarró y se torció, lo que obligó a Madara a encogerse de dolor.

"Si no puedo tener el arma". el hombre dijo, sin signos de remordimiento por el sufrimiento de Madara, "Entonces simplemente necesito ... discípulos".

"¿Discípulos?" Madara repitió, dejando escapar una risa seca, la única cosa seca en este lugar, "¿Construirás un ejército? ¿Cómo esperas ganar tantos seguidores?"

"El hombre se siente atraído por el poder". el hombre respondió: "El poder de infligir dolor a sus enemigos. Simplemente necesito que esos seres de poder estén a mi lado, y otros seguirán".

"¿Los Jinchuriki? ¡Ja! ¿Crees que puedes controlarlos? Puedes conocer el dolor, pero no conoces su dolor. Nunca te seguirán".

"Es ese dolor el que asegura que me seguirán. Les ofreceré una liberación de ese dolor y les daré la paz que tanto desean, si eso es lo que desean".