CAPÍTULO 6. ¿QUÉ PUEDO HACER PARA QUE SEAS FELIZ?

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Narra Silver

Han pasado dos días desde la cena, de nuevo comencé a aislarme, mis hermanos me llamaban preocupados y yo solo les respondía que estaba perfectamente bien

-Mocoso, me acabo de conseguir un nuevo trabajo-sin mi permiso Scourge entró a mi habitación

-Aja-yo simplemente estaba viendo el techo, ignorándolo completamente, lo cual no fue una buena idea, ya que me quitó mi almohada y me empezó a golpearme con ella

-No me ignores desgraciado-

-Déjame tranquilo-le logré quitar la almohada para volver a ponerla debajo en mi cabeza

-Has estado así desde tu tonta cena ¿se puede saber qué te paso?-

-Me encontré con Amy-

-¿Y?-

-Les empezó a contar a todos sobre cómo nos conocimos, hablo de...ellos-no tenía las agallas para pronunciar esos nombres

-Ya veo ¿explotaste?-

-No, me hice el que no se acordaba de nada, después empecé a temblar y a marearme-

-Empezaste a vomitar y luego me llamaste-

-Sí-no sé por qué me sentía muy cansado

-Hay niño, te atormentas demasiado por eso, deberías de dejar de pensar tanto, relajate-se dirigió a la puerta- me tengo que ir a trabajar, hoy es mi primer día-

-Adiós, suerte-y salió de mi cuarto, logre escuchar la puerta del departamento abrirse y cerrarse, se había ido-el muy idiota no me dijo a qué hora vuelve-

Me levanté de mi cama para ir a mi estantería y buscar algún libro interesante, pero simplemente nada captaba mi atención

Prefería tomarme una relajante ducha, cuando me iba a dirigir al baño Mephiles entró con una bandeja de comida

-Ten-me extendió la bandeja hacia mí

-No tengo hambre-

-No has comido bien en estos días-

-He dicho que estoy bien, déjame tranquilo-empecé a hartarme y me salí de mi cuarto mientras él me seguía

-¿Por qué mientes?-

-No estoy mintiendo-

-Claro que sí, siempre lo haces-no supe que responderle, si ya sabía que tenía razón -Por favor come-

-De acuerdo, solo si así me dejas en paz-tomé el emparedado y comencé a devorarlo, de verdad tenía mucha hambre

Después de un rato termine de comer lo que me preparó, estaba realmente delicioso

-¿Ya te sientes mejor?-

-Sí, perdón por tratarte así-

-Realmente no me importa cómo me trates, mi trabajo es protegerte y hacerte feliz-lo decía con su rostro totalmente inexpresivo

-Ya veo-

-Aun no respondes a mi pregunta ¿Por qué mientes?-

-Me hace la vida un poco más fácil-

-¿De verdad?-

-Sí, en la cena mis mentiras me salvaron de desmayarme frente a todos-ahora si me dirigí a bañarme

Bajo una máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora