XXXVII.- ❝El cuento de hadas❞

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La noche anterior había sido la despedida, una pequeña fiesta donde amigos cercanos a Harry habían sido invitados para despedirse, justo antes de que partiera a la universidad. Bailamos toda la noche e hicimos el amor. Temprano al día siguiente, me fue a dejar a mi casa y luego regresó a su departamento para poder alistar sus cosas.

Giré hacia el reloj ubicado en mi mesa de noche, eran las nueve de la mañana, no había tenido las fuerzas necesarias como para acompañar a Harry al aeropuerto y despedirlo. Simplemente no había podido, me dirigí al baño para asearme y cambiarme, por alguna extraña razón tenía ganas de salir a caminar durante un rato para poder consolarme a mi mismo con la idea de que eso sería lo mejor para él.

Mamá ni siquiera me molestó, ella entendía a la perfección como me sentía tan solo con mirar mi facha y asintió en silencio cuando le dije que saldría a caminar.

Las calles permanecían abrumadas de personas y el único que parecía tener una cara larga en un hermoso día era yo. Habíamos acordado comunicarnos y todos los fines de semana el vendría a la ciudad para poder pasar un tiempo juntos, incluso había comentado algo de reprobar un semestre o provocar a su padre para ponerlo en mi universidad, aunque ninguna de las dos opciones era buena.

Caminé hacia el parque central y me senté en una de las bancas, alrededor se encontraban varios niños jugando y personas conversando, sin mencionar las románticas parejas que paseaban tomados de la mano o con amplias sonrisas, definitivamente ni siquiera Dios parecía estar de mi lado ese día. Me parecía tan injusto haber tenido que atravesar tantas cosas para terminar de esta manera, una relación a larga distancia, la cuál sin lugar a duda sería realmente difícil, muchas personas habían dicho que las relaciones a larga distancia no funcionaban, y creo que no se equivocaban.

Otra vez empecé a sentirme miserable ante la idea de como sería mi futuro, durante los primeros meses la pasaríamos bien con las esperanzas de llevar la relación, pasaríamos un fin de semana haciendo el amor y saliendo, luego el regresaría a su universidad y yo me quedaría en la mía, pero una de esas veces, por cuestiones del destino, él no vendría un fin de semana y luego sus constantes faltas se irían incrementando. Lo llamaría, pidiendo que viniera y él lo haría solamente para complacerme ya sin muchas ganas y esperanzas, aunque yo también estaría de esa manera, me sentiría atado a algo del cual me convencería no iba a funcionar y uno de esos fines de semana o incluso por una de las pocas llamadas telefónicas que nos haríamos, ambos daríamos un pie a un lado para terminar nuestra relación, excusándonos, obviamente, con el hecho que necesitábamos avanzar, iba a doler, eso era cierto, pero poco a poco nos olvidaríamos.

Y lo peor no era el dolor, sino el olvido.

Un sonido, demasiado conocido para mi, me sacó de esos tortuosos pensamientos, miré hacia la pantalla de mi celular, Niall me llamaba, contesté con un leve hola super desganado.

-¿Louis?- la voz de mi él sonó un poco preocupada.- ¿Dónde estas?

-En el parque, salí a caminar durante un rato ¿Harry ya se fue?

Un silencio al otro lado de la línea me dejó sin cuidado, ahora no parecía importarme nada.

-Si.- contestó Niall.- ¿Por qué no vienes a mi casa? Dentro de una hora Zayn va pasar y podemos ir a comer algo y ver lo de la universidad.

Eso fue como un golpe en el estómago, era cierto, se me había olvidado por tan solo un instante. Niall no tenía que enfrentar el problema de ver a su novio partir, Zayn no tenía que irse a otra ciudad sino que estudiaría con nosotros, ya que su padre no estaba dispuesto a pagar para que su hijo se convirtiera en escritor, así que lo iba a enviar a la universidad local. Ellos estarían juntos y me alegraba por ellos, pero me hacía sentir triste no tener lo mismo con Harry.

-Claro.- volví a la realidad respondiendole.- Voy dentro de unos quince minutos ¿okey? Adiós Nini.

Cerré mi celular y lo volví a guardar en el bolsillo de mi abrigo. Solté un suspiro mientras enterraba mi rostro entre mis manos, no quería otra cosa que no fuera desaparecer. Hubiera seguido con mi posición de niñito abandonado si no fuera porque sentí como alguien se ponía adelante mio, no me moleste en levantar la vista, simplemente traspase todo mi estado de ánimo a mi voz.

- Lárgate .- musité.

Al ver que aquel desconocido no se iba, levanté la mirada dispuesto a dirigirle una serie de malas palabras pero casi me caigo de espaldas cuando veo al hombre de mi vida, justo delante mio, sonriente.

-Harry.- logré decir con dificultad.- ¿Harry Styles?

Parpadeé intentando comprobar que no se trataba de alguna alucinación pero al seguir viendo su brillante sonrisa con su típico gesto despreocupado con brazos cruzados, un chillido de emoción acompañado de unas lágrimas provinieron de mi lado. Me lancé sobre el, siendo recibido por los fuertes brazos que había creído perder hace tan solo segundos.

-Bueno, eso de "no puedo pedirte que te quedes" era mentira.- su comentario fue natural, como si nada.- Y me alegro que haya sido así.

En otras circunstancias le hubiera dado un codazo pero lo único que atiné fue a quedarmele mirando, sorprendido.

-No tomaste el avión .- dije emocionado.

-¿Porqué lo tomaría? Te dije que quiero estar contigo.

-Pero...¿qué va a pasar con la universidad?

-Te amo.- me interrumpió y luego abrió los brazos en un gesto de exclamación para que todos los del parque lo escucharan.- ¡Amo a Louis Tomlinson! ¡ESTOY LOCO POR ÉL! ¡LOCO! ¡Y nunca en mi vida, NUNCA, me apartare de él!

Las personas alrededor tenían grandes sonrisas, algunas nos miraron con ternura, otros con desagrado pero siguieron su camino. Harry me atrajo otra vez hacia él, dejando nuestros labios tan solo a centímetros.

-Te amo...- susurró.

Mis mejillas se encontraban bañadas en lágrimas, cuando estaba a punto de responderle, mi atención se concentro en el pequeño detalle que hizo. Metió su mano dentro de su bolsillo y mis ojos parecieron abrirse y mi corazón detenerse cuando de uno de estos, un hermoso anillo salió. Se arrodilló al frente mio, justo como en las películas románticas y esbozó una gran sonrisa.

-Louis, mi amor, espero que no sea muy pronto para decirte esto, pero simplemente no puedo aguantar... ¿Quieres casarte conmigo?

La cabeza empezó a darme vueltas, las lágrimas rodaron más por mis mejillas mientras me llevaba mis manos sobre mis labios, casi reprimiendo un grito que seguramente se hubiera escuchado hasta Plutón.

-Sí.- empece a reírme con la respiración entrecortada.- Quiero casarme contigo.

-Ah, eso es bueno.- se paro sonriente y me atrajo hacia el.- Porque no pensaba dejarte decir que no, eres mío.

Nuestros labios se unieron en un profundo beso. De todos los besos que podían haber en el mundo apasionados, tiernos, seductores o tímidos, ese era el mejor de todos. No me importo que las personas alrededor dieran gritos de alegría y aplausos, algunos silbidos y risas. Era feliz. Harry no se había ido, no había subido al avión en ningún momento y había decidido quedarse aquí conmigo.

Después de todo, el cuento de hadas si tuvo su final de ensueño.

Hate is another form of love || L.S || Adaptación | Terminada ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora