Hate is another form of love || L.S || Adaptación | Terminada ✔

XXXI.- ❝Un castigo demaciado peculiar❞

-No tengo la menor idea de que es lo que esta pasando con usted, señor Tomlinson.- espetó el director.

La guerra de comida, una de las más geniales en toda mi vida, había sido calmada solamente cuando el director se hizo presente en la cafetería, pero no había logrado salir del todo ileso, su perfecto terno se hallaba con una mancha del helado que algunos chicos habían recibido como postre.

Inmediatamente las miradas acusadoras se habían dirigido hacia nosotros cuando el director cuestionó acerca de los responsables. Niall y Zayn habían logrado salvarse, al igual que Kelsi, ya que prácticamente Harry y yo fuimos los que enserio comenzaron la guerra, así que ambos nos encontrábamos en la oficina del director.

Contrario a cualquier suposición, no me arrepentía ni siquiera por tener comida en el cabello, me había divertido mucho, pero a diferencia de Harry yo si me obligué a ocultar una perfecta sonrisa en el rostro para no molestar más al director.

-Esto es completamente inaceptable.- prosiguió el director.- Y si que va a ver consecuencias por sus actos.

-Oh vamos director.- comentó Harry suelto y alegre .- ¿No nos va a castigar por algo que todos hicieron, o si?

El director se giró con una cara de demonio hacia mi novio, yo aguanté una risa.

-¡Silencio Styles! ¡Ustedes dos comenzaron la pelea y sabe Dios con que viles motivos!

Claramente el tipo estaba sufriendo algún ataque de nervios ¿viles motivos? ¿acaso creía que la guerra de comida había sido un atentado nazi?

-Usted Harry Styles no es la primera vez que viene a parar acá por alboroto, igual usted Louis Tomlinson y yo que pensé que era un buen alumno... en fin.

Tomó un respiro para sentarse en su escritorio y mirarnos fijamente los dos.

-Hoy van a limpiar toda la cafetería, absolutamente TODA.

Casi me caigo de espaldas cuando escuché eso.

-¡¿Qué?!- inquirí.

-¡Esta bien!- Harry soltó rabioso.

El director levantó las cejas en gesto de advertencia y nos indicó con la mano que nos fuéramos de su oficina, cuando salimos yo seguía recontra crispado por aquella noticia de limpiar la cafetería cuando nosotros solamente nos habíamos defendido de de Kelsi.

-Esto es increíble .- le dije a Harry.- Todo gracias a esa maldita estúpida.

Él me miró divertido, por lo visto cada vez que yo hacía una rabieta le causaba gracia, pasó su brazo sobre mis hombros, ambos embarrados de comida.

-No te preocupes.- me tranquilizó .- Te prometo que nos la pagará.

Le dediqué una sonrisa, por un momento se me había olvidado que Harry llegaba a ser realmente peligroso.

-Pero eso no levanta el castigo, vamos a tener que limpiar la cafetería.

-No vamos a tener que hacerlo, otros puedes hacerlo por nosotros mientras que... bueno... tenemos las últimas horas libres ¿no?

Diciendo eso se paró para acercarme a su cuerpo, envolviendo mi cintura con sus brazos, bajó el volumen de su voz convirtiéndola en un susurro.

-Y hay demasiadas cosas que no hemos hecho en un tiempo y podemos hacer en estas últimas horas.

-¿Cosas como...?- pregunté juguetonamente.

-Cosas como las que hicimos en los cambiadores de natación.