HELADOS GIGANTES QUE SOLO ERAN MENTIRAS

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Capitulo beteado por @@FranyHQ 

No pudo evitarlo. Y es que después de varios días aquella mirada carmesí aún seguía en su mente, la ponía tensa. Recordó el intercambio de palabras que tuvieron y no podía evitar esbozar una sonrisa, la cual borraba rápidamente al percatarse de este gesto en su rostro.

Él era un estúpido, un pedante y ella un testigo de aquella fachada. La actuación de doctor bueno no la iba a engañar. Ella lo vio clarito, se percató de la sonrisa de satisfacción, retorcida al palpar el abdomen de un pelinegro alterado por el dolor.

Ella no sabe si él se conoce con aquel paciente. Debido a que lo reviso mientras ese paciente estaba sentado en una de las sillas de la sala de espera del hospital. Fue una suerte para ellos que muchos pacientes hayan sido despachados. Pero estaba ella, algunas enfermeras e internos, además que casualmente una de las salas se encontraba abierta donde se hallaban varios señores de avanzada edad quienes observaron curiosos luego de escuchar el aullido del dolor del pelinegro.

—Que asquerosa sonrisa-aru —dijo la bermellón dando una mirada sombría al par de hombres— y pensar que atendiste a Shinpachi hace unos momentos.

—Mira ya te descubrieron —susurro el adolorido pelinegro, haciendo que la bermellón sacará sus conjeturas rápidamente.

—¡Un sádico! —Exclamó —Es la primera vez que veo uno.

—¿Te conoce? —pregunto el pelinegro.

—Calla, Hijibastardo.

—Les estoy hablando, ¿también eres un maleducado? ¿señor sádico? Sentías placer en hacerle daño al señor con flequillo en "V"

—Oye, Sou...

—¡Que te calles! —le grito el castaño mientras hundía un dedo en el abdomen, tapando la boca del pelinegro para impedir el aullido del dolor.

—¡Qué miedo! ¿Y así te llamas doctor? Oigan este doctor es un desastre, ¡alguien que me traiga a uno de verdad! — Exclamó mostrando su pulgar abajo.

—Cállate... —el castaño volteo a verla examinándola detalladamente, sobretodo el uniforme —mocosa— musitó.

—¿Eres un sádico? —Pregunto, esta vez Kagura se atrevió a hundir su dedo en la mejilla del joven doctor, sin importarle causar algún dolor.

—Si pudiera te mataría — gritó llamando la atención de todos.

—Pues...

La vibración de su celular la interrumpió, percatándose que era de su tutor diciéndole que Shinpachi estaba en el carro que había alquilado.

—Adiós Hipócrita —se despidió, sonriente.

Habían pasado algunos días desde que lo vio, en ese tiempo Kagura no dejaba de pensar en el sádico doctor,no sabía porque, pero tenía que averiguarlo y seguir viéndolo nuevamente. Sin embargo, no podía ir simplemente así, las personas no van sin una razón al hospital, pensó en golpear directamente la cicatriz de la operación de Shinpachi, así la abriría y su amigo debía visitar a ver el mismo doctor, entonces ella como buena amiga lo acompañaría.

Pero no quería verlo de lejos, o desde el marco de la puerta, quería verlo más de cerca, observar su fino rostro, tener una cita a solas con aquellos ojos rubíes que la miraban intensamente y ver los delgados y carnosos labios. Kagura soltó un bufido al darse cuenta a donde iban sus pensamientos, aunque le doliera admitirlo, el sádico doctor era bastante guapo, pero no lo suficiente para pensar que podría gustarle.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2018 ⏰

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