-¿ Que estás diciendo ? - la mirada de Paul luce perdida mientras su respiración luce agitada como si mi acusación lo lastima cual dagas en gargantas.
Sé perfectamente que él no tiene nada que ver en esta repentina prisión que se ha convertido mi propia casa, mucho menos que halla permanecido mas de 15 días inconsciente sin necesidad y menos aún de ser amenazada con volverme a drogar en caso que no coopere.
Maikolt aun no me libera de su agarre, y eso se puede considerar normal, Maikolt ha tenido que lidiar conmigo cuerpo a cuerpo sencillamente porque es quien hace el trabajo sucio de mi padre. pero en este preciso momento, no quiero corresponderle, mis fuerzas y mis ganas de luchar han desvanecido.
No articulo palabra no hago ningún movimiento, solo me dejo llevar por esta sensación que oprime mi pecho sin remordimiento alguno.
- Dejala ir - ordena Paul con voz autoritaria mientras pasa sus manos por su frente reiteradamente.
- No lo haré. Esta jovencita necesita mano dura, siempre ha sido una patada en el culo.
- Eso no te incumbe a tí. ¡¡Sueltala ya!!, date cuenta que esta delicada aún.
- ¿ Que es lo que pasa ? ¿ Porque tanto escándalo ?
La voz del hombre que llamo padre, aquieta a ambos hombres que le miran con sorpresa, con respeto mientras yo... yo solo quiero odiarlo, quisiera que no fuera el magnate millonario tan frío y drástico de mi padre.
- Señor- se aclara la voz el hombre de mas edad- la srita quiso entrar en la sala de entrenamiento y se ha alterado cuando yo....
- Esta bien Maikolt, retirate.- Maikolt asiente y desaparece escaleras arriba.- Tú también Paul, ya hablaremos tu y yo.
Seco mis mejillas con brusquedad, sin querer asimilar la obviedad recalcada en mi cara.
- Quise esperar hasta mañana para aclarar ciertos puntos, pero siempre tienes que hacer un berrinche y arruinarlo todo.- se acerca lentamente y lo miro con desdén, con decepción, discriminación.
- No te acerques a mí Gerald.
Su cara palidece y me mira con cautela.
- ¿ Que es lo que sucede contigo ?
- ¡Eso quiero saber yo!- grito.- como puedes ser capaz de ordenar drogarme sino cumplo tus putas ordenes no te imaginas lo mucho que me lastimas. - lagrimas se asoman por mis ojos y ya no puedo hacer nada para detenerlas- Todo este tiempo quise creer que me hacías la vida de cuadritos para protegerme pero no es así, claro que no, tú, tú todo lo que quieres es control y respeto aun sin ganarlo, sin merecerlo.
- Ten cuidado con lo que dices, Gail.- me reclama con voz tan neutra que carcome mis nervios.
- ¿ o que ? ¿ que harás ahora "padre"? ¿ me internaras de por vida ? ¿ me llevaras a un manicomio ? ¿me encerraras en mi habitación por días, sin hablar con nadie como muchas veces hicieron tu y mi madre?.... ¡¡ PUES TENDRÁN QUE MATARME!! -- Las palabras salen a borbotones sin poder controlarlas, cuando un ardor recorre mis mejillas a causa del impacto de su dorso con mi rostro.
- A mí no me hablas así, lo creas o no lo único que quiero es tu bienestar y si tengo que pasar incluso por encima tuyo, créeme, lo haré.- camina en círculos mostrando furia y descontrol.
Me acuno en el suelo tomando mi mejilla saboreando el sabor metálico proveniente seguramente por mis labios mientras lagrimas calientes bajan sin permiso.
- Y para que lo sepas de una vez, no seguirás jugando al policía y al ladrón ya no trabajarás para la organización ni para nadie. Te quedaras aquí cumpliendo tu tratamiento y tus exámenes pertinentes para regresar a casa como siempre debió ser.
ESTÁS LEYENDO
En La Venganza Y En El Amor
Romance- Vamos nena. No me digas que ya te cansaste. El sudor recorre todo mi cuerpo las punzadas en mi cabeza cada vez son más letales ¡ Maldita enfermedad !! De cualquier manera logrará que termine muerta lo más pronto posible. - ¡Eres un bastardo!- ja...