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Calum tenía resaca.

Bebió como todo un sucio alcohólico anoche, con la excusa de que estaba festejando su cumpleaños.

Sólo lo hacía para olvidar a Cassie.

En medio de sus gruñidos debidos al dolor de cabeza, tocaron su puerta.

No le había alcanzado para comprar  un timbre, no lo juzguen.

Calum abrió.

Era Cassie.

Se olvido por completo de su dolor.

Cassie lo abrazo y se pegó a su cuerpo como si esta fuera chicle.

Calum no podía estar más feliz.

- Lo siento.
Dijo arrepentida por su comportamiento tan inmaduro.

- No, yo lo lamento, enserio.
Respondió el, después de todo el empezó sacándole en cara que era una ramera.

• c y k a • |c.h|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora