Mirámos por la ventana y vímos salir humo de la parte principal del castillo.
- ¿Nos atacan?
Empezaron a oírse más golpes, cosas rompiéndose y gritos. Tobirama se levantó y fué hacia la puerta.
- Ah no, esta vez tu te vienes conmigo.
Me cogió de la mano y salimos de la habitación para ver que pasaba. Al salir al pasillo Tobirama miró a la derecha y yo a la izquierda. Al final del pasillo vi a Hidan y Kakuzu peleando contra A.
- ¡¡¡HIDAN!!!
Chillé a pleno pulmón para estar segura de que me oían. Ambos se giraron hacia mí.
- Hidan, ve, yo entretengo a éste.
Hidan no se lo pensó dos veces y hechó a correr hacia mi pero A era demasiado rápido y se le escapó a Kakuzu, dándole una patada a Hidan en la espalda que lo envió a otra habitación travesando la pared.
- Estupida mocosa... -gruñó Tobirama-.
Empezó a hacer el hiraishin para alejarme de ellos. Yo por el contrario activé mi mangekyo y trataba de ir hacia ellos. Me soltó y trato de pegarme, supongo que querría dejarme inconsciente, pero pasó a través de mi. Use el kamui como Obito me habia empezado a enseñar para que el enemigo no pudiera tocarme.
Tobirama y yo empezamos a pelear. Yo estaba perdiendo, Tobirama es demasiado rápido y fuerte para mi. Entonces la pared de mi derecha se derrbó haciendo que grandes trozos de piedra salueran despedidos en todas direcciones. Tapé mi cabeza con mis brazos y al incorporarme pude ver a Tobirama en el suelo tosiendo y frente a mi estaba Nagato.
- Alba, ¿Estas bien?
- ¡Nagato! -exclamé feliz para lanzarme a sus brazos.
- Tranquila, vamos a llevarte a casa. -dijo acariciándome el pelo.
- Malditos Akatsuki.-dijo como pudo Tobirama tratando de levantarse.
Nagato levantó su mano y el cuerpo de Tobirama salió disparado hacia atrás travesando varias paredes. Abrí mucho los ojos frente al inmesurable poder de Nagato. Sabía de lo que era capaz, lo ví en los recuerdos de Madara, pero verlo en primera persona era otra cosa.
- ¿Te queda chakra?
- Si, me siento débil pero aún tengo bastante.
- ¿Cuántas veces más crees que podrías usar el kamui?
- Creo que cinco.
- ¿Y llevando a 3 personas?
- Entonces dos veces, tal vez tres.
- Suficiente.
Empezamos a correr en dirección a Hidan y Kakuzu. La pelea contra A no parecía sentarles muy bien, ambos estaban en las últimas.
- Hidan, Kakuzu, retirada. La tenemos.-ordenó Nagato.
- No os dejaré.
Pero en cuanto A se interpuso entre nosotros, Nagato puso una mano en mi hombro y nos transporté a tras Hidan y Kakuzu, tocando a cada uno con una mano en el hombro, llevándonos a todos fuera.
- Konan, envía la señal.
Ví a Konan levantar los brazos saliendo de sus mangas trozos de papel que invadieron el castillo. A los pocos segundos se escuchó un crujido y una parte del castillo se derrumbó dejando ver un hermoso Susano violeta. Poco a poco empezaron a salir todos los Akatsuki. Para mi sorpresa también estaban los espadachines.
- Me alegra ver que sigues viva, enana. -dijo Ameyuri abrazándome-.
- Nos encontramos a tus amigos en el camino y les explicamos que tu nos has salvado. -explicó Haku-.
Entonces apareció Sasori corriendo.
- ¡Larguémonos, Madara y Deidara van a volar el castillo!
Todos empezamos a correr hasta cierto punto que creímos seguro. Pude ver en las alturas a Deidara sobre un pájaro de arcilla, y en el otro lado el susano de Madara. Nagato juntó sus manos y un manto violeta nos cubrió creando una barrera protectora. A lo lejos pudímos oír el eco del grito coordinado de Madara y Deidara para destruir definitivamente el castillo.
- ¡Katon: Gōka Mekkyaku! (Gran aniquilación de fuego)
- ¡Katsu!
La gran construcción de piedra fente a nosotros se convirtió en un mar de llamas rodeado de explosiones. Cuando todo se quedó en silencio y se disipó el humo pudímos ver los restos del castillo, del que apenas quedaba alguna pared en pié.
Óbito apareció frente a nosotros con una mano en el hombro de Deidara. A los pocos segundos apareció Madara. Me abalancé sobre él dejando escapar alguna lágrima, abrazándole. Él correspondió a mi abrazo pero nuestro momento fué interrumpido.
- Siento molestar tortolitos, pero se acercan refuerzos por el oeste. Tenemos suerte de haber encontrado pocas personas hoy, así que aprovechemos para huir. -explicó Óbito-.
Deidara sacó unos pájaros de arcilla de sus bolsillos e hizo que crecieran para llevarnos a todos. Madara invocó a un halcón y yo subí tras de él.
El cansancio se aduañaba poco a poco de mí, hasta que quedé profundamente dormida en la espalda de Madara a lomos del hermoso halcón.POV Madara
- Madara, deberíamos parar. -sugirió Kisame-.
- Todavía podemos seguir, si avanzamos por la noche no nos alcanzaran.
- Estamos cansados, son 3 dias de camino, no podemos hacerlos seguidos. -respondió Deidara-.
- Esta bien, acamparemos aquí.
Le pedí a Tai que descendiera para poder descansar, él también se encontraba exhausto.
- Uchiha Madara, si aprecias a la humana que llevo encima, más te vale echarle un vistazo. Huelo sangre debajo de su ropa. -aconsejó mentalmente el halcón-.
¿Sangre? La bajé con cuidado, acostándola en el suelo y subí un poco su jersei. Mis ojos se abrieron como platos al contemplar su abdomen vendado y con sangre fresca empapándo las vendas.
- ¡Konan, Orochimaru! Aquí ahora mismo. -exigí furioso-.
Los mencionados corrieron hacia mí asustados por mi repentino cambio de humor.
- ¿Que sucede Madara-sama?
- Konan, desnúdala y examina las heridas de su cuerpo lo más rápido posible. Orochimaru prepara todo lo que Konan te pida para sanarla.
Konan creó un manto de papeles que envolvió el cuerpo de Alba, llevándosela lejos de miradas indiscretas. Me hervía la sangre, haría pagar al desgraciado que le puso la mano encima. Konan apareció con Alba flotando sobre los papeles, le habia quitado el bendaje del abdomen y le habia vendado los pechos roto los pantalones lo suficiente para que Orochimaru pudiera tratarla.
- Sus heridas son recientes, alguien se encargó de saturarlas pero el movimiento las volvió a abrir. No ha perdido demasiada sangre pero creo que tiene infectados algunos cortes.
- Déjame el resto a mí, desinfectaré las heridas y me asegurare de que se cierran esta misma noche.
Escuché su conversación sin mirarles, mis ojos no podían apartarse de la maltratada figura de Alba. Tenia diversos cortes en la espalda y dos en el costado, además de varios moretones en abdomen y piernas. Y ese mordisco en el cuello... Esa marca no es mía. ¿Cómo no me dí cuenta antes?
- Ma-mada-ra...
- Se está despertando.
- Traedle agua.
- ¿Dónde...
Me acerqué a ella y tomé su mano entre las mías.
- Estoy aquí princesa. ¿Qué te han hecho?
- No te pre-preocupes.
- ¿Se ha aprovechado alguien de ti?
- ¿Que cojones dices Madara? -saltó en seguida Hidan- ¿A que mierdas biene esa pregunta?
- Esa marca en su cuello, la que está más cerca de la mandívula, no se la hice yo.
El rostro de Hidan se ensombreció. Se acercó a mi pequeña y acarició su clavícula con un dedo.
- ¿Quien coño se ha atrevido a ponerte la mano encima, enana?
- To-To... -se ve interrumpida por la necesidad de toser, se incorporó un poco y se recostó en mi hombro todavía sin soltar mi mano.
- Vámos, dínos quien fué. -la incité.
- Fué Tobirama.
Ese maldito hijo de perra malnacido... ¿Como se atreve a tocarla? Me las pagará...
- Pe-pero no me hizo nada. Se detubo antes de que pasara nada.
- ¿De verdad?
- Si... Lo intentó pero... Por algún motivo se detuvo cuando... Cuando...
- No hace falta que lo digas si no quieres, me conformo con saber que no te forzó. ¿Fué él también el que te pegó?
- Si.
- ¿Porqué?
- Porque no quería obedecer a ese imbécil. -noté el asco y el odio en sus palabras, cosa que me gustó-.
- Bien hecho mi pequeña, has sido muy valiente resisitiéndote a ellos y quedándote a pelear para salvar a los de la niebla. Estoy orgulloso de tí.
- No me digas que estás orgulloso, fuí débil, me conformé a esperaros en vez de luchar por mí misma, ni siquiera pude evitar que Tobirama me encadenar para castigarme.
- Se lo haremos pagar, te lo juro.
- Ei, Akatsukis, la chica tiene que dormir y vosotros solo la llenais de preguntas, dejádla en paz un rato. -dijo Ameyuri-.
- Esta bién, todos a dormir. Mañana no pararemos hasta llegar a la guarida.
-
ESTÁS LEYENDO
Ore wa... Uchiha Madara.
FanfictionDespués de los hechos acontecidos en Naruto Shippuden, incluso años después de la generación de Boruto, ciertos sucesos hacen que un grupo de historiadores e investigadores japoneses revivan por accidente los restos de los ninjas a los que estaban e...