Caldeando el ambiente

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Una sonrojada Fran se encontraba sobre el pecho del azabache que a su vez la sujetaba por la cintura, apoyados en una de las paredes de la cocina.
- ¿Pero qué...?
Itachi ni siquiera reparó en nosotros, mantenía su vista fija en Fran.
- ¿Estás bien? -le preguntó-.
- ¿Eh? Yo... Esto... Ah, ah si, estoy bi-bien.
La cara de Franchesca era digna de fotografiarla, parecía un tomate maduro.
- Vaya Itachi, veo que no pierdes el tiempo. -se rió un divertido Kisame observando la escena apoyado en el marco de la puerta-.
- No es lo que parece. Ella se resbaló y yo sólo la sostuve para que no se hiciera daño. -aclaró Itachi-.
- Si, e-eso mismo. Yo... Lo lo lo siento Itachi, soy muy patosa.
- No te preocupes, no fué culpa tuya.
Después de aclarar la situación nos dispusimos a comer.
- Y... ¿Teneis planes para esta tarde? -preguntó Hidan con interés mirando a Fran-.
- Bueno, la verdad es que no habia pensado en nada. Podríamos ir a bañarnos a la cascada, además hace tiempo que ni veo a Loba. ¿Que te parece Fran?
- Claro, me encantaria.
- ¿No preferirías venir a mi habitación a que te explique lo que es el Jashinismo, preciosa? -pregunto Hidan coqueto-.
Me hicieron gracia los cutres intentos de Hidan por llevarsela a la cama y la cara de confusión de Franchesca. Todos empezamos a reír hasta que ví pasar un tenedor volador y clavarse en la mesa al lado de la mano de Hidan.
- Ten cuidado con tus palabras, sádico, si no quieres que los cuervos te devoren.
- ¿Uh? ¿Que mierdas dices, Uchiha? ¿Es eso una amenaza? -provoca Hidan levantandose de la mesa-.
- Si, lo és. Fran esta bajo mi cuidado y como le pongas tus sucias manos encima te valdrá mierda tu inmortalidad. -responde Itachi levantándose también-.
De repente ambos salen disparados en direcciones contrarias estrellándose contra las paredes.
- Dejad ya las peleas, la estáis asustando. -dice Nagato tras lanzarlos por los aires-.
- Fran es muy pacífica y no está acostumbrada a las peleas, por favor, intentad comportaros un poco delante de ella. -pedí con calma-.
- Claro enana, lo siento. -concedió Hidan-.
Sin que nadie lo esperara se oyó una pequeña risa y después mi amiga estalló en carcajadas. Todos la quedamos viendo como si fuera un bicho raro.
- ¿Que es tan gracioso? -pregunté arrugando la nariz molesta -.
- Que pareceis una familia y tu eres la madre a la que obedecen sin rechistar.
Algunos acompañaron a Fran con las risas, la comparación realmente se veía extraña. Yo también reí con ganas hasta escuchar un murmullo a mi lado.
- Con que una familia, ¿Eh? Tsk...
Era apenas audible pero lo oí gracias a que el propietario de ese comentario estaba sentado a mi lado absorto en sus pensamientos, no parecía si quiera haberse dado cuenta de decirlo en voz alta.
- Madara, ¿En que piensas?
- ¿Hmm? No, en nada, no te preocupes. -dijo cabizbajo-.
- Alba, ¿Os hace un poco de compañía en el lago? -quiso saber Kisame-.
- Bueno por mi no habria problema. ¿Fran, que dices?
- ¿Eh? ¿Yo, yo...? Bu-bueno, esta bien. Son tu-tus amigos. No pasa nada.
- ¿Así vamos todos? -preguntó Konan con una sonrisa-.
- Claro, lo pasaremos bien. -añadió Sasori-.
- Vamos, te llevaré a coger tu ropa y a una habitación dónde puedas cambiarte. -dijo Itachi ofreciéndole la mano a Fran-.
Ésta levantó la mirada y dudó, pero terminó dándole la mano con un sonrojo evidente y dejándose guiar a través de los pasillos mirando al suelo avergonzada.
- Creo que tu amiga va a quedarse más tiempo del que crees. -susurra Madara en mi oído poniéndome la piel de gallina-.
- ¿Porqué dices eso?
- Al parecer nuestro amigo Itachi despierta cierta... Curiosidad, en ella.
- ¿Quieres decir que... -dije abriendo mucho los ojos-.
- ¿...le gusta? Así es, ambos se atraen. -concordó terminando mi pregunta-.
- ¿Como puedes estar tan seguro?
Madara me sonrió de lado con esa sonrisa socarrona que tanto me encanta, se acercó un poco a mí y de pronto noté su mano por debajo de la mesa en mi muslo dándome suaves caricias por encima del pantalón.
- Estoy tan seguro de que ambos se atraen cómo lo estoy de que sólo con este gesto ya estas mojada por mí. -dice ronroneando en mi oído-.
Agacho la cabeza abergonzada en señal de confirmación y verguenza. Creo que ahora soy yo la que parece un tomate.
- Nosotros también deberíamos de ir a cambiarnos, ¿No crees?
- Si, cla-claro.
Tras despedirnos del resto nos dirigimos a la habitación tomados de la mano.

POV Franchesca
Dios, que nervios, que verguenza. ¿Porqué todavía no suelta mi mano?
- Ya llegamos. -dice rozándo sus dedos con los míos al separar nuestras manos-.
- ¿Que? -dije como una tonta nirándolo embobada-.
- Dije que ya llegamos a la habitación dónde dejamos tus maletas. -respondió sonriéndome ligeramente-.
Por favor que sonrisa más bonita tiene, debería de sonreír más a menudo. Y sus ojos, podría perderme eternamente mirando esos dos pozos negros brillantes como el cielo nocturno. Sin darme cuenta me quedé plantada ahí delante de él mirándolo fijamente a los ojos. Por dios qie es guapo este chico.
- Fran, ¿te encuentras bien? -dijo Itachi acercándose más de la cuenta-.
- Yo... Eh, claro. Si si, estoy..  de mara-villa...
Itachi terminó de acortar la distancia entre nosotros, tomó mi cara entre sus manos y acercó su rostro lentamente al mío, sentí mi corazón acelerarse sobremanera y cerré los ojos intimidad por tal cercanía, pero no me aparté. Hasta que sentí sus labios besar mi frente. Tras esto se separó un poco y me dió un golpecito en la frente con dos dedos haciendo que diriga mis manos a la zona golpeada.
- Esta bien, no tienes fiebre. Estás muy roja y pensé que tal vez te hubieras enfermado. Esperaré fuera de la habitación mientras te cambias.
- Va-vale...
- Olvida la verguenza conmigo, puedes confiar en mi, te protegeré de cualquiera y de cualquier cosa, lo prometo.
Dicho esto se fué cerrando la puerta tras él. Yo me quedé como boba mirando la puerta unos instantes hasta que me acordé de mi traje de baño. Me dispuse a cambiarme sin poder sacarme de la cabeza la proximidad que habia tenido hace unos minutos con el hermoso azabache de la coleta... Y pensar en bañarme con el en la cascada si que me producía fiebres.

Ore wa... Uchiha Madara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora