013.

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Alemania se encontraba fuera de la copa del mundo.

Los rostros tristes, frustrados y decepcionados no se hicieron esperar por parte de los teutones, ni el llanto por parte de sus familias.

Aquí se acababa la ilusión de repetir el campeonato por parte de los alemanes. Era así como volvían a casa con los corazones rotos.

La maldición del campeón se hacía presente.

Al momento que el árbitro dio por finalizado el partido, Meli aventó sus cosas y salió corriendo a consolar a su esposo, sin importar que estuvieran frente a miles de personas, que pudiera perder su empleo y la sanción que podría darles Löw, en ese momento lo único que quería era abrazarlo.

Como pudo limpio sus lágrimas, buscó a Julian ignorando a sus amigos y lo abrazó como sino hubiera un mañana.

—Estamos fuera... —la decepción se hacía notar en la voz de Julian, en cualquier momento se quebraría.

—Eres un campeón, nunca lo dudes —Meli soltó por un momento su abrazo y seco las lágrimas traicioneras que se escapaban de los ojos de su marido—. Te amo infinitamente, por y para siempre, en esta y en todas las vidas.

—Gracias por estar, no se que sería de mi sin ti —la volvió a abrazar y se soltó a llorar.

—Mi amor, diste lo mejor de ti y estoy muy orgullosa, se que duele, creas o no yo también lo siento, comprendo la frustración pero ambos sabemos que es un juego y solo puede haber un ganador —susurró Meli—. Estoy más que segura que volverás y volverán más fuertes que nunca, te amo.

—Te amo más, mucho más —Julian le dio un beso corto en los labios, acto seguido se dirigieron por su pequeño.

Al llegar con Lola, apenas contenía el llanto, no podía creer lo que acababa de pasar. Tenía en brazos a Sebastian mientras Mikhaela lloraba en los brazos de su padre. Özil hacía todo lo posible por contentar a la pequeña pero ella también sentía todo lo que estaba ocurriendo.

—Ya no tenemos nada que hacer acá, ahora solo quiero unas vacaciones para olvidar este trago amargo —Julian se dirigió hacia su cuñada—. ¿Vendrás con nosotros, Lola?

—No, lo siento, pero le prometí a Nacho estar presente en el próximo partido —Lola le dio un abrazo.

—Entiendo...

—¿Es en serio? —Mesut logró entrar a la conversación.

—¿Acaso alguien te invito a hablar? ¿No, verdad? Cállate —Lola se cruzó de brazos.

—Te necesito... —fue lo único que se escuchó por parte del alemán.

—¿Ah si? ¿Ahora si me necesitas? Deja de fingir Özil, tu nada más me necesitas cuando todo está mal —las lágrimas se hicieron presentes por parte de la morena—. Por tu maldita actitud y tu egocentrismo estás solo y no me vengas con el cuento de que quieres jugar a la familia feliz cuando te hemos importando muy poco. Entiende que no quiero saber nada de ti y no te quiero presente en la vida de mi hija. Entiéndelo de una vez —le arrebató a la pequeña y salió sin despedirse de nadie.

Los Brandt se habían quedado sorprendidos con sus palabras, Melissa sabía lo mucho que Mesut le había hecho daño a su hermana pero no imaginaba que sentía todo eso.

El resto de los alemanes se habían callado ante la escenita que acababan de presenciar y Özil lo único que hizo fue retirarse frustrado.

El sabía que había cometido muchos errores con esa chica, pero de lo único que estaba seguro es que la quería en su vida y haría hasta lo imposible por recuperar a su familia.

Esta copa del mundo había sido de muchas sorpresas.

all night ; julian brandtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora