Nada había ido como esperaba, como lo había planeado hacía eones, Thanos no debía encontrarlos en medio de la galaxia, todavía no era su turno de aparecer y matar a medio universo, a medio Asgard. Era un enorme estúpido que se había olvidado del guion.
Los alineó como si fueran ganado, el titán y sus fieles había contenido a Thor con cierta facilidad gracias a la ausencia del Mjolnir, mientras Hulk y él se ocultaron bajo la enseñanza de distintos hechizos que la reina de Asgard lo había obligado a aprender; el resto de los asgardianos entre gritos y llanto se dividió en dos grupos y por una moneda echada al aire el uno conservó la vida a cambio de la muerte del otro. Cayeron como pétalos de una flor marchita sin esperanza de volver, las almas abandonando los cuerpos y viajando enseguida al Hel, sintió pena por ellos, incluso si no los conocía él no deseaba la muerte de sus súbditos, de su gente. Desde su escondite pudo escuchar a Thor gritar y llorar, el sonido de su dolor fue lo que lo hizo salir de la oscuridad, Thanos sonrió al verlo, Loki le devolvió la falsa sonrisa.
Los asgardianos sobrevivientes fueron conducidos a una nave, en la supuesta piedad de Thanos los dotó con algo que pudiera ayudarles a continuar con sus vidas.
-Entrega el Teseracto -exigió a la par que sostenía a Thor.
Se negó al principio recordando aquel viejo propósito, pero al final lo hizo, cómo podía siquiera pensarlo si la vida de su hermano estaba en juego. Loki pensó en ese instante que las Nornas habían cometido un gran con él, él no era fuerte, él no era correcto... Él amaba y eso lo volvía desconfiable y peligroso, todo lo que no se necesitaba en el Preservador.
Después de eso, después de escuchar a Thor llamarlo el peor hermano, usó lo que le quedaba de magia; Hulk también ayudó, no lo suficiente para dejarle un par de moretones al titán, pero sí le dio unos segundos de tiempo preciosos. Sabía el precio, conocía las consecuencias y a pesar de ello, lo hizo. Usando la única arma que domaba se ató a Thor, y a los sobrevivientes con él, el lazo con estos últimos solo duraría un viaje, pero eso bastaría. Así que poco después de que Hulk desapareciera ayudado por Heimdall, Thor y Asgard también.
La muerte no fue agradable, nada comparado con lo que había hecho anteriormente, no poder respirar, sentir que la cabeza le explotaría en cualquier instante y escuchar sus huesos crujir bajo la fuerza del titán antes de que siquiera su alma abandonara su cuerpo fue por mucho la experiencia más traumática de su vida. Pero era necesario, debía hacerlo. Se había prometido que nunca haría algo como eso, que nunca usaría aquel regalo que las Nornas le habían hecho, pero ellas le aconsejaron que lo destinara en un momento de necesidad pura y que fuera no con motivos egoístas; lo que había presenciado entraba sin duda alguna en esa descripción, incluso si tras la acción se encontraba su egoísmo.
El dolor físico no fue lo peor, podría repetirlo un par de años si con eso le evitaba la pena a Thor, lo peor fue lo que le siguió. Jamás había escuchado al señor del rayo romperse como lo hizo, gritar y clamar por él, llamándolo no solo con la voz sino con el corazón también. Loki quiso envolverlo en sus brazos, cantarle y curarle las heridas que Thanos le había hecho, pero no pudo. No tenía modo de hacerlo. Y con una suave despedida observó a Thor desaparecer con dirección a Midgard. Entonces, en soledad gritó su dolor acompañando la reminiscencia del de su hermano. Esta vez había perdido, estaba perdido, no podría hacer mucho de esa forma, en realidad no podría hacer nada. Continuó un rato más hundiéndose en lo que parecía un abismo sin fin, al menos hasta que el alma de Thor lo reclamara.
Las lágrimas se detuvieron cuando una nave respondió al llamado de auxilio que habían horas atrás, Loki parpadeó confundido, incrédulo ante la visión de la pequeña nave solicitando establecer contacto. No supo si reír o llorar con mayor ahínco, alguien había respondido a las súplicas, sí, pero lo habían hecho demasiado tarde. Abandonó el lugar destruido y esquivando torpemente los restos de su hogar logró atravesar la nave de los recién llegados. La ventaja de no tener cuerpo.
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El herrero de corazones
Fiksi PenggemarTony Stark repara corazones, siempre ha sido así, aún cuando el suyo está en mal estado permanentemente. Y cuando aparece Steve Rogers todo parece pintar para bien, olvidando su profesión, hasta que aparece alguien con un corazón incluso más roto q...