Sugar daddy.

30.9K 366 128
                                    

Después de haber terminado mi relación con mi primer sugar daddy, decidí hacerlo de nuevo. En tres meses conseguí 25 mil dólares por salir 3 veces a la semana con él. Aveces íbamos a restaurantes, cafeterías o una simple caminata.

Me metí a la página web de nuevo. Las fotos que tenía en mi perfil eran inocentes, ni siquiera un escote, pero quería subir de nivel, quería ver qué tanto podía conseguir. Pedí a un amigo que me tomara unas fotos en lencería y les diera un toque editorial. Decidí subir algunas y borrar las otras.

Al día siguiente volví a entrar y tenía más de 20 mensajes, todos de clientes premium claro.
Leí los mensajes uno a uno y tenían propuestas muy interesantes. La mayoría ofrecía una relación a largo plazo, y me aclaraban que no querían sólo tomar un café. Ofrecían casi 70 mil dólares, más aparte comprarme lo que quisiera. Stalkee los perfiles de cada uno y descarté a los más viejos.

Mientras veía mis opciones restantes, recibí un mensaje interesante.
"Hola Ámbar, mi nombre es Shawn, tengo 29 años y trabajo en una firma importante de abogados. Me interesa tu compañía y más que eso. El plazo que quiero por ahora es de un mes, conforme nos conozcamos más podemos definir si quieres continuar más tiempo. Por el mes te daría 100 mil dólares, con la oportunidad de comprar ropa donde desees para nuestras citas. También pondré un chofer a tu disposición y al final del mes iríamos a un viaje a donde tú quieras. Si estás interesada, te mando lo dirección y nos podemos ver hoy mismo".

Me metí a su perfil. Vaya. Cualquier chica caería rendida a sus pies, y gratis.
Le contesté después de un rato, y acepté. Veamos qué pasa.

Me citó en el bar de un hotel. Me puse unos mayones con un blazer, quería que viera que iba en serio y que podía trabajar con profesionalismo. Al entrar lo vi, y me hizo una seña con la mano para que me acercara.

Después de los saludos y formalidades, hablamos sobre los términos.

- Quiero aclarar ciertas cosas contigo. Primero que nada, ¿cuántos años tienes?

- 22.

- Perfecto. Mira, quiero que salgamos como una pareja normal a comer o pasear un rato, no es necesario que me trates como tú jefe, quiero que te relajes y ambos disfrutemos esto.

- Me parece estupendo- coincidí.

- También algo muy importante, quiero que tengamos relaciones. No sé si lo dejé claro en el mensaje que te mandé.

- Sí, estuvo claro. ¿Tiene reglas para eso o algo?

- No. No te forzaré a hacer algo que no quieras y si tienes algo en mente me lo puedes comentar. Por cierto, me gustan las sorpresas, algún estímulo en sus prendas sería muy bueno.

- Claro. En el mensaje comentó que podría comprar la ropa necesaria para las citas, ¿cómo funcionaría?

- Le daré una tarjeta de crédito, si cerramos el trato le llegaría el viernes, en dos días.

- Vale.

- Entonces, ¿es oficial?

- Sí.

- Nos vemos el viernes.- Me dijo, tras eso se levantó y le pidió a su chofer Marcus que me llevara a casa. Marcus me dio su número para que me llevara a donde fuera necesario.

Llegado el viernes, fui a comprar lencería de encaje un vestido color vino escotado. Me lo puse todo y al punto de las 8 escuché la bocina de un auto, me apresuré a ponerme el saco encima y salí.

Marcus se dirigió al mismo lugar que las vez pasada, y antes de salir del auto me dió una tarjeta. "Habitación 1220" decía. Salí del auto y me dirigí al ascensor, oprimí el piso 12 y esperé. Me vi en el espejo fugazmente y luego salí del ascensor. Caminé hacia la puerta 20 y la abrí.

Era una suite, Shawn traía traje y estaba sentado. Al verme entrar se paró y me saludó. Se ofreció a poner mi saco en el perchero y dejé la bolsa en la entrada.

- ¿Una copa de champagne?- ofreció abriendo paso a la mesa.

- Claro.

Me la tendió y me quedé observando la vista de la ciudad mientras daba un sorbo.
Vi en el reflejo de la ventana que Shawn se quitó el saco y se acercó hacia mí. Voltee hacia él y le tomé del cuello.

- Me pareció que nos podríamos conocer mejor desde la intimidad.

- Creo que es una buena idea.- le dije y le empecé a desabrochar los primeros botones de su camisa.

Cuando lo dejé con el torso desnudo, buscó el zipper de mi vestido y me volteó lentamente para bajarlo con más facilidad. Después lo zafó con cuidado de mis hombros y quedó en el suelo.

- Las fotos no te hacen justicia.- dijo mirando mi cuerpo.

- Bueno, todavía faltan prendas.

Antes de que se acercara él primero, tomé la hebilla del cinturón y lo zafé, después solté el botón de su pantalón y cayó bajo sus pies. Él se encargó de sus zapatos y yo de mis tacones.

Pude ver cuánto lo estaba estimulando. Se me acercó y empezamos con un beso desesperado. Sabían tan bien sus labios, ya quería que me recorrieran completa.

- Bésame por todas partes- le pedí.

Empezó besando mi cuello.

- Qué bien te escuchas- dijo tras oír mis primeros gemidos.

Bajó más y luego llegó a mi brassiere, besó las orillas, se deshizo del broche, dejó mis pechos al desnudo. Lamió mis pezones, haciéndome gemir más. Vi su mirada, me decía que eso no era todo, que había más.

Su lengua empezó a recorrer mi abdomen, paró y tocó mis bragas por encima.

- Me gusta lo que estoy sintiendo.- dijo antes de deshacerse de la única prenda que me quedaba.

Empezó a pasar sus dedos por encima y no podía más. Quería más rápido. Luego sentí su húmeda lengua abajo, nunca había sentido tanto placer.

- Shawn, me voy a venir.- le advertí.

- Te ayudaré todavía más.

Tras decir eso, sustituyó su lengua por sus dedos, los cuáles se abrieron paso y entraron en mí, estaba haciendo movimientos circulares, los metió y sacó haga que por fin llegué al orgasmo.

Creí que estaría agotada, pero al ver su cara llena de satisfacción me llené de energía.

- Necesito más de ti.- le dije.

Lo tumbé en la cama, con su mirada llena de placer no podía pedir más. Saqué sus bóxers y le devolví el favor, pasé mi lengua por su miembro, Shawn sonaba tan masculino mientras gemía.

Subí a su altura y me senté en su abdomen. Haciendo que mi intimidad estuviera en contacto con su piel. Lo besé intensamente, levantó un poco la cabeza pero la volví a bajar. Él me dio vuelta y termine con la espalda sobre la cama. Me besó una y otra vez hasta que empecé a sentirlo dentro de mí. Moviéndose, saliendo una y otra vez. Llegamos rápido los dos. Sudados, satisfechos.
Creo que disfrutaré demasiado mi nuevo contrato.

Shawn Mendes. One Shoots (HOT) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora