Shawn Mendes. One Shoots (HOT)

Camp.

Viernes, primer día de tres.

Anna me insistió demasiado para venir, era un campamento para universitarios del estado de Virginia. Se organizarían juegos y diversas actividades a tu elección.
Tengo que admitir que me entusiasmaba, además alcanzamos a reservar en las cabañas. Todo el lugar era de lujo, nada que ver con mi último campamento de prepa. Horrible.

A las 5 en punto teníamos que reunirnos en el lago. Así que, terminando de comer, Anna y yo tomamos camino hacia el punto de reunión. Me distraje hablando con unos conocidos y perdí a mi amiga de vista. Tras dar algunos pasos pude dar con su paradero sólo gracias a su blusa amarilla que resaltaba en el lugar.

Me acerqué y cuando estaba a unos cuantos pasos vi que estaba hablando con él y su amigo. Tomé aire y me paré junto a ella.

- Hey, deberías decirle a tu amiga que cada que la veo está más guapa.- le dijo y Anna rió. Lo miré fijamente y soltó en tono sarcástico-: tal vez así algún día tenga novio.

Solté un bufido y me acerqué para saludarlo.

- Hola Shawn. Hola Will. No sabía que vendrían.

- Ni yo- dijo Shawn, mirando con reproche a su amigo. Will se limitó a alzar los hombros.

- ¿Se quedarán en cabaña?

- Sí. Nos tocó en la 12.

- Wow, a nosotras también.- comentó Anna.

- Bueno chicos, vamos.- apresuré tras ver que casi no había nadie a nuestro alrededor.

En la tarde hicimos juegos por equipos, los cuales se armaban al azar y cambiaban constantemente. La última actividad del día consistía en buscar pequeños cubos que tenían frases, el equipo que más juntara, ganaría una ronda de hot dogs para cenar.
En este me tocó con Shawn, se puso a mi lado mientras una chica tomó el liderazgo y explicó que deberíamos separarnos en parejas. Lo tomé de la mano y lo jale hacia el centro.

- Nosotros dos.

- Bien. ¿Quién más?

Todos parecían intimidados. Decidieron armar las parejas conforme estaban parados para que fuera rápido.

- El punto de reunión es aquí mismo, tienen 1 hora, ni un minuto más.

Todos empezamos a dispersarnos con nuestras linternas, hasta que por fin ya no había nadie a la vista. Los primeros minutos caminamos atentos, moviendo con el pie los objetos que podrían esconder algo.

- Espera Shawn.

Moví unas piedritas y encontré un cubo. Lo tomé con orgullo y lo guardé en el morral que Shawn traía en la mano.

- ¿Y cómo has estado?- preguntó después de unos minutos.

- Muy bien, ¿y tú? ¿Cómo va la universidad?

- Bastante bien. Tú estás en la de Virginia, ¿verdad?- asentí.- Yo en Carolina del Norte.

- Sí, recuerdo que habías quedado.- admití.

- Tengo que admitir que ésta vez me tomaste por sorpresa.

- ¿Y eso es bueno o malo?

Sonrió negando con la cabeza.

- Los últimos días había pensado en ti. Tal vez hubiera sido más valiente y hecho frente a lo que sentía por ti.

Mi corazón empezó a latir a mil por hora.

- Yo quería estar contigo. No con él.

- No quería traicionarlo. Sabes que Fred fue mi amigo muchísimo tiempo.

- Y ya no.

Asintió pesadamente.

- Supongo que siempre me preguntaré qué hubiera pasado, ¿sabes? Los días que pasamos juntos fueron increíbles. Creo que incluso me enamoré.

Shawn disminuyó el paso hasta parar completamente.

- Yo también de ti.

Me acerqué a paso lento cada vez más a él y lo abracé. Él me tomó por la cintura, mirándome con la poca luz artificial que nos alcanzaba a llegar.

- Nos dejamos llevar fácilmente, y con la misma facilidad nos rendimos.- susurré y Shawn me atrajo más hacia sí.

- Hace mucho que quiero hacer esto.- sentenció, justo antes de besarme. Un beso largo y ansioso, hasta que comenzó a bajar sus manos por mi cintura más y más y nuestras lenguas empezaban una guerra.

- Shawn.- gemí.

Esto hizo que él me tomara con aún más fuerza.

- Espera, tenemos que volver...- le dije.

Sonrío, dejándome con la respiración agitada y tomó la iniciativa, guiándome a través de la oscuridad. Seguimos buscando cubos y volvimos antes de los 60 minutos con 8. Al final, nuestro equipo fue el que más juntó, y Anna terminó comiendo la porción de comida que me tocaba.

Después todos se fueron a la fogata, apenas empezaba cuando divisé a Shawn.

- Anna, ¿te molestaría tardarte en llegar a nuestro cuarto?- susurré a su oído. Negó con la cabeza y me miró con una sonrisa cómplice.

Me levanté y me dirigí a Shawn, le hice seña para que me siguiera. Él asintió y empezamos a caminar.

- ¿Qué pasa?- me preguntó divertido.

- Quiero ir a la cabaña pero no quería ir sola.

Asintió y me siguió. Subimos al tercer piso, me dirigí a la puerta del fondo y abrí la puerta. Shawn la cerró apenas entramos y me aprisionó contra la pared. Sus besos desesperados, como si no hubiera tiempo que perder. Empezó a bajar al cuello, haciéndome estremecer.

- Shawn...

Sus besos empezaron a bordear mi blusa y luego se separó de mí, para poder librarme de ella. En ese segundo que me zafé, me dirigí a la cama.

- Sigue.- le pedí, suplicante.

- Algo me lo impide.

Me saqué el brassier y asintió. Empezó a besar mis pechos, haciéndome estremecer. Después se esmeró, poniéndole especial atención a mis pezones y bajando su lengua hasta mi centro.

- Ya, por favor.- supliqué.

Me senté sobre mis rodillas para ayudarlo a despojarse de sus prendas. Antes de quitarse el pantalón, sacó el condón y me encargué de ponérselo. Me besó hasta quedarme sin fuerzas tumbada en la cama, y siguió hasta que lo sentí dentro de mí. Saliendo lentamente y luego entrando. El ritmo era constante e iba aumentando, haciéndome soltar gemidos.

- Shaaawn.- no paraba de gritar, las embestidas eran tan fuertes que rápidamente quedé agotada.

Con la respiración agitada, Shawn soltó

- Aún quedan dos días...

Reí y lo abracé, sintiéndome totalmente satisfecha.