Un Año

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-Aria hija mia, despierta... - habló una voz dentro mi cabeza.

Abrir mis ojos fue un martirio, mi cuerpo flotaba boca abajo observando un camino en círculo de rocas, mi cabeza dolía extremadamente en tan solo segundos... Una imagen en mi cabeza de un lugar llamado... ATLANTIS.

Arthur

-Cielo mantén la calma- habló Mera mientras ordenaba el banquete.

-Sabes muy bien que esto es algo
...

-¿Apresurado?- interrumpió enfadada-Ya pasó un año y aun te da cosa decir nuestra relación, sabes que estaré a tu lado en cualquier perjuicio.

-Te vez hermosa, si quieres recibe los invitados- sugerí evitando el recuerdo.

-Deberías ser tu pero... bien amor yo iré- decidió.
Se acercó lentamente a mi solo para depositar un beso en mis labios y marcharse.

Si me preguntan, Mera y yo estuvimos juntos desde la muerte de Aria, solo ella me apoyó en mis momento difíciles.
El mes pasado visité la cueva donde ya había yo adornado de flores, Mera me regaño por tenerla aquí al enterarse que no logré enterrarla en tierra. Este día cumplo el año de mi reinado, todo a ido muy bien junto a Mera al mando del ejército y yo frente a cualquier complicación que afecte mi reinado.

La estatua de Aria sigue intacta junto a su abuelo Poseidón. Esta tiene en sus ojos unos diamantes identicos a su color exacto al convertirse en una semidiós oficialmente, pedí que fuera una figura exacta a descripción mia y que le pusieran una armadura como la guerrera que logró ser.

Pero a cambio de Mera, Aria logró dar un amor tan puro que no podría llenar.
-Mi señor ya está lista su armadura - habló zaido mi sirviente.

-Si, gracias yo me lo pondré.

-¿Seguro mi señor?.

-Claro, te quiero dar este dia asi que... disfruta el banquete- era lo más que podía hacer por el chico.

-Muchas gracias mi señor- agradeció colocando la armadura en mi cama y se marchó.

Al salir de la habitación todos mis guardias se colocaban frente a mi para hacer la entrada.

Gracias a Mera, lo que es nuestro hogar lo liberó del mar dentro una gran burbuja con solo oxígeno, para unir ambas vidas que me dieron mis padres.

Entramos al salón mientras todos aplaudían mi llegada, Mera se veía radiante junto a su gran sonrisa.

-Aquí esta Arthur- me presentó frente a gente del consejo.

-Mi rey, estamos felices y orgullosos de su reinado - declaró una señora.

-Muchas gracias, el placer es mio.

-Mi señor, queremos decirle que mis condolencias igual por la muerte de su amada.

Al oír decir eso, Mera dejo de tomar mi brazo y dio una sonrisa para después marcharse.

-Créanme aun no puedo olvidarla pero... la vida sigue asi que planeo obtener una nueva vida al mando de Atlantis y junto a Mera quien a sido mi mano derecha en los tiempos difíciles- al decir eso, no creí en la mentira que dije por una parte.

-Es sorprendente tu decisión pero muy buena, tu madre estaría orgullosa.

-Si me per...

-Mi señor- llegó uno de los guardias alarmado- tiene que venir.

-Estoy en un evento, acaso...

-Es la cueva mi señor - susurró.

Apresurados, mi ejército y yo nadamos hasta llegar lo más rápido posible.

-Señor- informó mi soldado al mando- al cuidar de la cueva extrañamente se escuchó un estruendo provocando una gran corriente dentro la cueva.

-¿Alguien entró o salió?- pregunté cautelosamente.

-No se vio a nadie mi señor, pero el cuerpo ya no esta.

No puede ser que ocurra esto, ¿Será posible que...

-Arthur- habló Mera llegando tras de mi-¿Qué ocurrió? ¿Porqué no me informaron?.

-No deberías estar aquí- le advertí molesto.

-¿Porqué? - preguntó igual de molesta - yo pedí que se informará todo a mi por ser...

-Pero yo soy el rey- grité harto a sus reclamos.

Traté tranquilizarme y entré junto a los soldados a la cueva, donde no quedaba ni una sola flor.

-Ya mandamos a varias escoltas en su busqueda mi señor- habló uno de los soldados.

Ahora ¿Qué ocurrió?, Orm no pudo ser y mucho menos... ella.

Un mar en nuestras manos. (AQUAMAN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora