Destinos

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|Vulko|

-Mi señor entonces permítame mandar guardias hacia la ciudad antigua, se dice que hubo alguna actividad de derrumbes.

-Claro Vulko, quiero que estés presente.

-Si mi ...

-No Vulko, para de decirme mi rey y todo eso, para ti soy Arthur ¿Queda claro?.

-Si Arthur, le daré informes al verlo en el palacio.

|Arthur|

No podía parar de pensar en ella pero era suficiente, ahora mi futuro y responsabilidad es Mera.

Tan solo admire por última vez aquel lugar, fui directo al palacio para seguir con esos malditos deberes de la realeza y seguir hablando con los del consejo para planear algún ataque contra aquella que se dice ser mi hermana.

|Aria|

Sentía que mi cuerpo explotaría, abrí mis ojos y lo primer que vi fue el movimiento del mar. Era una paz que nadie logrará igualar.

-¿Señorita?- Preguntó un pequeño niño. 

-¿Qué ocurre? 

-Hubo un derrumbe, ¿está bien?- habló con miedo.

-Si, solo que mi cabeza duele.

-Déjeme llevarla a la ciudad, mi madre con gusto la atenderá. Ella conoce a la futura reina.

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Señorita vamonos, vendrán los guardas del rey y quizás la investiguen- advirtió al jalarme del brazo y nadar lo más rápido posible.

Nadamos lo más alto posible hasta ser vista la ciudad, era hermosa y no podía creer tanta luz en el lugar.

Al llegar al lugar que el pequeño niño me indicó, se apresuró par hablarle a su madre mientras yo observaba todo alrededor.

-Hola señorita, ¿Qué ocurrió? ¿Tuvo un accidente o pelea?.

Empezó a curarme y analizando mi cuerpo con un aparato para identificar algún daño mayor.

-No yo solo, desperté y estuve asustada...- no pude terminar de hablar cuando derepente un soldado entró.

-Inda, se le solicita para la atención personal de la princesa Mera.

-¿Conocen a Mera?- les pregunté alegre.

Derepente, los guardias me miraban como si no hubieran visto a un fantasma o un ente desconocido.

-Si alteza... ¿Aria?- Escuché decir de una voz familiar.

|Vulko|

Mis ojos no podían creer tal milagro, me sentí realmente impactado al ver de nuevo aquella sonrisa de la pequeña semidiosa.

-¡Vulko!- gritó alegre.

-Su alteza yo...- no terminé de decir cuando llegaron a interrumpir.

-Su alteza Antanna, ¿Qué hace aquí?

-¿Yo?

-Si su alteza- siguió aquel hombre mientras se acercaba lentamente a ella.

-Mi nom...- no terminó de decir cuando siguió- Mi nombre es Antanna, señor- mientras cambiaba su mirada.

Observé que el hombre insinuaba a irse del lugar y al querer acercarme a ella, me negó el pasó diciendo que se irían.
Detuve a los guardias, para evitar alguna situación difícil y decidí observar hasta donde lograban marcharse, pero perdí su pista.

|Ortaz|

-Su alteza, no vuelva a desaparecer de mi vista nuevamente.

-Ortaz, no recuerdo que ocurrió y...- Quiso responder.

-Usted se marchó y desapareció, estábamos por implementar el plan contra Arthur para el siguiente ataque.

-Ese hombre me dijo Aria- dijo ignorando lo que había reclamado- Quizás me confundió o...

-Su alteza, el plan que...

-¡CALLA ORTAZ, LA QUE MANDA AQUI SOY YO TU REINA- gritó furiosa.

Cometiste el peor error querida Aria, la próxima en callar serás tú.

|Arthur|

Mientras consideraba diversos planes de protección y ataques, Mera estuvo presenta con algunos guardias aconsejando en casos de ataques desde menores a mayores para evitar mayor número de afectados.
No dejaba de pensar en esos ojos de aquella chica, dudaba de que fuera mi hermana pero quizás haya sido solo hermana de Orm y la han estado engañando.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando llegó Vulko con los guardias que le di para seguir con las investigaciones.

-¿Averiguaste algo?- pregunté sin interés.

-Mi señor, podemos hablar en privado- susurró Vulko, mientras veía a Mera con cuidado.

-¿Qué ocurre Arthur?- preguntó Mera a lo lejos.

-Nada- respondí sonriendo - Vulko me informará sobre los cambios de guardia, te contaré más tarde.

-Bien- respondió no muy convencida, mientras miraba detenidamente.

Le señalé con la cabeza a Vulko, para evitar algún alboroto. Al llegar a la sala de armaduras, Vulko le habló a un guardia para seguirnos y entrar.

-¿Qué ocurre? -le pregunté preocupado, debido al guardia presente.

-Mi señor, tengo pruebas de...

-Si trata de Aria, porfavor detente- suspiré y seguí- han sido demasiadas emociones durante estos días y ni se diga del año sin su presencia- me detengo y veo a Vulko hacer una sonrisa- ¿De que te ríes?

-Mi señor...

-Arthur- interrumpí.

-Está bien, Arthur le queremos informar que Aria sigue viva.

No pude responder en lo absoluto ante tales palabras, solo me quedé observando el rostro de Vulko esperando alguna reacción negativa o si esto llegara a ser alguna broma de mal gusto.

-Aquí el guardia presente, estuvo ante la presencia de Aria y por supuesto su servidor- siguió con una gran sonrisa.

-Querido amigo y maestro de vida, se que Mera no te agrada tanto como Aria pero...

-Mi señor, con respeto esto no trata de algo contra la princesa Mera- interrumpió preocupado- Aria sigue viva y nos reconoció.

-Entonces dame una respuesta concreta del porqué no está aquí a tu lado - respondí entre risas- ella no está aquí para decirme estoy viva.

-Ese es el asunto mi señor- respondió preocupado- la están controlando, al verla respondió alegre y ella misma preguntó por Mera al guardia presente.

-Sigo sin creer esto Vulko- incrédulo a sus palabras ignoré cada palabra que acaba de decir- ¿cómo podría ser ella con...

Mis recuerdos llegaron, los ojos bicolor, aquel gradulon y sobre todo el porqué estaban ellos ahí... Podría ser.... Ella.




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⏰ Última actualización: May 23, 2022 ⏰

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Un mar en nuestras manos. (AQUAMAN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora