|Aria|
Algo ocurrió al despertar, recordaba a Arthur a mi lado recostado... juntos en una sola cama. Me levanté lentamente del lugar, estaba oscuro y frío, no lo soportaba.
Camine buscando algún resplandor para lograr salir pero no lo encontraba, era una cueva sumamente eterna al caminar.
|Arthur|
Apenas tocaba agua atlanteana llegaron mis soldados apresurados.
-Mi rey, Francis el hermano de la princesa necesita de su presencia en el salón del trono.
En compañía de mis guardias nadamos hasta llegar con Francis pero algo nos detuvo al escuchar un ruido proveniente del lugar.
Mire a dos guardias salir y hablar entre ellos hasta que uno me observaba preocupado o sorprendido, no lograba distinguir su expresión.
-Arthur- Habló Vulko tras de mí - será recomendable no ilusionarse con lo que experimentará al cruzar esas puertas.
-¿De qué hablas?- pregunté confundido.
Me apresure a entrar y lo primero que veo es a Francis con los ojos... Aria.
|Aria|
Recordé la fuerza de mis poderes pero nunca medí lo que sucedería...
|Arthur|
-Francis dime que ocurre- hablé preocupado.
- No quisiera dañar de nuevo algo que levantó esperanzas por segundos.
-Dime inmediato que ocurre o no te gustará lo que pueda pasar- mi amenaza logró su cumplido y...
|Ortaz|
Al regresar al lugar donde escondí a la chica, no existía en su totalidad ya que hubo algún derrumbe provocado quizás por algún movimiento dentro de la cueva.
Ya no más preocupaciones por parte de el estorbo, fue fácil lograr matarla. Si la guardia del rey lograra llegar ya sería muy tarde.
|Arthur|
-¡Entonces seguía viva!- grite molesto al tomarlo del cuello con mi mano a punto de golpearlo.
-¡No tenía idea, se lo juro!.
Lo bajé lentamente y traté de calmarme antes de hacer una estupidez, miraba a Vulko completamente perdido en sus pensamientos y los guardias evitando voltear a verme.
-Ahora dime, ¿Cómo sentiste su presencia?.
-En un instante sentía un frío invadiendo en todo mi cuerpo, después hubieron imagenes fugaces...
-¿Qué es lo que viste?- interrumpí desesperado.
-Te vi salir de un lugar en tierra, después tirado en la arena y...- paró de hablar, miró alrededor y susurro- se que estaba embarazada y lo siento mucho.
-No debiste...- no pude seguir y me marché.
Los recuerdos llegaron lentamente como si fuera ayer cuando la tuve en mis brazos por primera vez, aquella noche que la salvé y miré detenidamente su rostro.
Mis impulsos pedían regresar al lugar donde dejé su cuerpo pensando que nunca más regresaría, antes de acercarme un poco más al lugar, se escuchó un derrumbe a lo lejos en la ciudad antigua. No tome importancia y seguí mi camino.
-Quiero decirte algo... quiero decirte que traté tenerte presente en mi vida pero he fallado...- no soportaba hablar pero continúe- vengo aquí a pedirte perdon por no tenerte presente en estos días por mantener mi reinado, estabas viva nuevamente y no estuve a tu lado, ahora lloro por ti, no he logrado avanzar por ti y... ¡¡MALDITA SEA!!- grité al darme cuenta que llegó Vulko junto a dos guardias.
-Mi señor permíteme ir a vigilar y averiguar el paradero de...
-No Vulko, esto debe parar de ahora en adelante.
-¿A qué se refiere?.
-Dejaré que el mar se encargue de eso, si el destino lo desea nos unirá nuevamente.
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Un mar en nuestras manos. (AQUAMAN)
FanfictionSegunda parte de "Mi historia con el hombre del mar" (AQUAMAN) -No recuerdo lo que pasó... Una... un recuerdo fugaz fue... Atlantis...