La mañana llegó, más no la alarma de su reloj despertador.
Yuuri abrió los ojos confundido por la luminosidad del cuarto, pestañeando pesadamente. Estaba totalmente desorientado en su propia habitación, sintiendo como si llevase milenios durmiendo, no sabiendo si eso lo dejaba más agotado o con el mejor descanso que había tenido en años.
Estiró sus músculos perezosamente, sintiendo la tensión pasar por sus extremidades, sacudió un poco su rostro y se apoyó lentamente en su codo para enderezar su torso en el colchón, busca de pistas.
Sin sus anteojos no podía ver inmediatamente que hora era, pero podía jurar que ya había pasado la hora de su trote matutino rumbo a la pista de hielo, que tristemente solía coincidir con la actividad de su acosador.
Abrió los ojos de repente, asustado.
Su acosador.
Viktor.
¿Dónde estaba Viktor y porqué no le había despertado? ¿No debían entrenar? ¿Estaría bien?
Estiró su mano hacia la mesita de noche a su lado, al tocar la fría superficie de su celular un escalofrío lo recorrió.
— ¿Qué te parece si seguimos hablando sobre tu acosador? ¿Puedo ver tu celular?—
La voz del androide hizo eco en su cabeza.
El día anterior le golpeó como un relámpago.
¿Porqué su celular estaba ahí? ¿No debía tenerlo él? ¿Había sido un sueño?
Forzando su vista, divisó la hora a la lejanía de su despertador en la mesita de noche.
(7:30 am.)
Volvió la vista a su celular, que para su horror, rezaba el mismo mensaje que le había atormentado cada día ya por tantos meses.
*216 llamadas perdidas número desconocido*
¿Había estado tan distraído que dejó acumular tantas notificaciones? ¿Qué había pasado en realidad el día de ayer?
—N-no...Viktor...— Murmuró tapando su boca con pavor, buscándole por la habitación.
Se levantó con torpeza propia del despertar, aún intentando despertar del aturdimiento propio del ciclo de sueño y comenzó a caminar con lentitud, escudándose en sus muebles.
Salió de su habitación en dirección al comedor, su hogar lucía impecable, ordenado, tal y como cualquier día. Como si nada del día anterior hubiese sucedido.
Vacío.
—¿Viktor?—
No hubo respuesta.
—¿Viktor?— Insistió alzando la voz con marcada angustia en su tono tembloroso, con la esperanza de que el estrés en su sangre le hiciese aparecer más rápido.
La tenue luz del sol se colaba por las hendiduras abiertas de las cortinas. Su casa jamás se había sentido tan vacía y fría como en ese momento.
Viktor no estaba por ningún lugar. ¿Acaso se había ido? ¿Se habría cansado de él? ¿Le habrían hecho daño por su culpa?
Yuuri llevó sus manos a su boca.
¿Había sido realmente un sueño?
¿Cada risa, cada sensación y olor habían sido producto de su desesperada imaginación?
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WANTED (YOI! Detroit Becomes Human AU)
ActionTras quedar 6to en el G.P.F y la mudanza de Phichit, Yuuri cree que ha tocado fondo, pero cuando acosado por un fanático desquiciado al punto de temer por su vida, decide que quizás es momento de pedir ayuda. Cyberlife puede ofrecerle un guardaespal...