Casos de avistamientos de OVNI han sido documentados alrededor del mundo. Pero se convertirá en realidad cuando la Tierra sea atacada por fuerzas desconocidas.
La ciudad de Los Ángeles se convierte en la última en ser invadida en una batalla que na...
-¡Salgan de aquí ahora! Un helicóptero nos espera, los civiles primero-. Dijo nuestro superior.
-Por aquí... No tengan miedo, todo estará bien-. Dije poniendo mis manos en los hombros de un pequeño y mirando de reojo a su madre.
Les ordene que caminarán detrás de los demás, todo era un caos, habíamos llegado al pequeño hospital de paga que estaba a unas cuadras de la estación de policía.
-En una sola fila-. Dijo el militar en la puerta.
Seguí a los demás de cerca, todo esto era algo que nunca había visto.
-¡¿Pero qué es eso?!-. Gritó una persona a mi lado.
-¿Que?-. Dije y miré hacia arriba.
Una especie de nave venía hacia nosotros, era enorme y lo mire con incredulidad, jamás se había visto algo de ese tamaño.
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-¡Suban a los helicópteros ahora!-. Gritó nuestro superior y asentimos.
Corrimos hacia donde estaban los tres helicóptero, rápidamente subieron a los heridos, después a unos niños y mujeres.
-Esperaremos a que vuelvan-. Dijo mi superior y yo asentí.
Me agache para ver a los helicópteros elevarse, mire detrás de mí y el niño estaba junto a su mamá, a los que había prometido que todo estaría bien.
-¡Oh por dios!-. Grité cuando volví mi mirada hacia los helicópteros.
Fuimos testigos de como les lanzaban un misil haciéndolos explotar.
Aunque uno de ellos trato de esquivarlo pero le dio en la punta haciendo que perdiera el control.
-¡Atrás! ¡Corran!-. Grité girando para empujar a la mujer con el niño.
Los tres corrimos en dirección de una calle para escapar, mire hacia atrás para ver al helicóptero caer y chocar con el edificio.
Jale a la mujer detrás de un muro y en ese momento se escucho la enorme explosión seguida de humo.
Me tape la boca con la mano y cerré los ojos, mi corazón latía con rapidez.
Espere unos segundos a que se disipará el humo.
-¿Ellos?... Ellos murieron-. Dijo la mujer sin creer lo que había pasado.
-Mamá-. Dijo el pequeño niño con lagrimas en los ojos y abrazándose a las piernas de su mamá.
-Vamos a tener que irnos de aquí, no estoy segura que son esas cosas pero no podemos estar aquí, buscaremos ayuda-. Les dije para después sacar el arma que tenía en mi espalda.
-No se preocupen, los sacaré de aquí... Ahora a la cuenta de tres van a correr lo más rápido que puedan-. Dije y la mujer asintió cargando al pequeño.
