New Perspective [NamMin] (CANCELADO)

2: ... Nada Fue Igual

Porque si quiere empezar a ser honesto, puede empezar con decir que no tiene ni idea de por qué sigue ahí: está sentado en la banca de un parque, viendo a la gente trotar y pasear a sus perros. Algunas personas lo reconocieron y se le acercaron, algunos se mostraron enérgicos, otros bastante tímidos, pero todos fueron bastante amables con él.

Lleva más de dos horas ahí.

Cómo se pasó el tiempo tan rápido.

Ya a ese punto Jimin está más tranquilo, ya no está agitado y su cara, que se hinchó por las lágrimas, ha vuelto a la normalidad; ahora sólo se encuentra cansado, con sus ojos secos y desanimado por culpa de las lágrimas.

Odia llorar.

Y no quiere regresar a casa.

Automáticamente lleva una mano a su vientre, la deja ahí por unos segundos.

Hay alguien ahí.

...

¡Soy un tremendo imbécil!

Porque sí, las cosas se dicen como son, no tiene ni idea de dónde está quien le plantó su 'semillita'. Es así de simple.

Excepto que no lo es.

Puede asegurar, por lo menos, que fue hace algunas semanas ya, al rededor de tres, pronto habrá comeback y después de terminar con los preparativos para el lanzamiento del disco y las localizaciones de la gira les dieron unas merecidas vacaciones antes de atravesar el infierno otra vez.

Vaya suerte la que tuvo, como no tenía nada que hacer aprovechó y se fue a Tailandia con una amiga... Bueno, de amiga no tiene nada, también es una Idol omega con la cual tiene una relación un tanto complicada, la tercera persona que sabe la verdad.

Regresando a Tailandia, apenas su planta tocó el suelo del país (no tan exagerado, sí pasaron unos días) repentinamente le llegó su calor y bueno, habían hombres y mujeres tailandeses, muy guapos todos. Si le va a echar la culpa a alguien, será a su calor y a los condones de Tailandia.

Y al alfa que se haya corrido dentro suyo (vaya tino el que tuvo, acertó a la primera, la puntería de un maestro.)

Sabe su nombre, incluso habló con él, Jimin fue un completo pervertido necesitado y seguramente su actitud lo espantó de sobremanera, claro que el chico (¿su edad? Ni puta idea, pero se veía joven) fue amable con él, tomaron una copa juntos y a copular como animales salvajes después. Le dió su número al terminar, pero lo que sucedió al final de esta historia le debe ganar una medalla a la imbecilidad.

Perdió su celular al salir del país. No pueden contactar ni con señales de humo. No sabe dónde está, no tiene ni una puta pista.

Tal vez es eso lo que le avergüenza más.

No, definitivamente no es eso, definitivamente es el hecho de que tiene 25 años, está en sus mejores años de carrera y él ya está pariendo hijos a lo imbécil; sin saber dónde quedó el padre, para variar.

Definitivamente es el miedo a no saber qué pasará después, el miedo a que puede que haya destruido un grupo que hizo y promete seguir haciendo historia, miedo de terminar con todas las memorias y las experiencias increíbles, de ya no sentirse libre en un escenario donde no importa si es un omega o no.