New Perspective [NamMin] (CANCELADO)

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"¿Estás...esperando?" A sus ojos, Akane Daiki es solamente una bebé, una niña indefensa que todavía no ha comenzado su gran aventura. Es la menor del nuevo grupo que debutó en Big Hit, solamente tiene 16 años y ni sus facciones ni su voz le ayudan mucho a demostrar una actitud más madura.

Es...una bebé.

Una bebé que se enteró de otro bebé.

"Yo...No le digas a nadie." Porque sí, se supo lo de su segundo género en toda la empresa y entre los que trabajan ahí, un poco después el resto del mundo también supo, pero ya lo que respecta a su bebé muy, muy pocos se enteraron, sólo unos selectos que no tenían más opción que saberlo porque o son managers o son gente que toman las grandes decisiones.

Nadie más y nadie menos.

Excepto que hay mucha más gente que sabe y que no entran en esa descripción, pero en lo que respecta y si alguien pregunta, sólo son ellos los que saben y ellos nada más. 

Es hasta gracioso como se enteró.

Akane le encontró hablándole a su propio vientre.

¿Qué tan tonto suena eso? Ni siquiera sabe por qué lo hizo, simplemente susurró que pronto tendrán una vida mejor.

Ni siquiera llegó a terminar la frase.

Lejos de mí, le faltó decir.

Se supone que deberían estar abajo, en la recepción de Big Hit, porque la niña está usando un lindo vestido color carmín decorado con florecitas blancas y él en un traje con una camisa un tanto grande. Abajo están de fiesta, supuestamente 'celebrando' que se terminó la gira y como despedida para los chicos que se van al servicio militar.

O porque, coño, el alcoholismo en su creatividad busca bastantes maneras y crea estrategias para conseguir lo que se quiere, esto fue una buena excusa y la mayoría de la gente que conoce están hasta los huesos de alcohol.

Sus propios compañeros están tan borrachos que Hoseok, en su bochorno, le coqueteó a una planta.

Claramente fue una broma, porque todavía no estaba lo suficientemente borracho como para llegar a esos extremos delirantes, pero si en ese entonces todavía no lo estaba ahora lo está y, si lo hace otra vez, va totalmente en serio.

Entre el calor abrumador y el olor a alcohol, Jimin decidió subir un piso y aislarse de la música, de los borrachos bailarines, que chocan contra él y le ofrecen bebidas con ese aliento que cala en sus ojos, y de sus propios pensamientos porque le empieza a doler un poco la autoestima.

Se terminó el concierto.

Se bajó el telón y, por mucho tiempo, no volverá a subir.

Ya lo extraña.

Pero lo peor de todo es que siente, y con muchas ganas, que es su culpa que se haya terminado de esa forma, tan temprano, tan de mala gana y con baja calidad porque él ni siquiera pudo bailar bien.

Lo siente como una terrible forma de terminar lo que comenzaron hace siete años.

Le da igual que muchos hayan dicho que es la mejor gira que han tenido hasta ahora, todavía quedaban muchos lugares que visitar, muchas canciones que bailar y muchos corazones que mover.

Nadie parece verlo del mismo color que él.

¿Por qué será?

Ignorando eso, tal vez Daiki también quiso escapar del ambiente tan adulto que está desarrollándose bajo sus pies, porque la música suena bastante fuerte y es cansado, ella no toma y tampoco pinta nada ahí, ¿por qué quedarse?