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Pero aun así, 

porque estaba enamorado de ti. 

No te olvidare


Chanyeol mira atónito la lluvia de estrellas de aquella noche desde la ventana de su habitación. Su rostro está ligeramente hinchado y teñido de un ligero tono rojo, al igual que su nariz. Por primera vez en tantos meses, el pequeño valiente había llorado hasta agotarse; porque estaba a punto de ser su cumpleaños otra vez, y su mamá no estaba allí.

"Que vuelva por favor. Solo quiero verla un momento más. Quiero que vuelva", pidió una y otra vez al brillante cielo, pero este nunca lo escucho.


Ligeros golpes hacen sonar la puerta de su habitación, son suaves y tranquilos. Chanyeol corre lo más rápido que puede a su cama y se tapa de pies a cabeza. Él nunca fue fuerte, pero tiene que serlo... porque todo estará bien. Siente un peso adicional en su cama, y Chanyeol respira con dificultad hasta que su nariz arde.

Un, dos, tres. La manta que lo cubría es retirada tan rápido que ni siquiera tiene tiempo de volver a cubrirse. Frente a él está su niño bonito con una sonrisa adormilada y su pijama arrugada. Sehun lleva puesto un gorrito de fiesta y tiene otro en la mano, junto con un trozo de pastel de chocolate con cerezas que tanto le gusta a Chanyeol.


Ambos miran juntos la lluvia de estrellas de aquella noche desde la ventana. Chanyeol sostiene con firmeza la pequeña mano de Sehun, quien ahora ve encantado las luces brillantes que pasan por el cielo, tan brillantes como su Chanyeol.

—Hyung

—¿Si, Hunnie?  

Sehun muerde su labio y Chanyeol lo mira curioso. Sus ojitos están brillando bajo la luz de las estrellas y el mayor no puede evitar perderse en ellos. Quiere besarlo, hace tiempo que no lo hace.

—Eres precioso.

Y Chanyeol sonríe, negando.

—Tú eres aún más precioso, Hunnie.

Y Sehun también sonríe, con su corazón latiendo fuertemente en su pecho. El sonido del reloj indica que ya es medianoche, pero en lugar de alejarse e irse, Sehun atrae suavemente a Chanyeol en un dulce beso.

Las mejillas de Chanyeol se tiñen de un leve tono rojizo, pero se deja hacer y deshacer en los labios del otro, siguiendo el ritmo lento que la inocencia les permitía. Ambos se separan después de un tiempo, con las mejillas sonrojadas, las respiraciones entrecortadas y los ojitos brillando.

—Mami me dijo... que cuando amas a una persona, le pides estar juntos para siempre de una forma muy especial. No sé cuánto tiempo es eso, ¡pero suena largo! —exclamó Sehun tímidamente —Tuve que ver muchas películas para entender.

Sehun tomó las manos de Chanyeol lentamente, y depositó un sencillo collar con un bonito anillo como dije.

—¿Quieres casarte conmigo, Chanyeol-ah?

Y el castaño asintió, sonriendo intensamente al igual que Sehun.

—Te amo.



Y a Chanyeol no le importa tener miles de cumpleaños así... si Sehun esta a su lado.        

don't tell your mother ; chanhunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora