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Incluso si cierro mis ojos 

la luz que brilló entre nosotros...

sigue aquí.



Yoora apretó con fuerza las bolsas que sostenía con dificultad en cada una de sus manos. Su cuerpo se sentía pesado, y sus pies dolían después de un largo día de compras un sábado por la mañana.

Un exasperante carraspeo hizo que Yoora voltease su rostro agotado hacia la casa de su vecina. Tras un barandal dorado, la señora Bae hizo una seña para que Yoora se acercara de inmediato: y así lo hizo, aunque lo único que deseaba era llegar pronto a casa y descansar un rato al lado de su bebé antes de repartir los gastos de la próxima semana.

—Yoora, querida —habló con voz extremadamente dulce, mostrando su blanca hilera de dientes —Te preguntarás por qué te llame, ¿no es así?

—Espero no sea nada grave. ¿En qué puedo ayudarla? —respondió Yoora cortésmente.

La mujer carraspeó y tomó aire, mirando sus uñas.

—Quiero recordarte que mi pequeña JooHyun está muy emocionada con la idea de casarse con Sehun —Yoora la miró como si tuviera tres cabezas de más —Podríamos comenzar a ver el contrato para el arreglo matrimonial cuando quieras. Sé que son de clase media, pero mi hija está dispuesta a todo; a sus 7 años, sabe bien lo que quiere y ella quiere forjar un futuro con tu hijo —insistió —Estoy dispuesta a aceptarlo y brindarle una educación digna una vez firmado el acuerdo.

Yoora estrujó las bolsas en su mano, negando por décima vez.

—Ya le he dicho varias veces que mi hijo jamás se casará con JooHyun, señora Bae. Él apenas tiene 4 años —aclaró Yoora —Es solo un niño.

—No puedes decidir por él, Yoora —regañó la señora Bae.

—Por eso soy su madre —respondió.

Ambas se detuvieron, y un silencio incomodo siguió. En ese momento, Yoora deseó tanto estar en casa.

—Esa no es la única cosa por la que te llamé —continuó con cizaña.

—La escucho. 

—Sehun —Yoora resopló, interrumpiéndola.

—Si es lo mismo, le pido de favor no siga. Estoy agotada, pero juro que esta vez le daré una paliza y no me importaran las consecuencias —dijo apretando la mandíbula.

—Tus amenazas no me importan —respondió la señora Bae —Pero no quiero que mi futuro yerno sea un maricón.

El mundo frente a Yoora se detuvo de mil maneras.

—¿Qué está diciendo?

—Lo que escuchaste.

—Sólo oí su voz escupir cosas estúpidas.

—Sabes que es verdad —comentó seria —Todo el barrio lo sabe.

—¿Y qué si le gustan los niños? ¿Por qué eso debería importarme? Sehun sabrá lo que hace, va a saber lo que quiere. Porque escuche, señora; si mi hijo está feliz, si va a hacer feliz de ese modo, yo también lo estaré, ¿entiende? Esté con quien esté. 

Un ligero gesto de desagrado se adueñó del rostro de su vecina. Yoora suspiró, tratando de mantener sus principios.

—Sabes que no me refiero a eso.

—Oh claro, como ahora soy una maldita adivina lo sé todo.

—Yoora, por favor, no trates de ocultarlo —habló sin titubear —Me refiero a la relación especial de Sehun y Chanyeol. Ellos siempre están juntos, se abrazan, se toman de la mano, eso es algo muy enfermo.

—Siempre han sido así. Ellos se protegen.

—Es perturbador. 

—Solo para gente ignorante como tú.

Ambas se detuvieron, y un incómodo silencio siguió. Yoora respiraba con pesadez, tratando de controlar las sensaciones en su estómago. Ellos también se habían dado cuenta, habían notado lo que ella dejó pasar porque tal vez era un malentendido. Porque ella también lo había visto. Yoora recordó todas las veces en que Sehun corría a protegerse con Chanyeol a pesar de que ella estuviera a su lado. Incluso aquella ocasión en la que vio sus rostros separarse, pero no dijo nada, porque tal vez solo era su imaginación.

De pronto, Yoora se sintió enferma. Si la gente continuaba hablando, si ellos dos se daban cuenta de la verdad... todo lo que había construido se desmoronaría, su familia se rompería.

—Si eso es todo lo que tiene que decir, creo que hemos terminado. Le pido amablemente que no me hable nunca más, ni tampoco le dirija la palabra a mi familia —dijo Yoora, retirándose 



Yoora camina de nuevo a casa, sintiéndose casi paralizada. No había sido producto de su imaginación: más personas lo habían visto, lo habían notado. Y tenía que detener lo que estuviera sucediendo sin importar qué, antes de que fuera demasiado tarde.

Pero también sentía una opresión en el pecho, un remordimiento que no le permitía pensar con claridad. ¿Qué debería decirles? Ambos niños se adoraban tanto, se cuidaban y dependían el uno del otro, no había nada malo en eso. Era sólo una relación pura, y no quería acabar con eso por tonterías de la gente.


Yoora quiso dejarlo pasar, lo deseó tanto. Pero cuando vio sus rostros separarse de nuevo antes de entrar a casa, supo que esta vez tenía que hablar con ellos.



—Hunnie, ven acá un momento —gritó Yoora con voz temblorosa, viendo a su niño entrar corriendo por el marco de la puerta.

—¿Si, mami? —respondió con tono cariñoso, sentándose a su lado, algo confundido. Su mami se detuvo un momento.

—Chanyeol, él... ¿te toca a la fuerza, bebé? ¿Te hace algo que tú no quieras?

Sehun la miró confundido.

—¿A qué te refieres, mami?

—Pregunto si Channie —habló Yoora, estrujando sus manos —Si él toca tu cuerpo y tú no quieres.

Sehun abrió los ojos sorprendido, negando repetidas veces.

—¡Channie no hace eso! Él siempre me cuida y yo también lo hago, mami. Sólo me toca cuando me abraza o yo lo abrazo, cuando se me avienta y yo tengo que decirle: "Channie, bájate, bájate, estás pesadito, me muero" —hablo Sehun sonriendo, haciendo ademanes con sus manos —Creo que él me gusta mucho, mami.

Yoora cubrió su boca, y sus lágrimas salieron sin querer... era verdad, lo era. Sehun miró la escena alarmado, abrazando a su mami y repartiendo besitos por todo su rostro: no entendía qué pasaba, y aquello le traía recuerdos muy aterradores.

—¡Channie, mami está llorando! Ven rápido.

El sonido de las escaleras y la presencia de Chanyeol en el marco de la puerta hicieron que Yoora volviera a la realidad; su hermano corrió confundido hacia ella y también la abrazó, preocupado.

—¿Noona, qué pasa? ¿Te hicieron algo?

Chicos... necesitamos hablar.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2023 ⏰

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don't tell your mother ; chanhunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora