One shots ; Wenrene

serendipity (bts - jimin)

AMO ESTA CANCIÓN ❤

Tenía pensado hacer una segunda parte del os de the truth untold cuando lo escribí pero no estaba segura en si hacerlo o no, hasta que recibí un comentario inesperado y ¡boom!... Acá está 😎

Así que ya saben, esta es la continuación.

Solo no se acostumbren a que los os tengan dos partes, esta es la excepción porque... Porque sí xd

Pd: este os también será un narrador omnisciente.

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Varios días habían pasado después de, finalmente, verse frente a frente.

Seungwan seguía yendo a "la casa no abandonada", como ahora ella llamaba al hogar de Joohyun.
Ya no tomaba sus flores sin permiso, bueno, seguía saltando la reja y seguía tomando las flores con toda la confianza del mundo, pero esta vez, era consciente de que Joohyun la veía sentada desde la entrada de su casa.

La pelinegra se había comprado otro antifaz después de que Seungwan rompiera el último sin querer, descubrió que la rubia era un poco bastante torpe que digamos, si bien la vez que le quitó su primer antifaz se le cayó al piso, éste sólo se había quebrado un poco ya que era de un material bastante delicado. Pero cuando Seungwan saltó a abrazarla nuevamente, pisó el antifaz y terminó rompiéndose, supo que ella no había sido consciente de su acción hasta que Joohyun tuvo que levantar el objeto para mostrárselo.

Las constantes y repetitivas disculpas torpes de la rubia hicieron a Joohyun reír. Ella encontraba a Seungwan muy tierna.

Después de lo sucedido, la invitó a su casa y luego de un largo tiempo, tuvo que encender todas las luces del lugar ya que la rubia era su invitada, y no consideraba del todo bien tener que mostrar su hogar en las completas tinieblas oscuras de las que estaba acostumbrada.

Seungwan se burló un poco cuando vio a Joohyun quejarse por la luz de su propio hogar. Luego; la rubia decidió caminar alrededor dándose un tour ella misma, la pelinegra, para su propio asombro, no se encontraba molesta por la confianza con la que se dirigía Seungwan siempre, de hecho, viniendo de ella lo encontraba increíblemente cálido y cómodo.

Y así durante los siguientes días.

—¿Irás a tu casa hoy o prefieres entrar? —le había preguntado Joohyun cuando la rubia había terminado de sacar seis flores cerca de la entrada.

—Me quedaré unas horas si no te molesta —dijo simplemente, y mostró otra de sus sonrisas.

En los pocos días que estuvieron juntas conociéndose, Joohyun se dio cuenta de lo diferentes que eran ella y Seungwan, pero ella no se encontraba disgustada con sus diferencias, de hecho estaba encantada.
Gracias a la presencia de la rubia, ella estaba encontrando una razón para sonreír con más libertad, le gustaba la confianza con la que Seungwan la trataba, y con esas pequeñas cosas se daba cuenta de que estaba cayendo por esa desconocida chica.

—Además, traje comida —volvió a hablar Seungwan, mientras quitaba la mochila de su hombro y sostenía las flores con su mano izquierda.

—Pero yo tengo comida —le había dicho Joohyun algo confundida.

—Ah sí, en realidad no es comida, son dulces —rió un poco y después miró sobresaltada a la pelinegra—. Acabo de recordar que había comprado helado, espero que no se haya derretido —rogaba, mientras rebuscaba en su mochila y corría rápidamente hacia la puerta para abrirla.