Una historia de amor adolescente que comenzó en una fiesta familiar, un amor a primera vista que a pesar del paso del tiempo no se acaba, se convirtió en un estilo de vida y aún escribo el final, el cual debo hacer que suceda.
Era una tarde fría de septiembre en un hermosopueblo que muy pocas personas conocen, en el que había una fiesta con invitadosclasificados, en su totalidad era familia o eso se creía. En realidad todosesperaban saludarse unos a otros, comer, beber, bailar y pasarla muy bien entreellos asumiendo así que serían todos parientes. A esa fiesta asistieron todoslos familiares y celebraban la ocasión, de repente vieron una cara desconocida,pero muy bonita, era Marry una chica muy inteligente y atractiva, al instantese notó que destacó entre los demás, todos volteaban a verla y ella muysonrojada sólo cambiaba de dirección. Al fin llegó el momento de la comida, enese instante ella junto a su familia y acompañantes de mesa platicaban y hacíanalgunos comentarios y bromas para seguir disfrutando de la celebración, sinembargo la mesa no estaba completamente llena, en realidad solamente laconformaban seis personas, entre ellos Marry y su familia. De pronto se acercaun grupo de cuatro jóvenes, muy atractivos a mi parecer. En ese momento Marryignoraba completamente lo que sucedía a su alrededor, ellos la observaban ymurmuraban entre ellos lo bonita que les parecía físicamente y en realidad denada sirvió el estar cerca de ella porque ni siquiera los notó, hasta que selevantaron de su lugar a saludar y a presentarse con los chicos adheridos a lamesa, en ese momento uno de los primos de Marry (que no sabía del parentesco)le dice a la abuela de la chica - ¿usted es pariente nuestro? un pocosonrojado, - Sí, soy su tia. Dijo la abuela sonriendo, siendo un poco descaradose dirigió a Marry y le preguntó -¿Tu eres su hija? - Soy su nieta, dijo Marryy en ese momento sin dudar él se descartó diciendo - Ah, entonces somos primos.Así continuó saludando a los otros tres y se marcharon de esa mesa. La fiestacontinuaba y Marry se acompañaba de su abuela, con quien platicaba durante lacelebración y quien la presentaba al resto de la familia esperando gentilmenteque la fiesta terminara y poder marcharse a casa de su tio, a quien los abuelosvisitaban siempre que llegaban a ese pueblo hermoso, pero no fue así comoterminó dicha celebración, si no, estas líneas no tendrían sentido alguno. Elabuelo de Marry quien muy feliz estuvo compartiendo con sus hermanos, sobrinosy primos durante la fiesta decidió invitar a una pieza de baile a su amadaesposa, dejando de un momento a otro a la chica sola, pero no fue tan malodespués de todo. Ella veía como sus abuelos bailaban y disfrutaban el momentopor lo que ella se quedaba complacida tan sólo con verlo, de repente ellaobservó de reojo que alguien muy deprisa se acercaba a ella, y cuando volteóera él, uno de los cuatro chicos que se encontraban en la mesa de Marryanteriormente, sonriendo y muy educado y atento dijo -¿Quieres bailar? a ellanunca le había preocupado la invitación de un chico a bailar pues a ella leencantaba hacerlo, pero esta vez fue diferente, Marry en su interior se preguntaba¿Qué sucede conmigo? ¿Por qué no puedo bailar? ¿Por qué estoy casi paralizada?en ese preciso momento Marry deseaba desaparecer, muy sonrojada al no poderbailar con el chico lo invitó a salir de la pista para ir a tomar aire y asímismo lo hicieron, el no paraba de elogiar su nombre, sin perder un sólo minutode su tiempo junto a ella le pidió algún medio para comunicarse y no dejar dehablar. Así mismo pasó, estuvieron el resto de la tarde juntos y platicaronacerca de los intereses de ambos, a qué se dedicaban, etcétera.
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Al finalizar la fiesta se despidieron y cada uno se marchó, sin duda alguna ellos continuaron hablando y todo estaba muy bien, el siguiente fin de semana había nuevamente otra fiesta. Se volvieron a ver, charlaron un momento, pues la familia de Marry era muy controladora, literalmente la seguían a cualquier lugar. Esa noche estaban afuera del salón en donde se celebraba la segunda fiesta, y entre platica y risas estaban en el momento perfecto para darse un beso, pero no, no sucedió, Marry era muy tímida para ese tipo de actos y además él sólo pensar que la podía ver alguien de su familia le aterraba, sin embargo el estar allí afuera bajo la luz de la luna y el brillo de las estrellas la hacía soñar y le provocaba mil emociones, pero no fue capaz de dar ese paso.
Así continuaron las cosas, ellos seguían hablando y coqueteando día a día a través de una pantalla de celular. Nada le importaba a Marry, a ella que siempre fue muy astuta con los varones pues ya conocía un poco de ellos, siempre fue despacio con él, pero ¿qué les puedo decir yo? a mi parecer eso fue amor a primera vista, cada texto que leía de parte de ese joven la hacía volar. Ella siempre soñó con un amor para toda la vida y siempre fue también muy enamoradiza, le ganaba la emoción, pero con él todo parecía marchar acorde a como ella lo quería, le frustraba tanto el no poder salir libremente con él como pudiera hacerlo ahora, Marry era menor de edad en ese entonces y si la vida ya era complicada para ella en ese momento, imaginen estando enamorada de un chico mayor que ella con la libertad a flor de piel, con la juventud explotando entre sus venas con ese deseo de hacer lo que uno desea, de todo, pero menos de amar. A Marry le encantaba ese joven, incluso a través del tiempo he descubierto que no ha cambiado mucho su manera de verlo, sólo que ahora ya tiene más madurez y puede ver con mayor claridad las cosas.
