son los años 30'.
en esta tercera parte de la historia de Hanna, Shelley, una de las primeras mujeres lobo, y una antepasada de Hanna, cuenta su historia junto a su manada, y como la llegada de Zack al bosque cambia su vida y su mundo.
Cuando despierto, Aaron esta durmiendo en el suelo, sobre una vieja alfombra de colores aburridos, ya que el sillón en el que me encuentro acostada es la mayoría de las veces su cama.
Debo de haber pasado la noche aquí, ya que veo como el sol se asoma de a poco a lo lejos.
Gabrielle ya esta levantada, y mastica con esfuerzo la pata vieja de un conejo. Me mira al notar que estoy despierta, y me habla en voz baja:
-Le ofrecí a Aaron tu cama, pero el quiso quedarse aquí. Dice que aun eres muy pequeña para cuidar la casa.
Hago como que no la escucho, y me levanto del sillón.
Voy escaleras arriba, y paso uno de los tapises de colores que sirve como separación de cuartos. Entro a mi "habitación", que es un rincón pequeño conformado por una montaña de pieles de oso como cama, dos cajones de fruta amontonados como mesa con unos libros viejos y unos lapices de colores encima, un dibujo viejo que me hizo Sophie a los 5 años colgado en la pared, y un armario pequeñísimo en donde guardo mi ropa.
Lo abro y escojo mi ropa. Me pongo esto:
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Victor me dice que no puedo cazar con "eso", pero a mi me gusta. Me calzo los zapatos,y vuelvo a bajar.
Noa toma una taza de te sentada en la mesa, y me saluda cuando me ve bajar.
-Dormiste bien?- me pregunta.
Asiento, y miro sus pequeños zapatos negros con puntilla. "Eso" no es para cazar. Mi vestido es elegante, liviano, cómodo, y no necesito que Victor ponga a prueba mis habilidades de caza con el.
-Desayuna- me dice Gabrielle, y yo tomo tomo un trozo de gallina de la mesa y empiezo a masticarlo.
De a poco, la mesa se va llenando, y de repente nos encontramos todos sentados en ella. Los chicos luchan por quedarse con la pata del venado menos vieja de nuestras reservas, y Victor se ríe mientras los observa. Noa se sirve un poco mas de te, y lo toma en silencio, al igual que Gabrielle. Aaron come parado lo que queda de la gallina, y mira todo con expresión seria. Adha simplemente se ríe, sin entender lo que en verdad pasa.
La primera en levantarse es Sophie, quien, entusiasta como siempre, sube a prepararse para salir a nuestro paseo matutino. Y con "paseo" me refiero a reconocimiento de la zona para buscar comida.
Cuando todos estamos listos, dejamos atrás la casa para internarnos mas en el bosque.
