"Just a game"

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Aquel centro comercial parecía tan impresionante ante los ojos de mi pequeño hijo de doce años.. Y también para mi lo era; me sorprendían las grandes piezas de arte y entretenimiento que se encontraba, todo era nuevo para mí.. Inclusive mi cuerpo; de pronto era un veterano de unos cincuenta que paseaba felizmente con su niño, pero extrañamente eso no me sobresaltaba. Jack tenía inmensas ilusiones por conocer el anunciado lugar por televisión, y yo como siempre, decidí acompañarlo en su aventura.

Parecía que se nos pasaba el tiempo volando al solo estar allí; las personas alrededor se aburrían y se iban a otros lugares, en cambio nosotros encontrábamos nuevas cosas cada vez, unas entretenidas y relucientes, pero también otras que eran toda una reliquia. Parecía un almacén de artefactos perdidos a los que nos encantaba rebuscar. Pasaron varias horas hasta notar que estábamos completamente solos en aquel espacioso centro comercial. Nos volteamos a ver simultáneamente, y parecía que habíamos leído nuestra mente al empezar a jugar con los objetos que indicaban "No Tocar"... Aquellos actos de rebeldía tendrían un alto precio; al que claramente estábamos ignorando, sin importarnos nada.

Entre todos esos polvorientos objetos, logré hallar un juego de cartas dentro de una caja muy obscura. Tenía instrucciones en idiomas al que tan siquiera logré identificar; pero de todas formas lo abrí valientemente. Tomé una de tantas, brillante y semitransparente, e igual que todas las que le hacían juego. Observé con quietud por todas partes, girándola por ambas caras sin encontrar algo que llamara mi atención; hasta que apunté hacia mi hijo para mostrársela, y ahí fue cuando apareció un escrito que no estaba hacía unos segundos atrás.

La volteé con cuidado para mirar de que se trataba; pero lo que había me asombró mucho más de lo que ya estaba. Tenía una foto de mi hijo con la ropa exacta que llevaba en ese instante, como si nos estuviesen vigilando o algo por el estilo. En su parte baja venía una descripción en nuestro idioma: dando el nombre, edad, peso, altura y en que momento exacto moriría él, detallando  como sería... Aquello me asustó, ya que decía que caería una pila de libros encima justo en unos 4 minutos.

Sentía miedo al saber que pasaría, pero a la vez, aparecía la curiosidad por si aquellas cartas tenían razón con respecto al futuro. Sabía que no eran buenas, y que tenían un lúgubre poder; pero como un tonto decidí experimentar, solo para saber que sucedería luego. Jack accedió a mi petición, pensando que solo se trataba de un inocente juego. Le pedí que se quedara quieto junto a la biblioteca y esperamos juntos aquellos largos 4 minutos. Como estábamos en segunda planta, el movimiento de los pesados autos abajo creaban un leve movimiento; lo que produjo que aquel tambaleante estante se lograra caer, dejando que todos los libros se esparcieran.. Justo antes de que eso pasara, mi hijo se esquivó aquello de un solo brinco, y ambos nos impresionamos de lo que acababa de suceder. No sabíamos si aquellas estaban evitando alguna tragedia o solo la estaban creando; pero ese detalle lo ignoramos al seguir con nuestro "inocente juego de la muerte"

Seguimos jugando con nuestra propia vida; riéndonos de la misma muerte, en quien pensábamos que estábamos ganándole todo ese tiempo, sin si quiera pensar que se enfurecería de a poco... Pensamos que aquello nos iba a unir como padre e hijo; sin embargo notaba que el odio entre ambos iba creciendo como una ola gigantesca en el pecho. Tanto él como yo empezamos a discutir por quien dirigiría a quien y cual era el segundo exacto para actuar. Me dí cuenta de que aquel "poder obscuro" que contenían estaba haciendo que el ambiente se tensara mucho más..Ya que dimos cabida a todo ese asunto de la brujería y malos espíritus, sin entender que ellos se apoderaban de nosotros cada que las usábamos.

Una de tantas cartas decía que mi hijo moriría en tan solo unos segundos; no podía creer que el tiempo se iba acortando mucho más, pero... quería intentar ver lo que pasaría luego. Aún no entiendo el porqué de mis acciones; sin embargo le mentí a Jack de que debía esperar en su posición por unos minutos más, hasta que la tragedia pasara.

La espaciosa pared estaba adornada por una gigantesca pecera de vidrio; muy colorida para esa área. Aquella empezó a agrietarse rápidamente hasta dejarse caer completa sobre el débil cuerpecito de mi niño.  Litros y litros de agua inundaron aquel lugar, y aquella misma fue la que me hizo reaccionar de mi trance; sin embargo ya era demasiado tarde para poder salvarlo de esta vil tragedia.

Lo vi inmóvil en el piso, y mis piernas no querían responder hasta que el dolor y la angustia las obligaron a hacerlo rápidamente. Me dejé caer sobre él, y le tomé su delicada cabeza; nunca había sentido tanto dolor en toda mi entera vida al saber que por mi culpa y negligencia mi niño estaba muerto... Lo arrollé con todas las fuerzas que tenía y grité fuertemente, dando alaridos por todas partes; preguntándole a la vida el porqué me había dejado llegar a aquel mencionado lugar.

~Espejismos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora