Capítulo 4

191 16 1
                                    

Estaba revisando mi agenda tranquilamente en el escritorio intentando cuadrar una sesión que me había impuesto Aitana para una artista prometedora, todavía no sabía cómo meter dos trabajos en una misma tarde, porque estaban cada uno en una punta de la ciudad. Maldita Aitana, tengo que decirle desde ya que deje de ofrecerme sin consultarme.
Estaba concentrado mordisqueando la tapa del boli cuando noté unas manos posarse bruscamente en mis hombros.
-¡Joder!- solté del susto. Oi una risa exagerada.
-Lobito que te me infartas.- la miré con odio y una mano en el corazón- ¿Por qué no quieres hacer la sesión del canario sexy? Así tendrías excusa para mirarle con la cara de tonto con la que le miras.
-Pero, ¿¡qué dices!?- me puse rojo. Obviamente.
La rubia siguió riéndose tranquilamente.
-El concierto es la semana que viene, el viernes. Piénsatelo. Te encanta hacer fotos en conciertos, y te salen de lujo.-me guiñó un ojo- Además pienso yo que al tío buenorro ese, le haces tilín.
Rodé los ojos.
-Tú siempre con tus teorías y tus shippeos, si nunca aciertas Mimi no sé ni pa' qué te esfuerzas.
-"Hola Raoul, esperaba verte de nuevo" -imitando horriblemente mal el acento canario- te digo yo que el otro día te estuvo mirando el 80% del tiempo.
-Mira, no me líes bonita, que luego me dejas pensando cosas raras. Ya veré si tengo tiempo si no, nada. Además tú quieres fotos de ti y de tus compis que nos conocemos hetera. Queréis marketing a mi costa.
Gruñó. Sabía que tenía razón.
-Mira que te pones imposible rubito, ya me preguntarás dónde es el concierto ya.

Salí de la consulta de mi médica como flotando, veía las cosas desde fuera de mi cuerpo. Yo no era yo, pero era yo.
Me vi a mí mismo recibiendo la peor noticia que había recibido en mi puñetera vida. Pero, me vi impasible, hierático.
Supongo que intuía desde hace tiempo que algo iba realmente mal.
Me oí preguntar con voz pausada y fría, me di miedo.
-¿Cuánto tiempo?-había preguntado sin temblar.
-Un año, con suerte dos-asentí.- Podemos darte tratamiento para los síntomas que me describiste, los mareos, los vómitos, los dolores o la fiebre. Para que estés más a gusto.

"Más a gusto..." me estoy muriendo joder.

-Vale, me preocupan sobre todo los mareos si se mantienen no podré seguir trabajando y no es algo que quiera dejar de hacer.
-Raoul esto es mucho que asumir te recomiendo que lo hables con alguien y quizás a corto plazo deberías pensar en dejar de trabajar, no sabemos hasta qué punto la enfermedad te dejará hacer vida normal.
-Ya bueno, eso no va a pasar. Gracias por todo.-dije seguro de mí mismo, mi pasión, mi vida era la fotografía. Mi vida...- ¿Cu-cuando empezará el tratamiento?

Me permití tartamudear un poco.

-Cuanto antes, te hago las recetas y puedes empezar ya. Eso sí, si notas síntomas inusuales o efectos adversos como...

Comencé a asentir como un autómata, ecuchando, apuntando mentalmente todo.

Joder, me estoy muriendo.

Aún en estado de estupor, me dirigí al estudio. Me senté en frente del ordenador y me quedé mirando fijamente la pantalla. Estaba apagada, yo sólo veía trozos de mi vida pasando. Como en las películas. Si es que era un tópico hasta para eso.

Oi la puerta abrirse, reaccioné a duras penas.
Levanté la mirada pero no lograba enfocar, no había lágrimas que me impidiesen la visión. Solo veía una mancha difuminada.
-¡Hola! -oí una voz que no logré ubicar, cerré fuerte los ojos y noté como mi cabeza daba vueltas <<No, ahora no>>. Abrí los ojos de nuevo, me toqué la frente.- Oye ¿Estás bien?
-Sí, sí... mu-muchas horas en el ordenador supongo.- respiré hondo de nuevo.
Al fin ubiqué quién era. Era el canario de nuevo, me miraba sin creerse mi excusa de mierda. Podía leer la preocupación en sus ojos.
Le lancé una sonrisa sincera, de verdad que necesitaba una mirada preocupada.
Alguien a quien contárselo, pero no quería. Porque eso conseguiría que fuese real.
Y no quería que fuese real.
Hizo un gesto despreocupado con la mano.
-¿Seguro que estás bien?- preguntó suavemente el moreno, con una ceja levantada.
-Sí, sí...- dije asintiendo efusivamente, haciendo que me marease de nuevo- dime, ¿querías algo?
Se me quedó mirando fijamente, me sonrojé como un idiota, pareció recordar a qué había venido.
-Sí, había quedado con Mimi para hablar del viernes, igual ya se ha ido porque llego tarde y...
-Ah, bueno... ¿cómo llegas de tarde?
Miró pensativo el reloj del móvil y contesta:
-Pues como unos 15 minutos, es que soy un desastre siempre llego tarde ¿no se habrá enfadado no?- me mira una milésima de segundo-¿Verdad?- intenté disimular una risa-¡Qué horror!
-Tranquilo, Agoney, tranquilo. Mimi, de media, llega una hora tarde como mínimo no te preocupes. Seguramente alguien cogería el recado y le dijo la hora real por error. - el chico respiró profundamente aliviado y soltó una carcajada- No te preocupes, que llegas pronto para ella.
-Chiquita mierda, casi me da un soponcio.
No pude evitar reírme, esa expresión era todavía más graciosa con su acento.
-Ya lo he visto, ya. De todas maneras aquí son todos muy informales, al único que le importa la puntualidad es a mí. Así que no te preocupes.-dije negando con la cabeza.
-Así que... si quedáramos tú y yo...sí o sí tendría que llegar a la hora.- me quedé mudo unos instantes, cada vez más rojo. Se dio cuenta de mi colapso momentáneo y se apresuró a aclarar.- Si decides hacer las fotos del concierto.
-Ah, sí, sí.-le miré un momento, pensando en lo que me había dicho mi amiga ese mismo día, y me dije <<qué coño, me encantan los conciertos y el chaval seguro que es fotogénico >>- ¿Dónde dijisteis que era?
El cantante sonrió con lo que interpreté como alegría, preguntó graciosamente:
-¿Eso es que aceptas?
-Eso es un "quizá acepte".
-Vale, pues te invito a un café para convencerte de que es un planazo que no te tienes que perder.
Se dirigió a la puerta, cuando vio que me había quedado quieto exclamó:
-Arranca muchacho, que queda media hora para mi otra reunión de trabajo.
Y guiñándome un ojo, empujó la puerta.
Cogí el móvil y las llaves y salí sonriendo por la puerta.

Me olvidé un poco de mi situación de mierda, cada vez me parecía mejor idea trabajar un viernes por la noche.

¡Hola flores de colores!
Primero de todo lo siento por no actualizar en tanto tiempo, he estado trabajando mucho y la verdad es que no he tenido tiempo ni ánimo para escribir. Pero espero empezar de nuevo con energías renovadas.
Segundo, no me matéis por la noticia de este capítulo pero la historia la tenía pensada de mucho antes y bueno, que espero que os guste.
Gracias por leer.
Si tenéis algún comentario o sugerencia no dudéis en decírmelo :)

A través del objetivo - RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora