Era mi primer día de universidad, mis padres me habían traido en su flamante Land Rover negro. Literalmente amaba ese coche.
Para mi sorpresa, mientras mi padre buscaba aparcamiento en el parking del campus mi madre dijo:
-Cariño, tu padre y yo tenemos una sorpresa para ti.- Sonrió amablemente mientras miraba a mi padre con felicidad.
-¿Qué?, ¿otra sorpresa más?- Pregunte extrañada. El motivo de mi sorpresa era que dos meses atrás mis padres me anunciaron que pagarian mi universidad y mi piso en el campus por mi esfuerzo en el instituto y mis buenas notas.
-Si, tu madre y yo hemos pensado que esta sorpresa te hará bastante falta.- Añadió mi padre con un tono tranquilizador, mi padre usaba ese tono muy a menudo ultimamente, supongo que estaba contento con mi expediente academico de estos últimos años.
-Bueno, vale, entonces..., ¿qué es?- Pregunté impaciente e ilusionada a la vez.
Mi ilusión aumento cuando mi madre dijo:
-Queremos que te quedes con el Land Rover, no queremos que nuestra hija tenga que coger el transporte público, teniendo en cuenta que ya se a sacado el carné.- Sonrió de oreja a oreja cuando dijo esto, se veía en su cara que estaba muy orgullosa de mi.
-¿Lo dices enserio?- Pregunté con entusiansmo.
-Totalmente enserio señorita.- Dijo mi madre con la mano en el pecho finguiendo estar ofendida por mi pregunta.
De inmediato una sonrisa enorme se formó en mi cara.
Ya fuera del coche empecé a saltar aniñadamente mientras repetía una y otra vez la misma frase:
-¡Os quiero!, ¡os quiero!, ¡os quiero!- Mi sonrisa cada vez era más grande.
Abracé a mis padres tan fuerte que creo que por un segundo los dejé sin respiración.
-Vale, vale, pero aunque nosotros te proporcionemos el coche tu tendrás que pagar la gasolina, ¿entendido?- Dijo mi padre zafandose de mi agarre.
-Entendido.- Dije con una gran sonrisa en la cara y mostrandole uno de mis pulgares a mi padre en señal de afirmación.
Salí corriendo hacia el maletero para recojer mis cosas y dirigirme al los apartamentos del campus.
Después de recoger todas mis cosas, me dirigí hacia mis padres para despedirme, les dí un beso en la mejilla a cada uno y desaparecí entre todos los nuevos estudiantes del campus.
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Amor-Odio
Teen FictionElla, Sarah Mir Wever. Tiene un aspecto de niña buena que nunca a roto un plato, a la que nada le preocupa y carece de problemas, aunque esto, no sea del todo cierto. Es guapa, aunque no se lo tiene creido ya que es bastante humilde. Su caracter es...