Me estacione enfrente. Antes de bajar eche un vistazo para asegurar me de que estuviera adentro.
Estaba de pie junto a la entrada con un cigarrillo en la mano.
Baje del auto y camine hacia ella.-¡vaya! Ya empesaba a creer que no vendrías.
-Me perdí un par de veces, pero aquí me tienes-dije mientras ella apagaba el cigarrillo con la zuela de su bota.
-ven, quiero presentarte a alguien.
Entramos en el lugar, Paula se dirigió a la barra.
-el es mi hermano, Leonar, acaba de llegar de España- dijo señalando con la mano a un chico alto-Leonar ella es Francis.
-Es un gusto conocerte Francis. Leonar suena muy formal, puedes decirme leo. Como gustes.
-Tu puedes decirme Fran.
-Bien, a lo que vinimos, sirvenos dos capuchinos bien cargados y algunos panecillos, por favor-
-¿con que piensas pagar?
-¿de que me viste cara? Además tu trabajas aquí, comeré gratis todo los días.
Se río a carcajadas con el comentario de su hermana
Me miro y luego dijo:
-esta bien, dos capuchinos y panecillos para las señoritas-
Se dirigió a la máquina de cafe.-Bien cuentame ¿como has estado? Y no me refiero a eso. Me refiero a tu vida. ¿Te has lanzado de un puente, tenido sexo alocado con un completo desconocido, bailaste desnuda en la calle?-la mire un poco confundida -¡no me digas que no has bailado desnuda en la calle! Chica ¿en que mundo vives?
-bueno...no soy esa clase de mujer.
-¿y que clase de mujer eres?-pregunto Leonar. Dejando sobre la barra dos tazas de café recién hecho-¿de esas que prefieren quedarse en casa, echadas en su cama, viendo la telenovela, y deseando tener una historia romántica como de cuento?
-te olvidaste de los 100 gatos-le dije en tono burlón
Los tres nos reímos.
-yo...yo tomo fotografías.
-¿fotografías? ¿que clase de fotografías?-pregunto Paula.
-de lo que sea, me gusta ir en mis ratos libres tomando fotos a las personas. No importa si las conozco o no, o si me conocen o no...También escribo, pero ya llevo un buen rato sin escribir nada. Ya no recuerdo ni como tomar el lápiz-
Nuevamente cause que se rieran.
Había olvidado que se sentía hacer reír a otras personas, y reírme con ellas.-¿y has publicado algo?-pregunto Leonar.
-de hecho no, nunca, jamas he terminado una historia.
Tome la taza, y le di un peque lo sorbo. Mire a Leonar sorprendida.
-¡es chocolate caliente!-Se frotó el cuello. Parecía apenado -¿como supiste?
-tienes cara de ser una chica amante al chocolate caliente.
-me gustaría leer algo de lo que escribes. Yo soy una chica amante a la literatura- comento Paula, burlándose de lo que había dicho su hermano.
Entre rizas y charlas estúpidas, el tiempo se desvaneció, las horas pasaron volando.
-muy bien, chicas mi turno acabó. Lamento informarles que ya deben irse.
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Cuando el cielo se queda sin estrellas.
Random¿Que ocurre cuando el corazón de la persona que amas deja de latir? ¿cuando las estrellas del cielo dejan de brillar?