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Hazme un escuincle. ✒ Villainous!PaperHat(?

– ¡Black Hat!– gritó una voz chillona, el demonio apresuró el paso, pensando que sería Demencia.

– No tengo tiempo.– gruñó, lo que menos quería era el acoso de la chica bicolor.

Oyó un bufido de molestia y caminó ya más tranquilo.

– ¡Deme hijos, mi señor!– gritó la misma voz, ahora no tan chillona, mientras el científico lo sujetaba con fuerza de las aletas de la gabardina, atrayéndolo hacia él y su poca altura.

El ente pestañeó un par de veces, incrédulo y sorprendido.

– ¿Que dijiste del pan?– articuló, aún confundido.

– ¡No, Jefecín!– el de bolsa rebalsaba nervios y ansiedad.– ¡¡Deme un hijo!!– suplicó, como si le fuera la vida en ello.

– No diga tonterías, Doctor.– Black Hat hizo una mueca de asco y se zafó como pudo del agarre humano, con calma antinatural.– En primer lugar, usted no conoce los métodos de reproducción de mi especie; y en segundo, usted no podría con la crianza de tan extraño vástago.– explicó, aún sereno, con los brazos tras su espalda en actitud de superioridad.

– Mi señor, creo que usted me subestima, con todo respeto.– el brillo anhelante en las pupilas de Flug convencía a Black Hat de que algo no estaba bien con él.– ¡Cuestiono su objetividad en éste caso! ¿Debo recordarle quién crió y educó a sus otros dos subordinados?– a pesar de lo sensatos que sonaban sus argumentos, había algo que parecía fuera de lugar.

¡Ah! Eso era; ¿el Doctor le estaba pidiendo más responsabilidades? ¿Le estaba dando la oportunidad de tenderle un heredero, sin las molestias de criar a éste (por lo menos para él)? Y si era así, ¿porqué?

Da igual, esto es una oportunidad. Y Black Hat no ha llegado hasta dónde está dejando escapar oportunidades.

– ¿Sabe qué? ¡Me convenció!– admitió, ganándose una sonrisa exageradamente amplia por parte del menor.– Adelante, debemos proceder.

No entendió en ese momento el porqué del sonrojo de Flug, supuso que los humanos tenían procedimientos más... Enrevesados e íntimos para procrear.

– ¡Adelante!– Black Hat se quitó un guante y extendió su mano.– Jale mi dedo.– ordenó.

– ¿Disculpe?

Kenning Flugslys, afamado doctor, inventor, tecnólogo y altamente galardonado... No entendía una simple orden.

– ¿Es broma, verdad?

– ¡Claro que no! Ándele, no tengo todo el día, jale mi dedo.– apremió el ente.

Más le valía obedecer, por más idiota que le resultara la petición, ¿quién sabe las represalias que tomaría Black Hat por desobedecerla?

Sujetó el dedo índice del más alto, aún indeciso ¿sería una burla? Black Hat era invencible, no era posible que...

– ¿¡Qué demonios!?– gritó al verse con el ahora desprendido dedo de su superior, y él ahí tan calmado.

Black Hat se prestó a regenerar la pequeña extremidad faltante, volver a ponerse su guante y dirigirse a su oficina.

– ¡Cuídelo bien! En unas dos semanas será el bebé que usted anhela criar.– dijo a modo de despedida, antes de retirarse y dejar sólo al paranoico científico con esa... Extremidad que se retorcía como la cola de las lagartijas, cuando se las arrancas.

[ • ]

Una vez más tranquilo, logró atar los cabos suelto y entenderlo.

«Tal parece que el Jefecito no es tan invulnerable como creí, parece un espécimen extremadamente frágil y quebradizo; pero evolutivamente lo ha compensado con la reproducción por esquejes (como las plantas... O una estrella de mar)» razonó científicamente. «Qué pinshe rarito, alv».

Justo ahora que había recapacitado, se preguntó porque en su estado de demencia por inhalación de polvo de gema le pidió a su jefe un hijo «Sea como sea, ahora tengo que criarlo. Pta vida» maldijo a Demencia por romper sus mascarillas y a él mismo por trabajar aún consciente del riesgo.

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– ¿Baw? – gruñó-preguntó su osito azul, al ver como cubría y abrigaba el esqueje del demonio dueño de la casa.

– ¿Nombre? Ni idea, 505... ¿Qué se te ocurre a tí?– re-cuestionó a su vez.

– Rrrrr ¡Raw!

– Mm... ¿Y si es niño?

– ¡Bwar!

– ¡Ése me gusta más!

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Flug siempre había repudiado las Ciencias Biológicas, pero debía averiguar más sobre la reproducción por esquejes si no quería que la porción de su superior a cargo suyo muriera.

Decidió tomar como referente la estrella de mar y averiguar todo de su reproducción para aplicarlo a la crianza del Mini-BlackHat-sin-género (como quería llamarlo por ahora)

– Humm... «Será una réplica exacta» ¿Cómo un clon?– comentaba mientras leía, le sorprendía lo bien que respondía el esqueje a los métodos de cuidado similares a los de la estrella de mar.

– ¿Qué tal la crianza, Doctor?– Black Hat rió, extrañamente se sentía más "libre" desde que derivó la responsabilidad de esa parte de sí al Doctor; salía de fiesta con otros villanos por las noches, bebía y pasaba mucho más tiempo afuera.

– ¡Estupendamente! Al ritmo que vamos, su... Su dedo se convertirá en un ente tan poderoso como usted, tal vez más.– informó Flug, cargando al Mini-BlackHat-sin-género entre mantas, como una madre a su bebé de pocas semanas.

– ¡Genial! Cuando él tenga edad, le daré la empresa, me jubilaré, le exprimiré una cuota para vivir cómodamente y... Y...– fantaseaba el demonio.

– Será muy listo, será fuerte, será...– Flug también se perdió en la utópica fantasía de cómo sería su ahora ¿hijo adoptivo?

Como fuere, como viniere, él lo querría. Ya se había encariñado con él.