Joel
Termino de poner el cartel de se busca personal. Doy tres pasos hacia atrás y pongo mis manos en la cintura, para poder contemplar mi gran sueño. The Ema's Palace es todo lo que desee, mi propio restaurante, algo mío, de mi propio sudor y esfuerzo, no un regalo de mis padres. Esto era justo lo que quería.
Me apasiona la cocina, todo lo relacionado con la comida, al igual que a mi hermano mayor, en honor a el es el nombre. Emanuel murió de cáncer cuando apenas tenía dieciséis y yo trece. El era magnifico cocinero y me enseño mucho en aquel tiempo. Suspiro y sonrió, estoy feliz, el restaurante solo tiene una semana y cuanta con una buena demanda.
Escucho un auto estacionarse y volteo, en cuanto reconozco el Mercedes Benz de mis padres pongo los ojos en blanco. No me mal interpreten, amo a mis padres pero ellos suelen ser muy agotadores.
-Joel.- mi madre me abraza- Estoy muy orgullosa de ti.- me sonríe con cariño. Le devuelvo la sonrisa.
-Estamos orgullosos.- la corrige mi padre- Aunque aún estás a tiempo de estudiar música, yo te puedo conseguir trabajo en el estudio.- aquí vamos.
-Papá, tengo veintidós años, ni loco iré a la Universidad. Además odio la música, ya tengo algo que me satisface en verdad.- señalo el restaurante.
-Ya, ya, no van a comenzar a discutir. Mejor búscanos la mejor mesa.- mi madre toma a papá por un brazo y lo arrastra al interior del negocio.
Suspiro nuevamente. Mi padre está obsesionado con la música. Trabaja en uno de los estudios más importantes de Manhattan, el deseaba que su hijo mayor tomara sus pasos, pero como Emanuel no esta, quiere que lo tome yo, pero no aún tengo dos hermanos más a los que si les gusta esas cosas. Por eso me marché de la casa hace dos años. Estudié Artes Culinarias e hice todos los cursos de cocina que pude, me egresé de chef y trabajé en varias cocinas importantes de la ciudad.
Reuní lo que pude, decliné la ayuda de papá y cumplí mis metas antes de los treinta, tal como me lo había propuesto. Solo perseveré y me esforcé, ahora estoy viendo resultados.
Acomodo a mis padres en una mesa y les comunico que enseguida iría un mesero. Y le pido al cocinero que se esmere como los últimos días. Necesito más personal: otro chef (solo tengo uno y un sub-chef), cuatro meseros más, un segundo Bartender y una recepcionista.
Veo al Sommelier atender a mis padres y satisfecho me dirijo a la entrada a seguir recibiendo a más comensales. Se preguntaran porque no soy chef, pero ya el restaurante es mío y quiero darle la oportunidad a otros de salir adelante. Por ejemplo: Kaori es una sub-chef muy buena, solo tiene veintiún años y es de Japón, a ella nadie la quería contratar pero yo confié en su experiencia.
La noche pasa entre personas y personas. Cuando cierro las puertas ya son la una de la mañana. Los chicos limpian la estancia que les corresponde y yo junto a Mary la cajera, realizo el cuadre de caja. Buenas cifras.
-Chicos un aplauso para ustedes.- alzo la voz- Ningún contratiempo, ninguna queja y una muy buena venta.- todos me acompañan el aplauso- Sigan así y seremos grandes.- si, seremos, porque sin ellos esto no sería posible.
-Buenas noches, jefe.- se despiden de mi a lo cual yo les otorgo una sonrisa.
-Buenas noches chicos.- respondo.
Me quedo solo y me dispongo a cerrar. La noche es fría así que corro hasta mi auto y me marcho a mi apartamento.
*******
Al día siguiente me levanto temprano para ir a correr, además quiero hacer una cena especial para Samantha, quiero sorprenderla y pedirle que sea formalmente mi novia. No soy un crío para andar por ahí de mujer en mujer, y Sam es para mi la mujer perfecta para sentar cabeza. Espero que no sea igual que las dos ultimas, la primera me abandonó porque dejé mi trabajo para comenzar con mi negocio y la segunda solo estaba conmigo para tratar de sacarme dinero. Sacudo la cabeza y alejo esos pensamientos, Sam me ha demostrado que es una buena mujer. Ademas mi madre la adora.
Llego a mi apartamento agitado, abro la puerta y entro de inmediato a ducharme. Cuando termino, tomo mis llaves y las del apartamento de Samantha, ella vive en un edificio a dos cuadras, la conocí en el supermercado hace tres meses y nos hemos estado viendo. Paro en una cafetería para comprar desayuno y sigo mi camino.
Subo de dos en dos las escaleras y cuando llego al tercer piso saco las llaves para abrir. Todo esta en silencio, así que deduzco que está durmiendo.Dejo la bolsa con el desayuno en la cocina y camino hasta su habitación. Cierro los ojos con fuerza y respiro hondo. Definitivamente soy un asco en las relaciones.
¡Y gracias a Dios que no compré nada para la absurda cena romántica!
Samantha estaba en su cama muy bien acurrucada entre dos hombres. Sí, dos. Masajeo mis cienes para relajarme, saco mi móvil y tiro tres fotos de diferentes ángulos. Todo esto siendo lo más sigiloso posible, no quiero que despierte y me monte un drama. Salgo de la habitación, tomo la bolsa con desayuno, dejo las llaves sobre la isla de la cocina y me marcho.
Decido ir donde mi madre pero cambio de opinión rápidamente. Voy a mi casa y tomo el auto para dirigirme al lugar que me transmite paz. Mi restaurante.
Allí se pasan las horas hasta las cuatro, donde comienzan a llegar los chicos para a las cinco comenzar a recibir a los comensales.
Estoy en mi oficina y escucho unos toque. Doy el permiso de entrada a quien sea que este afuera y veo el rostro de Laura, una de las meseras y amigas, asomándose.
-Hola Joel.- saluda y le sonrío.
-¿Ha pasado algo?
-No, no, todo en orden. Solo que hay una chica buscando empleo.
Me levante rápidamente. Necesito ese personal con urgencia, no sabia que vendría tan rápido.
-Hazla pasar Laura.- le digo y ella asiente.
Hace espacio entre la puerta y ella para dejar pasar a una chica apiñonada. Va vestida impecable: falda azul de tubo, blusa blanca de mangas largas, botas de tubo alto , pelo suelto y bien arreglado, un collar al ras del cuello y su maquillaje natural.
Estoy embobado.
-Buenas tardes, mi nombre es Alexia Romeo.- se presenta con una voz neutra y me tiende su mano.
-Joel Pimentel.- reacciono a tiempo para devolverle el saludo. Estrecho su mano y siento una pequeña descarga de placer recorrerme.
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ALEXIA ||Joel Pimentel||
Fanfiction-¿Entonces eres lesbiana?.- pregunta con voz ronca por la excitación. Asiento- Eso es porque no has probado a un hombre.- me penetra lentamente. Adaptación de la novela "Hasta que te conocí". Fanfic con contenido sexual explicito, lenguaje vulgar y...