Alexia
¿Qué he hecho para merecer esto?
Me miro en el cristal de un escaparate. Estoy hecha un asco. Toda mojada, el maquillaje corrido y mi peinado arruinado. Con un poco de suerte no se han dañado mis hojas de vida. O bueno, las que me quedan.
Mi plan era lo siguiente: salir en la preciosa mañana que hacía hace tres horas, regar mi solicitud de empleo por varios negocios de la ciudad y volver a casa para llevar a mi novia al aeropuerto.
De todo esto solo he hecho las dos primeras, con lo que no contaba era que el cielo se tornaría gris y caería un torrente de agua. ¡Si estaba de lo más soleado! Bien decía mi abuela que el diía menos esperado llueve.
Con resignación camino hasta el subterráneo para ir a mi casa. Odio las multitudes pero esto me toca por ser pobre, algún día tendré un ferrari. Algún día.
Mientras camilo las dos cuadras que me separan de mi casa al salir de la estación, ruego a quién sea, que me llamen de algún lugar. Lo que no es muy probable, porque no se hacer más nada que atender mesas y pitar cuadros.
Mi vida se resume en: huir de mis padres, complacer a mi novia, pintar y servir mesas. Estudié arte en una prestigiosa escuela en la cual me saqué una beca, pero me descuidé y la perdí.
Tengo diecinueve años y soy un don nadie, fabuloso. Me detengo frente a mi edificio, es horrible. A Abril le gusta, sus padres le regalaron el piso, pero a mi me desagrada bastante. Algún día viviré en una de esas casas grandes sumamente costosas.
Suspiro y subo las escaleras de dos en dos, hasta llegar a la puerta del apartamento. Abro con mis llaves y no entro bien cuando Abril ya está dándome órdenes. La amo, pero odio que haga eso.
-Llegas tarde, necesito que hagas algo de comer para antes de irme.- pone las manos en su cadera. Pongo los ojos en blanco.
-Hola Alexia mi amor, ¿Cómo estás? ¿Te has mojado? ¿Un beso quizás?.- digo con sarcasmo.
Saco mi ropa mojada, hasta quedar en ropa interior. Ella me mira con una ceja arqueada.
-¿Qué?
-Estás mojando el piso.- contesta.
-De verdad que hay veces que no te soporto.- paso por su lado para ir a bañarme.
La oigo llamarme pero la ignoro. Abril había sido mi soporte estos últimos siete años. Pero ya me estaba hartando.
Recuerdo como comenzó todo esto. Mis padres me odiaban, prácticamente. Mis hermanas ni hablar, siempre se burlaban de mi por ser más gorda que ellas.
Gracias a Dios comencé el GYM y algunas dietas, por lo cual esto mejor.
Mi familia era rica, mi madre era una esposa florero y mi padre un hombre muy recto y frío. Hablo en pasado porque cuando yo nací cayeron en la quiebra y me culparon de aquello. Perdieron todo, autos, propiedades, joyas y lo más importante: estatus.
Físicamente me parezco a mi madre y hermanas. Tez bronceada, ojos color café obscuro excepto por la complexión delgada, que ellas la poseían desde el nacimiento, yo trabaje por ella.Edra y Amara, mis hermanas me golpeaban y se burlaban en la escuela con los demás, de mi cuerpo.
Los odié, los odio a todos. Mi padre nunca me defendió de ellas y eso supone un gran dolor para mi. Fue en el último año de escuela cuando conocí a Abril. Solo tenía doce años y estaba destrozada porque el único chico que me gustaba, se había burlado de mi.
Ella se convirtió en mi mejor amiga, me daba cariño, amor, comprensión, todo lo que necesitaba y poco a poco me fui enamorando. Comencé a bajar de peso con su ayuda también y cuando se me declaró acepté, cuando mis padres se enteraron me echaron de la casa.
Suspiro bajo la cascada de agua. No vale la pena traer al presente esos recuerdos, ya han pasado siete años y estoy feliz dentro de lo que cabe, sin ellos. Cuando salgo del baño envuelta en una toalla me encuentro con Abril sentada en la cama.
-Discúlpame, estoy nerviosa por el viaje.- dice mirando al piso.
-Estas insoportable Abi, pero aún así te quiero.- ella se levanta y sonríe.
Es unos centímetros más alta que yo. Le devuelvo la sonrisa antes de fundirnos en un beso.
*******
-Te voy a extrañar.- hace un puchero graciosos y le doy un pico.
La gente nos mira raro y no me importa. Hace años que perdí el miedo a que nos vean.
-Yo también.- le doy un abrazo.
-Mi niña.- solloza su madre- Espero que te vaya bien.
Me separo para que se despida de su madre. Estamos en el aeropuerto, Abril se irá a África por cinco meses a hacer trabajo voluntario, ella es paramédico y siempre fue su sueño ayudar a los niños de ese continente.
Sus padres aceptan la orientación sexual de su hija, mientras ella sea feliz hacen lo que sea. Si mis padres no pensaran tonto en las apariencias.
Sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos.
Pasajeros del vuelo 512 de JetBlue con destino a África, por favor abordar por la puerta 13.
-Ese es mi vuelo.- dice Abi y toma sus maletas- No vemos pronto.- grita mientras se aleja.
Sonrío y me despido con la mano. Acepto que los padres de Abi me lleven a casa y mientras vamos en carretera me planteo que no me afectó tanto separarme de Abril como pensé que sería.
Pasamos por un restaurante que recién ha dado apertura y veo que solicitan personal. Puede que esta sea una nueva oportunidad, mañana llevo mi solicitud de empleo.
Lo que no me esperaba era que ese restaurante me cambiaría la vida.
Alexia en multimedia.
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ALEXIA ||Joel Pimentel||
Fanfiction-¿Entonces eres lesbiana?.- pregunta con voz ronca por la excitación. Asiento- Eso es porque no has probado a un hombre.- me penetra lentamente. Adaptación de la novela "Hasta que te conocí". Fanfic con contenido sexual explicito, lenguaje vulgar y...