Joel
Una semana. Una maldita semana donde tengo a Alexia paseándose por los alrededores del restaurante. Contoneado sus caderas frente a mi, al perecer sin darse cuenta. Ella denota inocencia y eso me atrae como insecto a la luz.
Todas mis empleadas usan el mismo uniforme: falda negra,camisa blanca, una chaqueta negra y zapatos cómodos del mismo color. Pero parece que ella le otorga un toque único, porque se le ve fenomenal. Y ni hablar cuando usa gafas, la hacen ver sensual y coqueta. Me gusta esa chica, a mí mismo no me lo puedo negar.
Llego al restaurante y ya hay varios chicos esperándome, entre ellos Alex, tan linda y juvenil como siempre.
-Buenas tardes chicos.- saludo y abro la puerta- ¿Cómo están hoy?
A coro todos me respoden con un bien y varias sonrisas. Nada más entrar, se preparan para otra tarde-noche. Veo a Laura dedicándole miradas significativas a Alexia, la cual la ignora sonrojada. Me gustaría saber sus pensamientos. La pelirroja se da cuenta de mi mirada y me da la espalda rápidamente. Me percato de su sonrisa picara y frunzo el ceño. ¿Qué le pasa?
Bueno, eso no es de mi incumbencia.
-Hola jefe.- saluda Lau con su típica sonrisa.
-Laura. ¿Cómo estás?.- me cruzo de brazos divertido.
-Yo muy bien.- mira a Alex- Joel, Alexia tiene una inquietud, pero le apena preguntarle.- la mencionada levanta la cabeza y mira a Laura con pánico.
-¿Cuál es el problema?.- admito que me entra la curiosidad. Miro a la chica bronceada.
-Ella quieres saber si usted puede hacer un t...- deja la frase incompleta ya que Alex tapa su boca, impidiendo que hable.
-¿Si puedo hacer un qué?
-Un tiramisú para ofrecerle a los clientes. Pero que pena, no debo meterme en eso.- dice lo último mirando a Laura.
Algo me dice que no era eso lo que iba a decir la pelirroja. Pero se que no me voy a enterar así que le sigo el juego.
-Es una buena idea Alexia y que no te apene dar tu opinión. Puede que la tome en cuanta.- ella sonríe con sus labios pintados de carmín.
-Gracias Joel. Nos vemos más tarde.- aún con Laura amordazada por ella, se marchan en dirección a la cocina.
Sonrío con diversión. Esas dos se han pasado la semana bromeando y jugando entre ellas. Perecen amigas de toda la vida.
Mi móvil suena por décimo octava vez en el día y sé con anticipación que se trata de Samantha. Esa mujer no tiene dignidad ni se da valor. La he mandado a volar las diez veces que ha ido a mi casa y nada. Ya me está hartando. Suspiro y me dirijo a mi oficina.
Como supuse, Samantha fue corriendo con mi madre a contarle su versión de las cosas y cuando mamá vino a reclamar por ella, sin ningún pudor le mostré las fotografías. Indignada, la hecho de su casa diciéndole que no volviera o mostraría las fotos a su madre. No puedo evitar reír ante el acuerdo, mamá es muy sobre protectora con todos nosotros.
Miro el reloj y es hora de abrir. Me preparo mentalmente para un nuevo día de trabajo.
***********
Observo a Alex interactuar con los clientes. Me he vuelto un puto acosador pero es inevitable verla. Cuando la miro a los ojos me pierdo, siento una paz increíble. Eso es justamente lo que ella me transmite, una tranquilidad y serenidad. Pero todo cambia cuando sonríe, su sonrisa es franca y arrebatadora, capaz de iluminar toda una estancia. Me provoca un deseo irrefrenable de besarla. Su aura de niña buena me atrae y me hace cuestionar que perversidades puedo encontrar en aquella mente y hacerlas realidad.
La forma en que me gusta me asusta. Solo sentí eso por alguien una sola vez en la vida y la misma me engaño con otro. Sí, no tengo suerte con las mujeres.
Pero Alexia es diferente. Su sensualidad es capaz de enloquecer a cualquier hombre. A mi me tiene en el precipicio, desesperado por caer. Nunca he sido un lanzado, siempre espero mi tiempo. Pero ella será la excepción, esta noche la invito a salir. ¿Una semana es suficiente, no? Espero que sí.
Las horas pasan volando y son la una de la madrugada. Paso balance con Mary como cada noche y los chicos ponen el orden. Hoy martes, inicio de semana no fue muy satisfactorio como los días anteriores, pero hubo buena clientela.
-Mañana lo haremos mejor Joel.- me dice Kaori. Le sorío.
-No se preocupen por nada, estuvieron excelentes.- miro a Alex- Se pueden ir, excepto tu Alexia.- me mira confundida y Laura la codea para luego lanzarle un guiño.
Todos se marchan y quedamos solos. Alexia returce sus dedos en señal de nerviosismo. ¿La pongo nerviosa? Eso es bueno, ¿no?
-¿Pasa algo Joel?.- pregunta asustada.
-¿Estas nerviosa?.- le respondo cruzando los brazos.
-La verdad sí.- remoja sus apetecibles labios- ¿Hice algo malo?, ¿Voy a perder mi trabajo?
-No, para nada.- suspira alviada- Solo te quería invitar a almorzar mañana.- sonríe. Una buena señal.
-Si me acompañas antes a hacer unas compras.-propone y ni loco me niego.
-Hecho.- también sonrío.
-Y, ¿se puede saber el motivo de la invitación?.- se dirige a su lugar de trabajo para buscar pertenencias, otorgándome una vista magnifica a su perfecto trasero.
-Solo para conocerte. A ti es la única de todos los demás que no conozco más allá de lo laboral.- en parte es verdad.
-Entiendo.- asiente- Perdona si sueno atrevida, pero, ¿podrías llevarme a casa?.- hace una meca- Es que apenas me doy cuenta que dejé el dinero allá.
-No hay problema, ya vengo.- troto a mi oficina para tomar mis cosas y me encuentro con ella en la salida.
Cierro y nos montemos en el coche. Quince minutos, los cuales quería multiplicar, son los que la pasamos del restaurante.
-Buenas noches Joel.- dice antes de bajar. La tomo del brazo y me mira confundida.
No se lo que me impulsó a hacerlo pero lo agradezco. Beso su mejilla, casi cerca de la comisura de sus labios y siento la calidez que transmite su piel. La siento estremecerse y yo estoy hecho un manojo de emociones. Placer, encabeza la lista seguido del deseo.
-Ahora si son buenas noches, que descanses Alex.- le sonrío pero veo que aún sin creerlo, ¿Tan mal estuvo aquel acto?
La veo sacudir su cabeza, como espabilándose y sale del auto.
-Adiós Joel. . Nos vemos a las diez.- se despide. Y como la ultima vez, espero a que entre para poner en marcha el motor e irme.
ESTÁS LEYENDO
ALEXIA ||Joel Pimentel||
Fanfiction-¿Entonces eres lesbiana?.- pregunta con voz ronca por la excitación. Asiento- Eso es porque no has probado a un hombre.- me penetra lentamente. Adaptación de la novela "Hasta que te conocí". Fanfic con contenido sexual explicito, lenguaje vulgar y...