Escuchando con el corazón

Capitulo 3

No me sentía bien, estaba siendo el día más raro de mi vida, mis compañeros habían sido tremendamente crueles, no podía más con la situación solo quería morir, no quería seguir viviendo, después de ver el video que habían subido a snapchat me había escondido en lo que era la cocina, me sentía muy mal, después de llorar un rato había visto los cuchillos, necesitaba terminar con mi vida, necesitaba dejar de ser una carga para mi mamá, no quería seguir era muy difícil, no había nada que pudiera cambiar ser sordo, ni el carísimo implante servía para mi, solo quería morir y lo hubiera hecho pero en eso había llegado Celeste, de todas las personas en el mundo jamás me había imaginado que alguien como ella siquiera supiera mi nombre, pero lo sabía.

Sentía que todo iba a ser una broma, que algo malo iba a pasar, que algo iba a hacer para humillarme, pero en su mirada se notaba sinceridad, ¿Cómo era posible? yo era el sujeto más insignificante de la escuela ¿por qué una reina como ella quería poner atención en mi?. Me dolía saber que mi primer beso iba a ser parte de una estúpida burla, pero su mirada me había hecho sentir como el chico mas afortunado del mundo, había cerrado los ojos por inercia y no quería que el beso terminara nunca, quería sentirla para siempre pero alguien había entrado en la cocina y nos habíamos tenido que escapar. Correr de su mano había sido lindo, después de casi un mes al fin había vuelto a tener un contacto con alguien que no me lastimara o se burlara.

Cuando llegamos a la pequeña playa la notaba relajada, suponía que era un lugar especial para ella, se lo pregunté.

Cuando me contestó me dijo que era su lugar especial, hablaba con las manos de forma muy lenta y muchas palabras las deletreaba en lugar de decirlas, ¿Por qué sabía hablar con señas? ¿Por qué estaba siendo amable conmigo?, me sentía mal, quería irme a mi casa quería que mi mamá me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien, pero ella no estaba, estaba trabajando como siempre yo estaba solo, pensaba en eso cuando sentí su toque en mi hombro.

--¿Por qué estas tan triste?-- La vi con desesperación no podía decirle la verdad, ella se me quedó viendo un rato su cara era como de quién analiza, después de lo que se me hizo una eternidad me dijo --¿Podrías abrazarme por favor?--

Dude un poco yo no quería que me abrazara pero ella había dicho que quería que yo la abrazara a ella, me acerqué a donde estaba y la abracé, como estábamos sentados ella se acomodó en mi pecho, yo puse mis brazos sobre ella y la abracé, ella no decía nada o a lo mejor si pero no podía oírla, una de sus manos estaba en mi espalda y otra en mi pecho, estaba moviéndola me estaba acariciando, era algo indescriptible, todo el miedo que había tenido de que pudiera ser una broma se había evaporado la sentía tan indefensa, tan insegura, nada tenía que ver con la chica super segura y popular que se paseaba sintiéndose dueña de la escuela, ¿quién era esa chica que estaba conmigo? ¿Por qué tenía esa actitud?, la sentí moverse, me alejé un poco y le vi la cara, tenía lágrimas corriendo por sus mejillas, me asusté no sabía que le pasaba, la separé para que pudiera verme.

--¿Qué tienes?-- Ella negó --Por favor, yo ya confíe en ti, estoy quién sabe donde, podrías hacer lo que quisieras conmigo podrías burlarte y confíe en ti, por favor dime que tienes--

Ella repitió la señal de "confie" y me dijo:

--No entendí que es eso-- Lo deletreé para ella.

--Confia en mi, no quiero burlarme de ti, no quiero nada malo para ti, pero me siento mal por tardarme tanto en ayudarte, perdóname, las primeras fotos y videos me parecieron una broma inocente, pero cuando supe que eras sordo entendí porque no podías defenderte y por eso decidí aprender a comunicarme contigo, no es justo lo que te han estado haciendo--

No sabía que pensar, ella era el milagro que había pedido, ella era lo que le había pedido a Dios, algo que terminara con mi tormento de todos los días, viéndola parecía una niña normal, alguien que podía ayudarme sinceramene, pero no podía ser, era la niña mas popular, la abeja reina, no había nada lógico que indicara que podía estar interesada en alguien como yo, no podía ser mas que un truco del cual saldría lastimado. Me paré y le dije: