Esperanza | 1.3

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Maratón 1/2
(porque estoy inspirada
-okbutmarvel)

—Estabas en las noticias, ¡Has perdido la razón! —mas que preocupado, Harry estaba molesto—. ¿Qué ya no te busca el tipo con el parche?

—Fury ha perdido jurisdicción sobre mi desde que el profesor Xavier me aceptó en su institución —explicó rápidamente, Jane.

Harry caminaba de un lado a otro con el ceño fruncido y las manos unidas a la espalda como padre regañando a su hija, que la chimenea del salón principal en el edificio Osborn estuviera encendida convertía el momento en algo más sombrío.

—¡Qué pretendías, dime! —exigió con un tono alto pero sin gritar del todo, parte de sí aún le temía a Jane, ella le patería el trasero en segundos—. Creí haberte dicho que Peter ya no es el hombre araña, ¿qué habría pasado si nadie hubiera acudido?

—Huesos rotos, órganos reventados, un pase directo con la muerte hasta regresar. No quedo muerta mucho tiempo.

—¡Jane, por favor! ¿No ves la seriedad de esto? Fui por ti porque creí que hablarías con Peter y lo ayudarías a regresar, no tenía en mente un chantaje sucio: "vuelves o me suicido".

Hasta ese momento Jane estaba sentada al pie del sofá, se levantó del suelo cuando se cansó de sentirse como niña regañada. Caminó alrededor de la sala observando los adornos seguramente caros y las fotografías de la familia Osborn.

—Pues ya vi sus prioridades —bufó Jane, mientras miraba una fotografía del padre de Harry, recordó vagamente cuando la corrió de su fiesta.

Harry alcanzó a Jane a donde estaba y tomó la fotografía que ella estaba observando, no quería que se distrajera con nada.

—No lo juzgues, no está en su mejor momento —dijo Harry.

Jane frunció el ceño por el acto de Harry pero no dijo nada, —Yo tampoco, tengo examenes qué aprobar si quiero graduarme este año.

—Esto es más que simples calificaciones, Jane.

—¿No puedes simplemente decirme qué fue lo que pasó? Me daría una idea de...

—No —sentenció duramente Harry.

Jane prefirió no insistir, por el rostro de Harry y sus palpitaciones anormales, se dio más idea de lo grave que era la sitiación.

Pero, ¿qué habría orillado a Peter a tomar la decisión que tomó? Lo sabría cuando hablara con él, si es que lo encontraba o si estaba dispuesto a contarlo.

—¿Cuándo irás a verlo? —le preguntó Harry.

—Como dije, tengo que volver pronto para no atrasarme, tendrá que ser mañana mismo.

La mirada de Jane recayó en una fotografía de Peter y Harry que estaba en la encimera de la chimenea, parecían estar en la escuela. Y entonces los recuerdos volvieron a atacarla.

—¿Qué no me estas diciendo?

Jane escuchaba la voz de Peter tan claro y tan fuerte como aquel día.

Revivió ese momento.

Se lo volvía a decir, volvía a ver a Peter destrozado y volvía a sentir su corazón roto. Que de hecho, aún no estaba curado por completo. Había pasado poco más de un año y aún no estaba curado.

¿Que Peter dejara la mascara sería consecuencia de ese día? ¿Sería culpa suya? ¿Qué pasará cuando se vean otra vez? ¿Peter ya lo habría superado? Porque ella aún no.

Tanto se arremolinaba en su cabeza, pero gracias a que Harry nunca se calla, se aferró a su voz para regresar a la realidad.

—¿Cómo? —preguntó Jane, no había escuchado la pregunta.

—¿Cuándo irás a ver a tu madre? —repitió.

Jane miró a Harry confundida, lo sentía diferente, se había vuelto más maduro, y hasta ese momento lo había notado; de cierto modo extrañaba al antiguo Harry, pero era verdad, mucho pasa en un año.

—Supongo que estará presente en mi graduación —Jane se encogió de hombros—, pero para eso hay que pasar todas las clases.

—¿No irás a verla ahora que estás aquí? —ahora el confundido era Harry.

—No lo creo.

Supo que algo estaba mal y corrió el riesgo de molestar a Jane.

—¿Por qué has preferido aquí a dormir en casa con tu madre?

Jane simplemente miró las brasas de las llamas en la chimenea, ya una vez se había quemando y era lo más doloroso que jamás había experimentado. Un escalofrío recorrió su espalda. Regresó su atención a Harry.

—No fue del todo inservible —murmuró Jane con el comienzo de una gran idea en su cabeza.

—¿Qué dices?

Jane giró hacia Harry con un poco de esperanza en los ojos. El chico sintió un poco de temor por el repentino cambio de humor y tema de conversación.

—Lo que hice, saltar del edificio —explicó—, no fue del todo inservible.

—¿Puedes ser un poco más específica?

—Conocí al nuevo hombre araña, escuché su voz, estoy segura de poder reconocer su voz si la escucho de nuevo.

—¿Y cómo piensas hacer eso? Hay ocho millones y medio de habitantes de Nueva York.

—¿Y cuántos en Queens? —preguntó Jane.

—¿Qué?

—Mira, Peter en su mayoría se la pasaba aquí en Queens, eran pocas las veces que iba a Manhattan y nunca escuché que fuera a Brooklyn o Staten Island. A este nuevo hombre araña lo vi aquí, ¿o por cuál otra razón vendría? Seguramente es de aquí.

—No puedo debatir contra tu lógica —comentó Harry con claro sarcasmo.

—Peter lleva años con la máscara y solo a veces se atrevía a ir tan lejos, este que es nuevo con sus poderes y con la máscara, no lo hará.

—¿Y tú cómo sabes que es nuevo con los poderes?

—Pasa un mal rato con su sentido arácnido —dijo Jane, como si fuera obvio—. Segundos antes de escuchar un grito de auxilio lo vi sufrir por un sonido inexistente, ese era su sentido arácnido avisándole del peligro. Yo no estuve con Peter en sus inicios pero tú sí, dime que no sufría por su sentido arácnido en un principio.

Harry se quedó sin argumentos. —Digamos que tienes razón. El nuevo hombre araña es de Queens, hay casi dos millones y medio de habitantes, ¿irás tocando puerta por puerta esperando reconocer su voz?

—Casi dos millones y medio, más de la mitad son mujeres y a juzgar por la taza poblacional por edades del país, aproximadamente 3.3% tienen de quince a diecinueve años. Eso reduce la búsqueda.

—¡De cualquier forma son 300,000 adolescentes!

—Casi 400,000, buscamos a una mujer —corrigió.

Harry casi se va para atrás, —Espera, ¿estás diciendo que el "nuevo" "hombre" araña, ¿es mujer?

De regreso a ti | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora