De regreso a ti | Peter Parker

Confié en ti | 1.5

Jane golpeó la puerta suavemente. Se encontraba asustada por quien abriría la puerta. Claro, Peter. Pero no sería el mismo Peter al que dejó aquel día en la mansión X, o el mismo Peter con quien fue al baile.

Ya lo imaginaba: Molesto con el mundo. Sin ganas de vivir. Echado en su cama, levantándose únicamente para ir al baño. Comiendo tres veces a la semana.

Según Harry, Peter estaba muy mal.

Y eso era lo que imaginaba. Pero lo que encontró tras la puerta definitivamente se alejaba de la imagen en su mente.

Peter abrió la puerta. Su atención no estaba fija en a quien le estaba abriendo la puerta, estaba mirando un libro de gran tamaño y tenía un lápiz entre los dientes.

Respecto a su aspecto físico, parecía que se bañaba diario, al contrario de lo que imaginó Jane. Estaba en pantalones y una playera básica, no traía zapatos.

—May, te dije que no quiero cenar —balbuceó. Jane apenas comprendió el mensaje debido al lápiz que tenía en la boca. Luego, Peter tomó el lápiz y comenzó a escribir en el libro—. Estoy apunto de comprender el...

Fue entonces que levantó la vista y la miró.

Parpadeó rápidamente ante la sorpresa. Y cómo no estar sorprendido cuando tu ex novia aparece después de un año de no verse.

Si fuera por Jane lo habría abrazado, pero intuía que Peter se incomodaría, porque eran ya prácticamente desconocidos y porque el libro de verdad era muy grande.

—¿J-Jane? —tartamudeó Peter.

—Te ves sorprendido —comentó Jane con algo de molestia. Cruzó los brazos y recargó su peso en una sola pierna. Eso enfatizó su sentimiento. Aún no olvidaba el incidente del edificio.

—Lo estoy —respondió—. Ya pasó, ¿un año?

—Un día.

—¿Perdón?

Jane dejó inconcluso ese tema y esquivó a Peter para pasar a la habitación. Pero a medio movimiento, Peter la tomó de los hombros y la detuvo.

—No, no, no, mi trabajo está por todas partes. Los ensuciarás y romperás, lo estropearás.

Temía parecer muy cursi, pero algo en su toque hizo que su mal humor se apaciguara un poco. Había olvidado lo bien que se sentía tener a Peter cerca. No era precisamente la escena romántica de Hollywood pero con algo se empieza.

Respetó eso y dio un paso a atrás.

—Bien, ¿y dónde podemos hablar?

—¿Sobre qué quieres hablar?

—Creo que lo sabes.

Era horrible. Sentir indiferencia de alguien a quien quieres tanto. Saber que ella misma lo había estropeado todo. ¿Por qué no simplemente volvió a Midtown High? ¿Por qué no volvió a Queens? ¿Por qué dejó a Peter? Las cosas habrían sido diferentes.

—De verdad no sé —respondió Peter, y parecía sincero—. No querrás invitarme a tu fiesta de graduación, ¿o si?

La cara de Jane se aplanó, —No me graduaré si no regreso pronto, y para eso necesito que vuelvas a ser el hombre araña.

Fue el turno de Peter de ponerse serio. Siempre que Jane lo recordaba, lo recordaba con una sonrisa plena. No así. Le dolía. Toda esta situación le dolía. Lo más que quería en ese momento era escapar, tirarse por la ventana. Eso o un beso de Peter, pero la primera opción sí era probable.