Don't lose hope. {Justin Bieber & tú.}

Capítulo 13.

Antes que nada, he echo un grupo en whatsapp de la novela para pasar adelantos y algunas cosas más, quien quiera entrar que avise y me pase su número.

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- La vida da sorpresas.

Hay personas que llegan a lo largo de tu vida para enseñarte algunas lecciones que necesitarás. Sean buenas o malas, te harán recapacitar y ver las cosas de otra forma.

Había pasado ya una semana desde que vi a Justin por última vez. Los rumores aumentaron igual que el drama y las críticas, pero esta vez no me importaba tanto como antes. Había aprendido a ignorar todas esas cosas y a darle la poca importancia que merecen, al fin y al cabo solo lo hacían para ganarse la vida aunque fuese a costa de mentiras.

Unas manos pasaron por mi cara intentando sacarme de mis pensamientos. Estábamos en el descanso comiendo algo para volver a entrar en clase y es que realmente no tenía ganas de nada hoy. Un tirón de pelo me bajó totalmente de las nubes haciendo que sintiera dolor de cabeza.

- Auch, qué haces animal -gruñí mientras me pasaba las manos por la cabeza.

- Bajarte de las nubes, hoy no pareces tú -se encogió de hombros Kayla.

- No hacía falta que hicieras eso -espeté.

- Te hemos estado hablando durante un rato pero no has echo ni caso. De seguro no sabes ni que te dijimos -rió con Christian. Los miré con cara de pocos amigos pero eso hizo que sus risas aumentaran. Rodé los ojos y le di la última mordida a la manzana para tirarla al cubo de la basura.

- Venga Brooker, no te pongas así -me abrazó Christian.

- No estoy de ninguna forma, solo que hoy no estoy de humor -suspiré.

- Eso no hace falta que lo jures, nos dimos cuenta. Estás en la luna por lo menos -dijo divertida mi mejor amiga.

El timbre sonó y me levanté desganada dirigiéndome a la taquilla, pero de un momento unos brazos hicieron que me parara en seco. Sonreí al darme cuenta de quien era, ya no hacía falta girarme para saberlo, con solo su olor me bastaba. Hizo un suave agarre sobre mi cintura y depositó un beso en mi mejilla consiguiendo que otra sonrisa se escapara de mis labios.

- ¿No te cansas de hacer eso? -murmuré lo suficientemente bajo para que solo él me escuchara.

- Deja que lo piense... -hizo una pausa- no, no me canso y temo decirte que nunca me cansaré señorita -rió.

- Eres increíble Chris -me giré para mirarlo. Cuando nuestras miradas chocaron, su boca ensanchó aún más dejándome ver su perfecta sonrisa. Me empezó a dar pequeños besos por toda la cara haciendo que soltara una carcajada. Últimamente esto era así entre nosotros.

- ¡Lo conseguí! -dijo triunfante.

- ¿Qué conseguiste? -lo miré extrañada.

- Que te rieras -encogió los hombros- echaba de menos tu sonrisa y tu risa, fea -dio un beso en mi mejilla. Caminamos juntos hasta clase entre algunas que otras sonrisas. Él hacía que me sintiera bien muchas veces y en días como hoy conseguía que me olvidara de todo.

Las clases pasaron lentas y realmente aburridas, pero por fin ya habíamos salido y estaba camino a casa.

- Llegamos -dijo parando en la puerta de mi casa- ya sabes luego hablamos.

- Luego hablamos, gracias feo -abrí la puerta y me fui a bajar, pero me agarró del brazo.

- ¿No crees que te falta algo? -preguntó divertido. Sonreí. Me acerqué a darle un beso en la mejilla para bajar del coche y entrar a casa. Dejé las cosas y me tiré en el sofá para ver la tele. Hoy era de esos días que me pasaría toda la tarde tapada con una manta y viendo películas o simplemente durmiendo. Cogí de la mesa el móvil, vi que tenía varios mensajes y empecé a abrirlos.