Don't lose hope. {Justin Bieber & tú.}

Capítulo 16.

[Maratón 2/4]

- Good joke.

- ¡____, ayúdame! -gritaban desesperadamente a lo lejos. Miré a mi alrededor alarmada en busca de esa voz pero no había ni rastro, estaba todo oscuro y no podía diferenciar nada - ¡ayuda por favor! -volvieron a gritar. Esta vez se escuchaba la voz más cerca y clara que la anterior .

- ¿Dónde estás? -pregunté confundida.

- Aquí, ayúdame por favor -suplicaron.

- N-no te veo -respondí angustiada. A lo lejos pude ver un resplandor y corrí hacia ésta con la esperanza de que estuviese esa voz que tanto parecía estar sufriendo.

- ¡____! ayúdame por favor. No me dejes solo, te necesito -dijo de nuevo esa voz. Sus últimas palabras me hicieron estremecer y aumenté el ritmo.

Llegué al final encontrándome con una enorme calle llena de personas, todos parecían felices, como si nada pasase, como si nada les preocupara.

- ¡___ aquí! -escuché más cerca que las otras veces. Busqué con la mirada a mi alrededor pero no encontré nada y eso me preocupaba.

- ¿Dónde? Dime donde estás para poder ayudarte -contesté algo frustrada.

- Sigue caminando y me encontrarás -tosió- no me queda mucho tiempo, date prisa -dijo mientras su voz se quebraba. Empecé a caminar apresuradamente mirando con detalle cada sitio por el que pasaba, hasta que de repente me encontré con un largo, oscuro y húmedo callejón. Eché un rápido vistazo al lugar pero no vi nada. De un momento a otro sentí que había alguien tirado en el suelo que se movía débilmente.

- ¿Hola? -pregunté asustada.

- Sabía que me encontrarías -rió débilmente. Lentamente fui adentrándome en aquel callejón y a medida que caminaba la luz me iba dejando ver lo que se encontraba en mi camino. Sentí como mi pie se hundía en un charco, bajé la mirada y mi corazón se paró. Tenía el pie metido en un enorme charco de sangre. Levanté la mirada de nuevo y encontré otra vez con esa figura. Esta vez podía ver con claridad su cuerpo, pero no su cara ya que estaba cubierta. Poco a poco me fui acercando con algo de miedo, sentía curiosidad por saber quien era, pero a la vez un pánico terrible por lo que me podría encontrar.

- ¿Qué te a pasado? -pregunté con un nudo en el estómago.

- Esos cabrones me querían muerto y lo han conseguido -rió débilmente- pero lo que importa es que tú estás aquí, la única persona que quería ver antes de morir -acarició mi mejilla. Sus palabras fueron como si mil cuchillas me atravesaran y sentí un ligero pinchazo en el pecho.

- ¿Quién eres? -murmuré.

- Eso no importa ahora. Solo quédate a mi lado, que pase lo que pase yo siempre lo haré -dijo casi en un susurro.

- ¿Por qué? -susurré con miedo sintiendo que si lo decía más fuerte me rompería.

- Porque te amo con mi propia vida pequeña -agarró mi mano- tu calidez, tu tacto me hace sentir bien, seguro. Tu sonrisa, tus ojos, tu piel esto es todo lo que necesitaba ver y sentir por última vez para poder morir tranquilo -hizo una pausa- ¿puedo pedirte una última cosa? -susurró. Asentí con miedo. - Prométeme que siempre lucharás como te dije y que nunca te darás por vencida en nada, tú puedes conseguir todo lo que quieras y te propongas. Prométemelo -suplicó. Su agarre se hizo más fuerte de lo que estaba como si no me quisiera dejar ir.

- Te lo prometo -dije mientras dejaba escapar algunas lágrimas.

- No llores cielo, yo te cuidaré allá donde vayas, seré tu ángel. Ahí a donde voy estaré bien -su tono fue bajando- recuerda que nunca estarás sola, yo estaré con-conti-contigo, te-te lo prometo -dijo finalmente. Su cuerpo se tensó y el agarre que tenía sobre mi mano se aflojó. Apoyé la cabeza encima de su pecho y dejé salir libremente las lágrimas que estaba conteniendo hace rato. Sentía un enorme vacío en mi interior, como si una gran parte de mi se hubiese desprendido. Levanté la cabeza y me armé de valor para quitarle el trozo de tela que cubría su cara, necesitaba saber quien era y el por qué de sus palabras. Subí mis manos hasta su cabeza y empecé a tirar de ésta, pero algo me interrumpió haciendo que todo desapareciera en ese mismo instante.