VI. Verum

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Dolor.

Dolía como el infierno.
El impacto de su trasero con el piso de la habitación no fue ninguna broma.

Patética, exitada y decepcionada.

Sentimientos que recorrían todo su ser al darse cuenta que lo recién experimentado no había sido más que una muestra de su elevada imaginación.

Los insistentes golpeteos y la irritante melodía del timbre principal la volvieron a la realidad. A una triste y cruda realidad.

No podía explicarse del porque la pequeña cantidad de decepción que apareció en ella al percatarse de dicha creación ilusoria.

Con su mente aún confusa y con el nerviosismo corriendo por toda su anatomía se apresuró a vestirse con una camiseta holgada que le cubría hasta las rodillas producto de las muchísimas tallas por sobre la suya que era.

Con el pulso aún acelerado, la respiración errática y la piel ardiendo. Se apresuró hacia la primer planta, no está de más decir que terminó muy sorprendida de sí misma cuando logró llegar a la sala principal sin haberse caído por las escaleras.

Y esque después de tremendo sueño que le desordenó los sentidos muy apenas y podía mantenerse de pie.

Pues siendo honestos y restregando toda la verdad en un sencillo párrafo. ¿Quién en su sano juicio después de tener tan intenso sueño humedo, no se vería afectado tanto físico como psicológicamente?. No sería un simple mortal si eso ocurriese. ¿Verdad?.

─ ¿Hotcakes y jugo de naranjas? ─
Apenas y abrió la puerta EunBi ya se encontraba pasando como si nada hasta la cocina.

─Buenos días a tí también, querida Eun Bi.

La mencionada hizo un ademán de "Me importa una mierda los modales, tengo hambre." y prosiguió su andar.

─ Buenos días a tí también Kookie.~─ La imitación de voz femenina le provocó una risa sarcástica.

─¿Se supone que así hablo yo? .─ Interrogó a su amigo, que estaba en una posición muy cómoda en el marco de la puerta. Con los musculosos brazos cruzados al fuerte pecho, las sobresalientes venas de sus manos y la varonil <y muy bien tonificada> espalda recargada a la pared.

Nunca le había prestado tanta atención a Jungkook como la que le daba ahora mismo. Antes no le daría importancia a lo bien que le favorecía la ropa ajustada. Con esa camiseta negra, los pantalónes rasgados oscuros y las botas ya muy habituales en él. Ya entendía porque ese chiquillo tenía a toda la escuela comiendo de su mano. Recordó cuantos clubs de fans tenía y fugazmente la idea de unirse a ellos cruzó por todo su sistema cerebral.

El chico se veía caliente, jodidamente caliente.

Dentente.

Aquello instantáneamente la hizo intentar detener sus ojos que apreciaban cada parte del cuerpo masculino, como si de la obra de arte más majestuosa se tratara. Y también de dejar de pensar en estupideces hormonales, como lo clasificó.

Pues no era más que eso. Hormonas locas provenientes de su cuerpo que estaban muy alteradas por la reciente excitación nocturna y que colapsaron en una especie de big bang al estar presenciando la cercanía de la más potente testosterona. ¿Verdad?.

─ No, en realidad suenas más varonil.─ Bromeó el chico.
Ella solo obligó por enésima vez a sus ojos a apartarse del recorrido insistente al cuerpo ajeno y rodó los ojos comprendiendo la burla en el comentario del joven. Cerrando la puerta después de que este ingresara a su hogar.

Incubo | Jackson Wang | Got7 | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora