Críticas literarias

Problemas con Wattpad 2

Parece ser que no pude soltar suficiente bilis en la anterior parte, así que iré a por otra de las cosas que me enervan profundamente en esta plataforma.

LAS RELACIONES ROMÁNTICAS

Y diréis "Pero si esto lo dijiste ya en la anterior parte" (fíjate, vuelvo a hablar como si tuviera lectores), pero ahora el tema se trata desde una óptica distinta. Antes me quejaba por encontrarme romance hasta en la sopa, cuando yo no lo buscaba. ¿Si no le he dado a la categoría de romance, que para algo está, por qué insistís en metérmelo por el gaznate? Pero bueno, la solución a eso es fácil: No lees esas obras y ya está... Sin embargo, las pocas veces que he decidido darle una oportunidad a la novela rosa, me he encontrado con lo mismo:

1. El protagonista. El chico malo, rebelde, el típico ligón malote que las deja a todas tiradas y que al final abre su tierno corazón a la protagonista justificando su carácter de mierda con un problema de la infancia o así.

2. La protagonista, chica tímida, inteligente, normalmente virgen, con algunos problemas familiares pero no tantos como nuestro querido Christian Grey... perdón, protagonista masculino. Al final, gracias a la mágica intervención de la madrina mágica, también conocida como mejor amiga, termina saliendo con el primero y abre su mente a nuevas experiencias.

3. La mejor amiga de la protagonista. Loca y fiestera, es la que empuja a los dos primeros personajes a conocerse y que parece que no ha madurado desde los doce años. Suele tener una amplia experiencia en relaciones amorosas y le da consejos a su amiga, que esta ignora o cumple solo a medias.

4. El amigo de la infancia/buen tío, que está colgadísimo de la protagonistay le hace de pagafantas hasta que esta decide irse a por el primero. Si el autor es benevolente él y la mejor amiga de la protagonista terminarán juntos por obra del destino (aunque no hubiesen mostrado interés alguno el uno por el otro en todo el maldito libro). En pocas ocasiones la protagonista ve que quizá este es mejor partido que el primero, pero bueno.

Estos personajes se repiten prácticamente siempre... Apenas varían los nombres, a veces algunos aparecen fusionados y como mucho se cambian sus profesiones. Por ejemplo, el chico malo boxeador, la protagonista estudiante universitaria, su amiga compañera de clase, el chico bueno dependiente de la tienda a la que la chica siempre va a comprar... Haz una lista de profesiones de chico malo y elige la que quieras, inventa una historia de trasfondo con algo de tragedia ¡Y ya tienes al protagonista! Con la protagonista es más sencillo, casi siempre es una estudiante universitaria... Mil y una novelas de romance, tanto dentro como fuera de la plataforma, cumplen estas características.

Pero bueno, los clichés no son SIEMPRE malos. Ya casi todo está inventado, ¿Qué hay de malo en usar algo que ya ha hecho alguien antes?

Bueno, los personajes pueden cumplir las características anteriores y estar bien desarrollados (aunque yo no me he encontrado eso, pero bueno, daremos el beneficio de la duda)... pero cuando llega la hora del romance, de la relación entre los protagonistas, la cosa se complica. He aquí los problemas que la mayoría de relaciones románticas literarias que he leído presentan:

1. Los protagonistas terminan juntos por conveniencia del guión. El encuentro es forzado y la relación aún más, nada más que decir.

2. La protagonista tiene que SUFRIR al protagonista, al final lo deja (no me extraña, que agobio), este vuelve arrastrándose y diciendo que ha cambiado, y esta lo acepta como si no hubiese pasado nada. Osea, la protagonista aguanta una relación extremadamente tóxica y al final el protagonista lloriquea con la excusa de una infancia traumática o algo así. Osea, los demás no importan porque tu pasado blablablá (un consejo, si veis que una relación en una novela JAMÁS debería de existir en la vida real, lo mejor es no plantearla como el ideal).

3. Personajes que, cuyas personalidades, según el mismo autor, son diametralmente opuestas, se atraen por razones inexplicables. NO, los polos opuestos NO SE ATRAEN (Si no hablamos de física, claro). Si eres alguien tímido, introvertido y valoras más un buen libro que una tarde de fiesta loca y alcohol, y te viene un chulo piscinas en una fiesta pasarás de él, no caerás embelesada por... ¿qué? ¿El físico? Una cosa es sentir atracción por alguien (cosa totalmente normal) y otra cosa es decir "Oh, he pasado toda mi vida siguiendo mis principios y preferencias, pero voy a cambiar totalmente porque ha aparecido un chico medianamente atractivo cuyos hábitos no se parecen a los míos". ¿Es así como son las mujeres en los romances? ¿Monigotes que varían según el tío con el que estén? ¿Seres de luz cuya misión en la vida es enamorarse de un chico insufrible para ayudarle a soportar su duro pasado? En fin...

4. Los personajes, la mayoría de veces, son totalmente planos. El autor apenas les da un poco de trasfondo y ala, venga, a sacar páginas. Ese es el problema de usar personajes arquetípicos: los haces para ganar lecturas, porque sabes que es una fórmula que funciona, pero a la hora de AMPLIAR el mundo, de darles razones, motivaciones, lo que sea... se queda en nada. Sin embargo, si nos paramos a pensarlo, en realidad, es bastante efectivo: cuando un personaje es tan vacío que apenas tiene personalidad a parte de los cuatro rasgos que la autora (porque no nos engañemos, la mayoría de estas novelas se encuentran escritas por chicas) no parará de repetirte hasta la saciedad cada cuatro frases, es imposible no identificarse con él. El personaje se guía por las mayorías: hace lo que casi todo el mundo haría o querría hacer. Es lo que yo llamo un personaje espejo, es tan plano y artificial que te ves reflejado en él y en seguida empatizas. 

En conclusión, tramas mal desarrolladas, personajes planos y un final perfectamente predecible.

Y esto sería todo. Obviamente, no quiero generalizar. Es obvio que no TODAS las novelas de romance que hay en la plataforma tienen por qué seguir este patrón, es solo que es algo demasiado habitual y ya cansa.

NOTA

No considero mis novelas perfectas, ni mucho menos. De hecho, considero que mi novela más leída tiene cosas realmente malas... es un libro que escribí por diversión, sobre la marcha, no empecé con un final planificado. Me dejé cosas, olvidé algunas, puse personajes irrelevantes y tengo MUCHO que criticarle. Digo esto porque no quiero que anulen mi criterio lanzándome en cara algo que escribí a los catorce años como si fuera un baremo a mi calidad actual como escritora y/o crítica. Si queréis rebatirme, buscad argumentos sólidos.