Vicios y placeres (Vol. 2)

Mentiras

Hace un par de meses que te fuiste,
y al parecer no vas a volver nunca,
por eso voy aceptando el hecho de despedirte,
mientras en mi mente la soledad abruma.

Lo siento,
pero no quiero depender más de la luna.

Es por caer directo en las penumbras,
que ahora miento con una simplicidad absoluta,
con un poco de lápiz labial que deslumbra,
puedo decir mentiras que en hombres resultan.

Palabras que se deshacen en el tiempo,
despiertan sensaciones que parecen amor,
aunque eso se encuentre enterrado tan lejos,
por actos de lujuria que muestran mi valor.

Se me escapa una sonrisa al saber,
lo que causan mis encantos y el placer.

En las sombras mi silueta atrae otra mirada,
una que irradia más poder que la anterior,
mis vicios han desdibujado tantas camas,
que las falacias anidan en mi interior.

Exhalo con furor para hacer la experiencia memorable,
desenfundo mi arma con una excitación notable,
ese vaivén de movimientos cual animal salvaje,
para que al acabar pinten sobre mi cuerpo una obra de arte.

Se me escapa otra sonrisa,
porque tras cada beso se esconde una mentira.

Un vestido ceñido del color de mi alma,
es el atuendo perfecto en esta ciudad,
donde por las noches descansan los prejuicios,
mientras me complazco sin piedad.

La melancolía ha sido el punto de quiebre,
para caer en este lascivo infierno,
y aunque aventuras por conquistarme existieron,
todas cayeron por un precipicio hasta su muerte.

Cada vicio se consuma tras un cóctel y un cigarrillo,
mientras le coloco precio a los atributos que la suerte me ha concedido,
desde la barra de un bar hasta un motel con rumbo desconocido,
para cada noche ser esa dama que disfruta de lo prohibido.