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Seulgi iba caminando hacia el apartamento de Taehyung para recoger a su hermanito. Ya hacía una semana que había empezado a cuidarlo, y decir que le gustaba hacerlo era poco, ya que el hermanito pequeño de Kim era la cosa más adorable del mundo, no podía quejarse.
Antes de llamar a la puerta se arregló un poco la ropa y peinó su cabello con sus manos, para verse un poco más presentable, soltó un suspiro seguido de una pequeña sonrisa en sus labios, tenía la pequeña esperanza de que Taehyung le dijera un cumplido.
Dio un par de golpes en la puerta para luego esperar pacientemente a que este fuera abierta. Una vez que eso pasó le regaló una amplia sonrisa a Taehyung, quien se encontraba con el cabello algo alborotado y con el pequeño Myungsoo entre sus brazos.
Tierno. pensó.
ㅡ Buenos días, Seulgi, te ves muy bonita hoy. ㅡ elogió dedicándole una de sus típicas sonrisas. Myungsoo sonrió de igual manera estirando sus brazos hacia Seulgi. Las mejillas de la menor se tiñeron de un suave carmesí, murmurando un suave "gracias, oppa".
ㅡ ¡Ositaaaa! ㅡ Soo fue tomado en los brazos de Seulgi. ㅡ Yo pensé que Yoons iba a cuidad de Soo hoy, hmm. ㅡabultó sus labios, Taehyung soltó una risita nerviosa.
ㅡ ¿Yoons? ㅡ preguntó la pelinegra mirando a Tae algo confundida.
ㅡ En la mochila de Myungsoo está todo lo que necesitas para cuidarlo, ya sabes. ㅡ habló cambiando de tema, saliendo del departamento y cerrando la puerta con lleva detrás de él. ㅡ Ohm, está bien, nos vemos, oppa.ㅡ se despidió yendo del lado contrario, dejando solo a Taehyung.
¿A Seulgi se le había olvidado la cita?. Simplemente se encogió de hombros restandole importancia, no estaba seguro de tener la ropa adecuada para una cita, tenía que ir de compras con Myungsoo.
Soltó un suspiro para luego empezar a caminar hacia su trabajo.
❀ ❀ ❀.
Por qué carajos tenía tantas ganas de golpear con un palo la bonita cara que se traía Jeongguk, el novio de Yugyeom.
Dudas existenciales.
Su relación con Yugyeom no había cambiado para nada, seguían siendo las mismas sonrisas, saludos y despedidas de siempre, ya de verdad no sabía que hacer para obtener solo un poco más de atención del menor, pero de si algo estaba seguro es que se encargaría de aunque sea tenía que lograr que lo dejara de llamar hyung.
Porque para ser sinceros.. Taehyung le tenía miedo a Jeongguk.
Podía tener una carita de bebé y complejo a conejito, pero era satán en persona.
ㅡ ¡Adiós, Hyung! ㅡ se despidió Yugyeom agitando su mano, Tae se despidió de la misma manera mostrando una media sonrisa.
Tomó sus cosas para luego dirigirse a la salida, hoy tendría una hora de completa relajación ya que no le tocaba cerrar el local y Myungsoo llegaba una hora después.
Salió del local despidiéndose del chico nuevo, el cual le tocaba cerrar toda este semana, ㅡ tampoco lo había dejado de mirar, y eso no lo dejaba del todo tranquilo. ㅡ
Pobre chico. pensó para luego salir del lugar.
Se quedó completamente congelado en su lugar cuando vio que al otro lado de la calle se encontraba Yoongi, mirando fijamente sus movimientos, entonces volvió a entrar al local ganándose una mirada curiosa del chico nuevo.
Qué tarado soy, puede verme a través del vidrio. Se dio una bofetada mentalmente, estaba seguro de que Yoongi se estaba aguantando las ganas de reírse en ese instante.
ㅡ Hum, ¿Taehyu..?
ㅡ Nos vemos mañana, ¿Kihyun? Cómo sea, adiós. ㅡ dijo saliendo nuevamente del local sin prestar atención a las últimas palabras del peligris.
Bueno, no le quedaba de otra que echarse a correr para que Yoongi no lo atrapara.
Pero tienes que cruzar la calle, genio, vas a pasar justo al lado de él.
¿Qué le estaba pasando hoy?
Miro ambos lados antes de cruzar la calle, haciéndose el distraído mirando hacia cualquier otro lado cuando los ojos del peli-azul buscaban los suyos.
ㅡ Taehyung. ㅡ habló una voz ronca detrás de él, Tae simplemente la ignoro apresurando su caminar.
ㅡ Taehyung. ㅡ volvió a llamar, pero esta vez usando un tono más tosco haciendo que al menor se le pusiera la piel de gallina. ㅡ Tae.. ㅡ sintió como tomaban su mano derecha deteniendo su caminar.
Su pulso se aceleró y sus mejillas se tiñeron de un rojo bastante notable.
ㅡ Hablemos ¿sí? ㅡ entonces dio vuelta sobre sus talones encontrándose con la mirada del mayor.
Y en ese preciso momento, sentía que iba a morir.
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