Los juegos del Hambre: El Sinsajo Plateado

Capítulo 64

Capítulo 64

Me quedé en la sala de mando esperando que Plutarch regresara para que pudiera contarme cual era mi misión. Beete continuaba en la sala, trabajando en alguna promo mientras que yo me iba sintiendo mucho más preocupada por el estado de Gale. Me sobresalté al escuchar las voces de Haymitch, Plutarch y de Coin entrar en la sala. Me giré y los miré con cierto enfado, porque no comprendía porque no podía ir al Capitolio y el resto sí. Estaba preparada físicamente para la lucha y para poder estar varias semanas sin darle el pecho a Hope.

—Quiero una explicación ya. No es justo.

―Irás al Capitolio, pero debemos de esperar que el primer grupo llegue y nos informe del estado de la ciudad, para poder enviaros―dijo Coin.

―¿Por qué debo de esperar?

―Por seguridad.

―¡Espera! Has dicho enviarnos. ¿Enviarnos? ¿A quién? He escuchado que Johanna ha sufrido una recaída y se encuentra en el hospital. ¿Quién irá conmigo?

―Peeta.

―¿Peeta con Katniss? ¿Por qué? Peeta va a querer matarla en cualquier momento―dije sorprendida ante lo que habían dicho mientras que todos aguardaban silencio―. ¿Queréis que muera Katniss?

―Por supuesto que no―contestó con rapidez Coin.

―Entonces, ¿Por qué Peeta?―pregunté con curiosidad, sabiendo que había una explicación seria a que él fuera al Capitolio.

―Porque os necesitamos a todos, Brooke. Peeta es necesario para esta guerra.

―Tu eres la más indicada para esto, eres la única que tiene una buena relación con él y que puedes controlarlo si él sufriera algún ataque de pánico o de estrés. Él confía en ti―añadió Coin mientras que yo asentía ligeramente.

―¿Cuándo nos marcharíamos?―pregunté con curiosidad.

―En las próximas horas o en los próximos días. Te iremos informando.

Los siguientes días había continuado entrenando con Peeta cuero a cuerpo y trabajando en su estabilidad mental. Diariamente hacíamos unos ejercicios presentándonos y dando información para finalizar diciendo que era real y que no era real. Peeta seguía estando inestable, pero iba controlando sus ataques de ira. No habían tardado más de unos días en informarnos que iríamos con el resto del grupo. El cual aún no había llegado al Capitolio, no confiaba en Coin por eso no dude en informarle a Hazelle que quería que se mantuviera alejada de ella y entregarle un arma que había conseguido esconder para proteger a los pequeños. De camino para reunirnos con el resto, estuve observando a Peeta con gran atención. Él no iba a ser útil en la guerra, no iba a poder hacer ni una sola promo en condiciones. Había otro motivo para querer a Peeta con el resto del grupo y cerca de Katniss Coin quería matar a Katniss, pero ¿Por qué? Era de noche y nos estábamos acercando al pelotón. Todos estaban mirando con sorpresa hacia Peeta, mientras que Gale me miraba una tierna sonrisa.

―La presidenta en persona me ha asignado vuestro pelotón. Brooke es quien me vigilara en todo momento. Ha decidido que las promos necesitan animarse un poco.

Todos estaban enfadados y era bastante comprensible porque Peeta iba a ser más una amenaza que una ayuda. Gale y Finnick habían dicho que dormirían en la misma tienda de campaña con él y que harían guardias para vigilarlo. Boggs se había marchado enfadado para llamar por teléfono a Coin, nunca lo había visto con ese humor. Todos estaban en un grupo juntos hablando, exceptuando a Katniss y yo que nos encontrábamos alejadas sentadas en un banco. Tras unos minutos Boggs se acercó a nosotras guardando el teléfono en su mochila.