~Capítulo editado.~
Han pasado tres días desde lo ocurrido con Alex.
Calum no vino el día siguiente a ese, ni el día después, no lo he visto más.Hoy es jueves, la semana casi termina, por lo cual estoy agradecido.
Estos días han sido exageradamente aburridos.
Solo voy a la escuela, hago mis deberes, recibo un par de insultos y regreso a casa. Eso ha sido todo.Me encuentro en la última clase, que por cierto esta por terminar.
Entonces una pequeña bola de papel me golpea en la cabeza, ya me imagino quien la lanzó.
La abro, al parecer es un mensaje de Alex:¿Tu querido novio ya no esta aquí para protegerte? Que lastima
Era verdad, me había salvado de una buena paliza estos días, pero se que si Calum sigue sin aparecer me irá muy mal.
Antes de que pudiera darme cuenta, el timbre ya estaba sonando. Todos salen a la velocidad de la luz.
Yo agarro mis cosas y estoy por irme, pero el profesor me detiene.—Disculpe, joven Cristoph. Me gustaría pedirle un favor.
—¿Uh? ¿A mi?
—Si. El lunes lo vi conversando con el nuevo, así que asumo que son amigos
—¿A-amigos?
—Necesito que le diga, que esto no es un juego. Si no quiere que lo suspendan aquí también, necesita venir a clases.
—¿Sus-pender?
—Cuento con usted. Gracias
¿Que? Pero si este tipo ignoró mi total confusión y me asignó algo que no puedo hacer. No se como contactar a Calum. Ni donde vive. Nada.
Agh que asco de vida.He decidido que voy a buscarlo en Facebook o algo así, eso será más fácil. Ahora si, ya puedo irme a casa... Pero antes, necesito ir al baño. Pero ya.
Entro, dispuesto a dejar salir esta tortura que llevo aguantando toda la clase ya que me daba vergüenza pedir permiso para salir a orinar.
Pero antes de que pueda hacer nada, alguien me empuja haciéndome caer.
>Genial, lo que me faltaba<—Oh hombre disculpa, no creí que fueras tan débil como para caerte con eso
—Eres un idiota— digo en voz baja
—Noo. De todos aquí, tu eres el más idiota. ¿Tienes idea de lo jodido que es tener esto?— Dice Alex señalando a la cortada que tiene en el pómulo izquierdo —Si así se ve ahora, imagínate como lucia ese día, dolía como el infierno... Debo decir que tu amigo es bueno golpeando... ¿Sabes que alguien tiene que pagar por esto, verdad?
—No me hagas daño... Porfavor
—Decir "porfavor" no te servirá de nada.
Con eso cierra la conversación y me da un golpe en la cara.
Enseguida siento como mi labio inferior comienza a doler. No me da tiempo a levantarme cuando me da otro puñetazo, seguido de una patada en el estomago que me deja sin aire.
La cabeza comienza a dolerme, no hay salida de esta situación, estoy completamente solo.
Alex me da un par de patadas más directo en las costillas, y luego... Se detiene.—Jajaja en verdad eres solo un saco de basura...—Dice burlándose al ver que me he orinado encima. —Dios, que asco.
Y dicho esto, se fue.
(...)
Me encuentro ya en casa, con ropa y vendajes limpios cubriendo un par de heridas abiertas. Ahora tengo un labio roto y una mejilla hinchada, además de que el pecho me duele demasiado.
Está por oscurecer y el clima esta fresco, me da tranquilidad.
Sin poder evitarlo, se viene a mi mente la sonrisa de Calum. Sus lindos ojos verdes... Eso me recuerda, tengo que hallar la forma de contactarlo.No me tomó mucho tiempo encontrarlo en Instagram, ya que alguna chica ya había posteado una foto con el... Se ve muy bien.
Sin esperar más le envío un mensaje:
Adam: Hola Calum, soy tu "compañero" ¿me recuerdas?
En fin. El profesor me pidió que te dijera que si no volvías a clases te van a suspender¡Listo! Lo hice.
Ahora que envié el mensaje, no puedo evitar echarle un vistazo a sus fotos.
Las miro una por una:En su habitación frente al espejo sosteniendo su teléfono, tocando la batería, con su perro (Oww :3), con sus amigo en alguna fiesta y en la playa, con el torso desnudo y una hermosa sonrisa...
Aquí es cuando le pongo seguro a la puerta, saco los pañuelos y comienzo a desabrochar mis pantalones.
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Mi Estúpida Vida y Calum Ray
Short StoryAdam era un chico brillante, con virtudes e imperfecciones. Adam es gay, y a algunas personas no les gusta que sea feliz. Así que Adam cambió, a la fuerza. Ya no le gusta ir a la playa. Ya no escribe poemas ni historias felices. Ya no brilla. Si...