La sonrisa es mia, el motivo él (Dani Fernández & Tu)

Caplítulo 18: I'm in love

*Narra _____*

No podia creermelo, Dani, mi Dani estaba allí, en la puerta de mi casa, delante de mi.

+ ¿Que haces aquí?- no podia creermelo, estaba estupefacta.

- Leí lo que escribiste.- se puso delante mio y nos miramos fijamente.

+ Te quiero.- solo podia decir eso.

- Y yo princesa.- nos besamos.

Entraron a casa y cenamos los cuatro juntos. Mi hermano y David se fueron a sus casas, que no estaban muy lejos, pero Dani se quedo conmigo. Nos sentamos en el sofá y empezamos a ver la tele, pero mi mente no podia parar de pensar en que algo malo volveria a pasar entre los dos y cosas así. Así que decidí hablar con él seriamente.

+ Dani, tenemos que hablaar.

- ¿Pasa algo cariño?- se giro para mi.

+ Los dos sabes que nos queremos y que somos la media naranja el uno del otro. Pero también sabemos que los dos cometemos herrores y no quiero que esta vez volvamos a separarnos por otra estupidez, quiero que todo salga bien. Quiero que esta vez vayamos más a poco a poco, como si fuera la primera vez, porfavor.

- Claro que sí. Yo tampoco quiero que nada salga mal, y tampoco permitire que nadie me separe de ti.- lo bese, era tan cuqui.

Me quede dormida entre sus brazos. Al despertar, él no estaba, estaba sola en casa. Mire arriba para asegurarme. Llame a David, por que era imposible que Dani estubiera por Granada solo. David no me lo cojio, tambien llame a mi hermano, Héctor, pero tamopco me lo cojio. Imaginaba que estaban haciendo algo los tres juntos, pero preferia no saberlo, miedo me daban. Así que como cada día fui al trabajo, ya se me habían acabado los días de descanso.

Trabajaba en una caféteria. El día era normal, cafés arriba, cafés abajo. Hasta que llegue a una persona, me hablo y la voz me sonaba, pero no sabía quien era, luego le di el café que había pedido y me miro, por un momento creí que era Anabel, pero Anabel estaba en Barcelona, así que me volvi a la barra, pero al cabo de los minutos volví a ella.

+ Perdone.- me miro.- Se parece mucho a una amiga mia, se llama Anabel y bueno...- me intrumpio.

- ¿Me estas hablando de usted?.- no sabía que decirle.- Her, me voy tres meses y ya no me reconoces.

+ ¡¡Anabel!!.- me abalance sobre ella.- En el fondo sabía que eras tu.- no podia creermelo.

- ¿Como que en el fondo?.- nos empezamos a reir.- Bueno, te dejo que tienes que trabajar, nos vemos fuera.

+ ¿Estas loca? Acaba de llegar mi hermanita y voy a pasar tiempo con ella ¿vale?. Me voy a pedir el resto del día libre, ya lo recuperare.

- Que tonta eres.

+ Tonta no, poco lista.- nos reimos y nos fuimos juntas.

Fuimos a casa y me dijo que habia venido, por que sabía que estaba mal, y en los malos momentos es cuando de verdad nos necesitamos la una a la otra, también me dijo, que con Maverick le iba todo genial y que alomejor iban a Madrid a vivir. Ya era la hora de comer, así que prepare la comida con Anabel, llame a Dani, para saber si venia a casa o no, pero no me lo cojio, así que comimos las dos juntas.

Despues subí a mi habitación con Anabel, para enseñarle una cosa y en la cama habían dos vestido preciosos, uno violeta, con vuelo y volantes, con un solo tirante y encima una tarjeta con el nombre de Anabel y al lado un vestido rosa pastel, como el de una princesa, con muchísimo vuelo y con escote palabra de honor, ese era el mio, eran perfectos. Y al lado había una nota donde ponia:

"Esta noche a las 22h os esperamos en el chiringuito de la playa, ir con estos vestidos puestos. Besos vuestros admiradores secretos"

 + ¿Vamos?- pregunto Anabel decidida.

 - No se, podria ser cualquiera.

+ Ya, cualquier persona, te compra un vestido carisimo, entra en tu casa y te prepara una sorpresa ¿no?.- dijo ironica

+ Es verdad, vaya tonteria acabo de decir.

Así que las dos nos preparamos para la noche, a las 21:30 salimos y nos diriguimos al chiringuito. En la puerta estaban mi hermano y David.

+ ¿Que haceis aquí?.- pregunte impaciente.

- Tranquila hermanita, te gustara.- me dijo Héctor.

+ Oishh, os quiero.- les abrace.

- Ademas Anabel puede darte alguna pista.- me dijo David.

+ ¿Que? ¿Anabel tu sabes de que va esto?.- me sorprendi.

- Bueno, yo sabía que esto te lo hiban a hacer y yo te distraia.- me abrazo para que no me enfadara.- Sabes que te quiero.- me dio un beso en la mejilla.- Pero te prometo que no se que es lo que hago yo aquí.

+ ¿Podemos entrar ya?.- no podia esperar más.

- En cinco minutos tata.

Me iba a dar algo, pero así fue, en cinco minutos nos abrieron las puertas, estaba todo oscuro, solamente iluminado por un camino de velas y petalos de rosas. Pero el camino se dividia en dos, un camino ponia Anabel y en el otro _____, así que nos abrazamos y nos deseamos lo mejor. Yo seguí abanzando por el camíno.