El sendero del antigüo flautista

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Estaba todo sudado, sentado a los pies de la cama, preguntándome -¿Fue un sueño enrealidad?-. Giró hacia mi izquierda en dónde está el despertador, el cual marcaba las 5:30 am.

-Si vuelvo a dormir no me despertaría para ir al colegio, solo queda una hora-.
Me levanto sin ganas, cada pisada era muy pesada, mis piernas fatigadas parecía que hubiera corrido una maratón.

Me dirijo hacia el baño el cual emanaba una fuerte luz, entre para lavar mi cara, toque el agua el cual estaba helada. Junte un poco entre ellas, y me salpique la cara para despertar completamente.

Cuando miro mi mano izquierda tenía una marca pensé que era por apretarla mucho y no le di importancia, *seguí alistándome*.

Termine de alistarme y baje a desayunar, mientras agarraba la taza me percate que todavía tenía la marca en la mano. -Se irá con las horas- *dije mientras agarraba el bolso para ir al colegio*.

Sali de casa despidiéndome de mi madre, empeze a caminar, la escuela no quedaba muy lejos. Era nuevo en esa ciudad, pero se me hizo fácil aprenderme el camino.

Cada paso que daba era muy duro, casi no podía mover las piernas, seguí caminando a lo que veo el bosque de mi sueño, la entrada era idéntica, mientras miraba atentamente ese frondoso, mi mano empezaba a arder de dolor.

Grité mientras sacudia mi mano, la ví con atención tenía una marca rara en la palma que parecían muchas raíces de árboles, mientras que un tronco parecía que subía hacia mi antebrazo.

La marca ardía mucho, mientras veía esa arboleda tenía un sentimiento de querer entrar. Sentía que tenía que pasar por esa entrada llena de arbustos, la cual formaba una pequeña puerta circular, el corazón quería salirse de mi pecho al ver el mismo sitio de mi sueño.

Empezaba a amanecer y el sol emanaba de entre los árboles era un lugar relajante, *saque el celular de mi bolsillo para sacar una foto*,
Cuando iba sacando mi mano del bolsillo, había una figura que se escondía entre los árboles, me miraba fijamente.

Me hice el disimulado, quería ver quién era, pero mi cobardía no me dejaba avanzar. La figura se iba aclarando cada vez más, salía del árbol y caminaba hacia mi, lentamente.

Veo a la distancia y era un hombre un tanto anciano, el cual tenía una flauta. En cuanto se percató que estaba ahí, la empezó a tocar, era una melodía muy simple pero apagada a la vez, le daba un sentimiento de tristeza.

Se acercaba cada vez más, intente pararme para irme. Pero no podía moverme, sentía una leve parálisis en todo mi cuerpo, un hormigueo inexplicable.

Me gustaba su melodía.

El señor se acercó a mí y me miró, -Veo que te gusta la melodía-, se sienta al lado mío y empieza a tocar más fuerte, -¿Por qué no hablas?- pregunta el hombre, mirándome con cara rara.

El hombre se percata de lo que pasaba, -Veo que eres una persona normal, por eso te paraliza nuestra música-.
Solo pude mirarlo de reojo,
-Dejame ayudarte-, toma mi mano y se da cuenta que estaba la marca.
-Chico ya te marcaron-, dice el hombre mientras, que recitaba un cántico en voz baja.

Cuando termina el cántico podía mover mi cuerpo, -Muchas gracias- le dije al señor mientras lo veía extrañado,
-¿Cómo me marcaron?- pregunté
-Una persona te marco, es una marca de pertenencia-, exclama mientras la veía con atención
-Mira estás raíces de tus manos significa el clan, el tronco de tu brazo es el encanto-.
-Ves el agujero que hay en el medio del tronco, hay tendría que ir la inicial de quien la hizo-.

La inicial de quien la hizo se empezaba a ser visible lentamente, mientras que ardía aún más que antes.

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